_
_
_
_

Petro sobre la poeta nicaragüense Gioconda Belli: “Ortega hace lo mismo que Pinochet”

El presidente de Colombia endurece su tono ante las confiscaciones que afectan a los opositores del régimen de Nicaragua

Santiago Torrado
El presidente colombiano Gustavo Petro
Gustavo Petro a su llegada a la ceremonia para conmemorar el 50 aniversario del golpe de Estado en Chile, en el palacio de La Moneda de Santiago, el 11 de septiembre 2023.IVAN ALVARADO (Reuters)

Por si persistía algún asomo de duda, Gustavo Petro ha terminado de desmarcarse del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua. El presidente de Colombia, de visita en Chile para conmemorar los 50 años del golpe de Estado contra el socialista Salvador Allende, ha cerrado filas en defensa de la escritora Gioconda Belli y ha tildado de dictador al presidente nicaragüense al compararlo con Augusto Pinochet en su pronunciamiento más contundente hasta la fecha.

“Toda mi solidaridad para Gioconda Belli, poeta de la resistencia nicaragüense contra Somoza, ahora perseguida por Ortega”, escribió Petro en X (antes Twitter), su red social predilecta. “¡Qué paradoja! Aquí, en Chile, recorro casas de poetas chilenos a quienes la dictadura allanaba sus casas y asesinaba y Ortega hace lo mismo que Pinochet”. Su mensaje replicaba otro en el que la escritora denunciaba la confiscación de su casa en Managua.

Petro endurece así el tono de sus mensajes con respecto a Ortega y sella el giro diplomático de su Gobierno. La Cancillería colombiana ya se ha estrellado en numerosas ocasiones con la hostilidad del régimen nicaragüense, pero es la primera ocasión en que el propio presidente es tan contundente.

En el enésimo choque, Colombia había expresado el mes pasado su “preocupación” ante la confiscación de la jesuita Universidad Centroamericana de Nicaragua (UCA), que se había convertido en el último reducto de libertad de pensamiento en un contexto de brutal represión. La Cancillería condenó entonces con vehemencia “todas las medidas que limitan la libertad religiosa, de cátedra y de expresión” en Nicaragua, lo que Managua calificó de “posición intervencionista” en un pronunciamiento cargado de descalificaciones.

Las tensas relaciones entre Bogotá y Managua son un asunto sensible, pues ambas capitales han mantenido por años un agrio diferendo limítrofe en el mar Caribe que involucra las aguas que rodean el archipiélago colombiano de San Andrés y Providencia. Nicaragua se ha convertido en un campo minado para la diplomacia colombiana.

A mediados de julio, la Corte Internacional de Justicia en La Haya falló a favor de Colombia en el tercer proceso de ese añejo diferendo marítimo –que se remonta a 2013–, con lo que negó a Managua su pretensión de extender su plataforma continental mar adentro. Dos fallos previos habían sido más favorables a las aspiraciones de Nicaragua. Petro en ese entonces prometió un acercamiento para alcanzar un acuerdo. “Hablaremos con Ortega sobre cómo podemos hacer que los pueblos del Caribe, los pueblos raizales, puedan tener derecho a la pesca sin ser molestados”, declaró el pasado 20 de julio, desde la propia isla de San Andrés, en el marco de las celebraciones por el Día de la Independencia.

Ese fallo, recibido con alivio en Colombia, también hizo olvidar la polémica en torno al embajador de Bogotá en Managua, el político León Fredy Muñoz, que una semana antes de la esperada decisión de La Haya participó en una marcha en celebración de la Revolución Sandinista de 1979, y en apoyo del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

A pesar de algunas salidas en falso que le valieron una lluvia de críticas en el inicio de su periodo, el Gobierno de Petro ha acabado por sumarse a la amplia condena internacional a Ortega, luego del destierro de centenares de presos políticos en febrero. La Cancillería rechazó en su momento “los dictatoriales procederes de quien hace traer a la memoria los peores momentos de la dictadura de Anastasio Somoza”, en referencia al autócrata al que derrocó la Revolución Sandinista, liderada por Ortega. Colombia incluso le concedió la ciudadanía al escritor Sergio Ramírez, quien junto a Gioconda Belli es parte de los más de 300 opositores nicaragüenses despojados de su nacionalidad. “Lo que nos han quitado con mano siniestra, Colombia nos lo devuelve con mano generosa”, dijo Ramírez el mes pasado al agradecer el gesto durante la ceremonia de nacionalización en la embajada de Colombia en Madrid.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del país.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Santiago Torrado
Corresponsal de EL PAÍS en Colombia, donde cubre temas de política, posconflicto y la migración venezolana en la región. Periodista de la Universidad Javeriana y becario del Programa Balboa, ha trabajado con AP y AFP. Ha cubierto eventos y elecciones sobre el terreno en México, Brasil, Venezuela, Ecuador y Haití, así como el Mundial de Fútbol 2014.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_