Alejandro Caiaffa, el emprendedor serial del reciclaje
El joven barranquillero construyó su proyecto de vida en función de la economía circular y creó varias empresas que dignifican la labor de los recicladores
Alejandro Caiaffa soñaba con ser futbolista profesional. Le faltaba poco para terminar el bachillerato, cuando, con 17 años, abandonó el colegio y viajó a Estados Unidos para hacer su sueño realidad. Al graduarse, recibió propuestas para estudiar como deportista becado, pero el Livingston de Escocia lo fichó y él decidió cruzar el Atlántico para jugar en la liga profesional. Se destacó por su talento, pero varias lesiones de rodilla cortaron su carrera profesional.
Frustrado, regresó a su natal Barranquilla a estudiar Administración de Empresas. Tenía 22 años y su vida transcurría como la de cualquier estudiante universitario. En un viaje a Estados Unidos, mientras almorzaba con un amigo en un restaurante, observó que había empresas que recolectaban el aceite usado en las cocinas. Al regresar a Barranquilla investigó y se dio cuenta de que en su ciudad no ocurría lo mismo: el aceite usado contaminaba las fuentes hídricas, afectaba las cañerías y tuberías y, en ocasiones, era revendido a personas de bajos recursos como si fuera nuevo.
Ahí se le prendió el bombillo. Decidió utilizar los pocos ahorros que le quedaban de su etapa de futbolista para invertirlos en un camioncito y en el arriendo de una bodega. Nació así Reaceico, una empresa dedicada a la recolección de aceite reciclado. “Vi que, además de emprender un negocio, podía contribuir a solucionar un problema social y ambiental”, comenta Caiaffa.
El negocio no estaba en recolectar el aceite, sino en venderlo como materia prima para la industria del biodiésel, que genera entre 70% y 80% menos emisiones de dióxido de carbono que el diésel de hidrocarburos. Su empresa creció rápidamente, comenzó a exportar a Europa y abrió sucursales en Bogotá, Santa Marta, Cartagena, Bucaramanga, Cali y Medellín.
Caiaffa es de esa clase de emprendedores que ve negocios y oportunidades de forjar empresa en actividades que otros desprecian, y es hábil para pensar en términos de innovación; su máxima es “los grandes cambios en la industria provienen de la innovación”.
Gracias a esas habilidades detectó más oportunidades de hacer empresa en el reciclaje. Luego de Reaceico montó Mamo, un emprendimiento que buscaba atender la problemática del plástico, convirtiéndolo en madera plástica para hacer sillas, mesas y macetas. “Empecé a ver y entender lo que estaba ocurriendo con nuestros residuos y decidí ofrecer una recolección de plásticos y utilizar todos esos residuos que contaminan los terrenos baldíos y cuerpos hídricos”, dijo al diario El Heraldo en mayo de 2021. Esa empresa ya no existe, pero su interés por ampliar la economía circular en Colombia y desarrollar negocios que valoricen los residuos lo llevó a crear un tercer emprendimiento, Muta.
Esta plataforma tecnológica, que ayuda a hogares y empresas a entrar en la economía circular con la trazabilidad de los residuos y la generación de ingresos por los que sean aprovechables, es un ejemplo de innovación comercial, ambiental y social. “Empecé a hablar con los recicladores y a entender sus vidas. Me di cuenta de sus condiciones precarias y de que a la industria del reciclaje le hacía falta innovación tecnológica y mucha formalización”.
Hoy, la empresa cuenta con certificación de triple impacto como Empresa B, pues aborda desafíos sociales, económicos y ambientales, y con Certificación Internacional de Sostenibilidad y Carbono (ISCC). Tiene 125 empleados, 40 de ellos recicladores que dejaron atrás las zorras y ahora andan en camiones, y exporta 200 toneladas mensuales de material a Estados Unidos, Reino Unido y Holanda.
“En Barranquilla pagamos por los residuos que nos entregan y a las empresas por la recolección. En 2022 ya llevamos más de 1.150 toneladas de residuos recolectados que van a las billeteras digitales de las empresas, hogares, universidades y colegios inscritos en la plataforma”, explicó en Expo ProBarranquilla en 2022. Con los ingresos generados, las personas pueden solicitar una transferencia bancaria o adquirir productos en Muta realizados de manera sostenible y con materiales reciclados. “Así es como demostramos lo que es la economía circular”, añadió.
Caiaffa y su equipo están dedicados a cambiar la percepción sobre los residuos, pues deben convertirse en materia fundamental de las distintas industrias para poder generar una economía verdaderamente circular que permita alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Por eso, además de buscar más “mutantes” –así llama a las más de 1.500 familias, empresas e instituciones educativas que utilizan la tecnología de la plataforma–, organizan limpiezas de playa y eventos educativos para generar consciencia.
Su propósito por cambiar la relación de los colombianos con la basura lo llevó a crear un proyecto de crédito verde junto con la Fundación Santo Domingo y Bancoldex. La idea, que surgió luego de su participación en el programa Caribe Exponencial, consiste en una línea de financiación de economía circular. “Un restaurante puede solicitar un crédito para comprar un horno nuevo, y pagar la cuota del crédito con los residuos que genera. La venta de los residuos aprovechables no entra en el flujo de caja de ninguna empresa”, comentó en el evento de ProBarranquilla.
Su juiciosa exploración del mundo del reciclaje y la economía circular, le permitió darse cuenta de la realidad que viven los recicladores del país. “Hay muchas personas en condiciones muy precarias haciendo la labor de reciclaje. No sabían qué eran unas vacaciones o una incapacidad. Así que Muta le metió tecnología e innovación al reciclaje no solo para optimizarlo, sino para mejorar las condiciones de vida de los recicladores. Por ejemplo, nosotros les pagamos a los dueños de negocios para que separen el material y así los recicladores no tengan que hacer la tarea de esculcar en la basura”, dice.
Caiaffa no se considera empresario, sino un reciclador que quiere ver progresar a otros en la economía circular. Ahora, viaja constantemente a México porque el próximo año abrirá operaciones allá. Su sueño es que cada vez haya más ‘mutantes’ en el mundo.
*Apoyan Ecopetrol, Movistar y Fundación Corona.
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