Petro se desnuda respondiendo a Trump
“Los productos norteamericanos cuyo precio subirá deben ser reemplazados por producto nacional”, puso Petro en un trino. Interesante e iluso. Valiente e improbable
“Trump, a mi no me gusta mucho viajar a los EEUU, es un poco aburridor”, así comenzó el trino del presidente de Colombia en respuesta al anuncio hecho por el Gobierno de Donald Trump sobre las sanciones que le corresponden a Colombia (país) por una decisión de su presidente (Gustavo Petro) a través de la cual rechazó el aterrizaje en Colombia de unos aviones con inmigrantes ilegales deportados.
Petro, que no es un país, sino una persona, deja ver en ese primer renglón, así como en los siguientes párrafos de su maxi trino (fueron 18 párrafos en total) que las decisiones que impactan a Colombia (país) poco le importan. Prefiere hacer gala de su amplia e innegable cultura, así como de la poética de su lenguaje (que otros llamarían verborrea) para expresar con desdén que le tiene sin cuidado que le quiten la posibilidad de entrar a los Estados Unidos y que para él la decisión de Trump no es más que un golpe de Estado (de esos mismos que viene anunciando Petro casi desde el día en que se posesionó como presidente y que al paso que vamos se quedará en un sueño por cumplir como gran parte de sus promesas de campaña). Fueron 18 párrafos para hablar de sí mismo en lugar de dejar en claro el porqué de su decisión de rechazar el aterrizaje de un avión cuyo despegue Petro mismo había autorizado o de proponer un mínimo diálogo con el mandatario de los Estados Unidos o su secretario de Estado para evaluar la situación y tomar medidas.
En 18 párrafos twitteros no hubo espacio para unas palabras de aliento o preocupación hacia los empresarios y trabajadores de aquellas compañías que viven gracias a sus negocios con los Estados Unidos. En 18 párrafos twitteros no hubo espacio para una reflexión sobre la inmigración ilegal de colombianos, ni sobre los motivos que han hecho del suyo uno de los Gobiernos en donde más se ha incrementado el número de colombianos que corren al exterior a solicitar asilo. En 18 párrafos twitteros el presidente Petro se quiso mostrar como una suerte de héroe regional, pero en realidad le faltó aquello que hace grandes a los héroes: ayudar a los demás.
“Los productos norteamericanos cuyo precio subirá (…) deben ser reemplazados por producto nacional”, puso más tarde el mismo Petro en otro trino. Interesante e iluso. Valiente e improbable. Porque a menos que conozca la forma de construir fábricas, procesadoras de alimentos, complejos industriales y redes logísticas con solo chasquear los dedos, un país (el que sea) no puede de un día a otro reemplazar aquello que viene comprando desde hace décadas a productores extranjeros. La extrema sabiduría del presidente exige también un poco de humildad (cosa que parece no ser su fuerte) para entender que sus órdenes no son palabras mágicas. Yo puedo gritarle a la chaqueta que me acabo de poner “¡baila, chaqueta, baila!”, pero ella no va a bailar así me desgañite gritando aquello.
Es exactamente lo mismo con los negocios que vendrán a pique (con su correspondiente tragedia en el mercado laboral). Trina Petro: “El ministerio debe ayudar a dirigir nuestras exportaciones a todo el mundo diferente de EEUU”. ¿Y ya? ¿Con eso resolvió el asunto? ¿Y qué pasa si el ministerio fracasa? ¿Qué pasa si no se encuentra mercado? Bueno, tal vez no le importa porque su primer trino lo desnudó: a Petro lo que le inquieta es que Trump entienda que le quitó la visa a una mente tan brillante que ilumina a Twitter con bellas frases y menosprecio a su país. Por cierto, Elon Musk debe estar agradeciendo que Petro –en gran ejemplo de coherencia- siga usando su red social manipuladora.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.