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Lula destituye al presidente de la petrolera Petrobras tras meses de desencuentros

El mandatario pretende colocar al frente de la empresa, según la prensa brasileña, a una veterana ingeniera civil que dirigió la agencia del petróleo en tiempos de Rousseff

Jean Paul Prates
El presidente de Petrobras, Jean Paul Prates.AFP
Naiara Galarraga Gortázar

Los relevos al frente de la mayor empresa de la mayor economía de América Latina se suceden a enorme velocidad en los últimos años. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha destituido este martes por la noche al máximo responsable de la petrolera, Jean Paul Prates, al que él mismo nombró al inicio de su mandato hace 17 meses. La salida prematura de Prates, con larga experiencia en el sector, en el área de renovables y antiguo senador del Partido de los Trabajadores (PT), ha sido confirmada por la compañía en una nota en la que el destituido anuncia que convoca el Consejo de Administración para analizar “el fin anticipado” de su mandato. Una ingeniera civil que trabajó en la compañía, Magda Chabriard, se perfila como la próxima presidenta de la petrolera, según la prensa brasileña.

Será el sexto primer ejecutivo de la compañía en tres años. Chabriard, de 67 años, trabajó durante 22 años en Petrobras y fue directora general de la Agencia Nacional del Petróleo durante la Presidencia de Dilma Rousseff, que también perteneció a la dirección de la empresa petrolera antes de llegar a la cúpula del poder político.

Los análisis de urgencia en la prensa brasileña apuntan a que el nombramiento de Chabriard supone un triunfo para los partidarios de que el Estado, principal accionista de la compañía, mantenga una actitud intervencionista frente a los que defienden que primen las leyes del mercado. El saliente Prates venía a ser un intermedio entre los presidentes más tecnócratas de los tiempos Bolsonaro y los más políticos de la primera fase de Lula en el poder.

El descontento del presidente Lula con el máximo jefe de Petrobras era evidente hace meses. Saltó al primer plano en marzo cuando Petrobras anunció unos beneficios de casi 23.000 millones de euros, el segundo mejor de su historia, pero que no repartiría dividendos extraordinarios, solo los obligatorios, contra la opinión de su máximo representante. La acción se desplomó. En 24 horas, la mayor empresa brasileña había perdido en Bolsa 11.500 millones de euros. Lula considera que esos beneficios fabulosos deben revertir más en “el pueblo brasileño” y no que se los embolsen los accionistas de la empresa.

Los últimos años han sido realmente turbulentos para Petrobras. El anterior presidente, Jair Bolsonaro, echó del cargo a tres primeros ejecutivos de la petrolera durante su mandato. Lula, al regresar al poder en 2023, eligió al ahora despedido Prates como el hombre que debía pilotar la transición energética en la principal compañía del país. Petrobras acaba de cumplir 70 años, tiene una producción diaria de 3,1 millones de barriles, beneficios récord, 56 plataformas, unas reservas de 10 billones de barriles y 45.000 empleados. Llegó al aniversario con planes de explorar la franja ecuatorial frente a la Amazonia y recuperándose del trauma (y agujero) que supuso el megaescándalo de corrupción de la Lava Jato.

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).
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