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Unirse, callarse u oponerse: el dilema del uribismo frente a Abelardo De La Espriella

El candidato ultra pulveriza la intención de voto entre los aspirantes de la derecha. Los restantes se dividen entre quienes nunca lo apoyarían y los que consideran adherirse a él para competir contra el petrismo

Camila Osorio

En la derecha política de Colombia ya es claro que uno de los candidatos se consolida como delantero entre quienes quieren llevar la batuta del antipetrismo, pero muchos de ellos están renuentes a extenderle la mano. El fortalecido candidato se llama Abelardo De La Espriella, es abogado penalista y vendedor de la marca propia de ron Defensor. No ha competido nunca en elecciones, pero que en las dos encuestas más recientes aparece con dos dígitos de intención de voto: 14% en la del Centro Nacional de Consultoría, y 18% en Invamer. Aunque sigue lejos del puntero, el senador de izquierdas Iván Cepeda, aparece tres o cuatro veces más arriba que los demás aspirantes de la derecha, que alcanzan máximo el 4,2%. Esa última cifra es la que Invamer da a la intención de voto por Miguel Uribe Londoño, padre del senador asesinado en junio y a quien su partido, el Centro Democrático, ha expulsado de la lista de aspirantes. Esa pelea de Uribe Londoño con su propio partido es una muestra de cómo la derecha, y especialmente el uribismo, tambalean frente al impulso de De La Espriella, un candidato fuerte para con varios talones de Aquiles por sus posiciones de ultraderecha y por su polémico pasado.

El expresidente Álvaro Uribe, líder del Centro Democrático, recibió una llamada de De La Espriella el lunes en la mañana en la que, según un comunicado del partido, el candidato le contó que Uribe Londoño había decidido unirse a su campaña. Aunque Uribe Londoño niega tal decisión y haber hecho dicha llamada, el partido le creyó al penalista. El choque y la tajante decisión, anunciada pocas horas después de que se conociera la encuesta de Invamer, indica la presión que siente la derecha para confirmar pronto una coalición contra la izquierda, y la fuerza que ha ganado el outsider ultra para encabezarla. De hecho, ya el expresidente Uribe Vélez había abierto la puerta a una en una coalición que “va desde De La Espriella hasta Sergio Fajardo”. El agua parece moverse cada vez más hacia al primer nombre.

Sin embargo, con menos prisa, el expresidente ha dicho también que piensa mantenerse firme en elegir uno de los precandidatos de su partido, con en un sistema mixto que involucra un colegio electoral y una encuesta hecha por una empresa chilena, para que participe en una consulta de toda la derecha el día de las elecciones legislativas, en marzo. Sin Uribe Londoño, el proceso sigue adelante con una que incluirá con tres senadoras, María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Paola Holguín. Pero ninguna he alcanzado el 1% en intención de voto en las encuestas recientes, por lo que el partido de Uribe parece dirigirse hacia el apoyo a un candidato ajenos a sus huestes.

De La Espriella disfruta su fortaleza del momento y habla con la confianza de un ganador. “No descarto alianza con nadie, siempre y cuando esa persona no haya estado apoyando al régimen [de Petro]”, dijo entrevista con La W. “Hago un llamado a todos los líderes, que son gente muy importante, así no aparezcan con mucha opción hoy en las encuestas. Yo los respeto a todos, los valoro a todos, les digo: oigan, es momento de pensar en Colombia”. Celebró además que ya este lunes se le unió uno de ellos, el senador liberal Mauricio Gómez Amín, que aparecía en la encuesta de Invamer con un 0,4% de intención de voto. De La Espriella, explicó el político barranquillero al anunciar su apoyo, es quien “tiene la fortaleza para derrotar a la izquierda radical, unir a Colombia y devolverle a este país el rumbo, la seguridad y la esperanza”.

Hace pocas semanas el abogado sugería hacer una encuesta en diciembre entre todos los candidatos de la derecha para irse ya unidos a las elecciones de mayo, una propuesta que no tuvo mucho entusiasmo entre sus competidores, que claramente perderían y que también dudan de qué tan viable es que el penalista venza a Cepeda en una posible segunda vuelta. La encuesta de Invamer señala que perdería por un margen amplio, con la izquierda sumando el 59,1% de los votos y la derecha solo el 36,2%. De hecho, el exministro conservador y precandidato independiente Mauricio Cárdenas, de los renuentes en la centroderecha a unirse a De La Espriella, resaltó ese dato. “La encuesta acaba con un estribillo de las últimas semanas, de que todos teníamos que unirnos a Abelardo De La Espriella, que esa era la única manera para ganar las elecciones y derrotar al Pacto Histórico”, dijo en un evento este lunes.

Quien más ha hecho eco del argumento de que De La Espriella es una mala opción contra Cepeda es Vicky Dávila, cuya candidatura se desinfló después de que apareció “El Tigre”, como se identifica a De La Espriella en su campaña. “El candidato del 18% está es haciendo mucho daño al país, y poniéndole a los colombianos en bandeja de plata ante el candidato heredero“, insistió la experiodista. Dávila ha buscado resaltar los que señala como nubarrones en el pasado de De La Espriella, como su asesoría jurídica a Alex Saab, el colombovenezolano señalado de ser testaferro de Nicolás Maduro, pero ahora toma más fuerza su argumento sobre las pasividades en la hipotética segunda vuelta. ”Si el resto de la oposición se junta, se tendrá la posibilidad de ganar en primera vuelta, y con seguridad en segunda”, insistió la precandidata, que en Invamer aparece con un 3,7% de intención de voto.

Algunos candidatos de la derecha no cierran la puerta del todo a De La Espriella, como el exdirector del DANE, Juan David Oviedo. “No estamos para vetar personas, pero hasta el momento el propósito de él es derrotar a un enemigo personal, que es Gustavo Petro e Iván Cepeda. Para nosotros el enemigo es más grande, es que en 2050 Colombia va para vieja, pobre e informal”, dijo cuando le preguntaron sobre una posible alianza. Oviedo ya ha estado en conversaciones para una unión con Cárdenas y los exsenadores David Luna y Juan Manuel Galán. Este último ha expresado que no le interesa unirse con el penalista, pues considera que tiene “es más un discurso de tipo populista, sin decir realmente cómo se van a ejecutar, a gobernar, administrar y gerenciar”. Ese dilema, entre unirse u oponerse, se balancea el futuro de una derecha política colombiana que quiere recuperar el poder.

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Sobre la firma

Camila Osorio
Corresponsal de cultura en EL PAÍS América y escribe desde Bogotá. Ha trabajado en el diario 'La Silla Vacía' (Bogotá) y la revista 'The New Yorker', y ha sido freelancer en Colombia, Sudáfrica y Estados Unidos.
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