María Fernanda Cabal se postula a la candidatura presidencial del uribismo para 2026

Lo que hasta ahora no había pasado de una especulación se está empezando a hacer tangible: la senadora del Centro Democrático María Fernanda Cabal se ha proclamado este jueves como candidata presidencial de su partido para las elecciones de 2026. Así, de manera pública, su nombre es el primero que se ubica en la línea de partida para unas votaciones en las que la derecha busca retomar el poder tras cuatro años de Gobierno de izquierda.

El anuncio fue hecho en redes sociales, donde Cabal publicó un video en que se la ve en las escalinatas del Capitolio Nacional, en la Plaza de Bolívar de Bogotá, portando una camiseta con el escudo de Colombia, una gorra con camuflado estilo militar y una bandera ante una multitud que la vitorea. “Yo soy Centro Democrático, soy fundadora, aquí estoy y aquí me quedo. Seré la candidata de mi partido y lo haré con todo orgullo representando a millones que claman orden y libertad”, escribió en su cuenta de X.

Tras los cuatro años de Gobierno de su copartidario Iván Duque, que terminó su periodo gravemente afectado en su popularidad, y con Álvaro Uribe, el máximo líder de la derecha en 20 años, atendiendo sus asuntos con la justicia y manteniendo un perfil político bajo, ese sector del espectro político adolece de la falta de una cabeza visible. Cabal, representante del ala más radical del uribismo, ha emergido como una de las figuras alrededor de las cuales podría unirse la derecha para regresar al poder. Su anuncio de este jueves era predecible por eso, pero también porque no había ocultado su deseo de postularse: “Si es la voluntad de Dios, seré presidenta de Colombia. Es mi momento”, dijo a este diario en una entrevista en mayo de 2023.

Por otra parte, es quizá la política de derecha con los vínculos mejor aceitados con otros políticos derechistas fuera de Colombia, especialmente con los más radicales. En ese mismo mes de mayo, fue invitada por el partido español de extrema derecha Vox a un acto político en Guadalajara. Allí, entre un público que la arropaba con aplausos, la senadora jugaba de local: “La memoria es la favorita de la izquierda porque crea mitos y leyendas, que es de lo púnico que viven. Porque no les bastó asesinar 150 millones de seres humanos para seguir con la propaganda”, dijo.

Casi un año después, en abril pasado, en un momento tenso para las relaciones entre Colombia y Argentina por unos insultos del presidente Javier Milei contra Gustavo Petro, Cabal no dudó en alinearse con el ultra: “¡Viva la libertad! La decisión de Gustavo no representa a los colombianos. Estamos contigo, Javier Milei. ¡Aquí también venceremos a la casta!”. Tampoco ha ahorrado elogios para el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, con quien Petro ha protagonizado algunos roces, o para los exmandatarios Jair Bolsonaro, de Brasil, y Donald Trump, de Estados Unidos.

Nació en Cali hace 57 años como la menor de tres hijas de una familia muy conservadora y de clase alta de la capital del Valle del Cauca. Su esposo es el dirigente ganadero José Félix Lafaurie, también de larga tradición de derecha, pero quien ha dado muestras de apertura frente al Gobierno: firmó un aplaudido pacto para entregar tierras para la reforma agraria y es miembro de la delegación de paz del Ejecutivo en las enredadas negociaciones con la guerrilla del ELN.

La proclamación de Cabal como candidata presidencial llega 10 años después de su entrada en la política, cuando fue elegida como representante a la Cámara por Bogotá en las elecciones de 2014. Por entonces era una desconocida para la opinión pública, pero su lista fue la más votada, en una época en que el uribismo se fortalecía como la principal fuerza de oposición contra su otrora aliado, el presidente Juan Manuel Santos. Su talante provocador empezaba a ganar fama: ya había mandado al infierno al premio Nobel Gabriel García Márquez cuando murió, indignada por su amistad de décadas con el líder cubano Fidel Castro. Luego vendrían la negación del cambio climático o la creencia de que las humanidades crean fanáticos con ideas estúpidas. Desde este jueves, su estilo bronco y directo será todavía más visible.

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