La presencia de Colombia en Cannes es netamente femenina

¿Cuánto cuesta producir belleza?, fue la pregunta que en 1989 se hicieron Marta Rodríguez y Jorge Silva. Para responderla, grabaron el documental Amor, Mujeres y Flores, que denunciaba la explotación que sufrían las trabajadoras de la floricultura en Colombia. Durante el rodaje murió Silva; su compañera sentimental y codirectora terminó el filme en medio del duelo. Cuarenta años después, el equipo de su fundación Cine Documental restauró la película y esta quedó elegida en la sección Cannes Classics en el Festival de Cine de Cannes 2023. La colombiana Carla Melo Gampert también participará del evento con su obra La Perra, que hará parte de la competencia oficial de cortometrajes.

En el evento que se lleva a cabo desde el 16 de mayo e irá hasta el sábado 27 en la Riviera Francesa, el nombre de Rodríguez —pionera del cine documental en Colombia— estará al lado de históricos de la industria cinematográfica como Jean Luc Godard, a quien se le rinde homenaje póstumo, Man Ray, Wim Wenders o Hirokazu Kore Eda. Todos tendrán exhibiciones en la sección “clásicos” creada en 2004 con la intención de presentar cintas icónicas en sus versiones restauradas.

Su estreno mundial fue el pasado domingo 21 en la Sala Buñuel del Palais des Festivals et des Congrès de Cannes. Estuvo seguido de un debate con Collectif 50/50 y Femmes à la caméra, organizaciones feministas que, en concordancia con el tema de la película, visibilizan la brecha de género en espacios laborales. Rodríguez, de 89 años, no pudo viajar a Francia, pero envió a su hijo Lucas Silva en representación y habló con EL PAÍS de la alegría que siente de que la cinta siga proyectándose: “Siento una inmensa satisfacción que esta obra que tuvo tantas dificultades tenga un espacio en el Festival. Estoy muy agradecida ¡Que viva el cine colombiano!”.

De acuerdo con información de la fundación Cine Documental, la restauración fílmica y digital se realizó al estilo del Nuevo Cine Latinoamericano, como se grabó originalmente, y fue posible gracias a un intercambio cultural con la Cinemateca del Ecuador. El proceso estuvo a cargo del productor Felipe Colmenares, quien trabaja de la mano de la documentalista desde hace varios años.

Rodríguez no fue la única en aterrizar en Cannes. Carla Melo Gampert, artista visual colombiana, llegó para hacer historia con La Perra, la primera película profesional de animación colombiana en competir en este Festival clase A. Su corto fue escogido entre 4.288 producciones y competirá contra 11 cortometrajes de todo el mundo.

Durante alrededor de 14 minutos, La Perra muestra la transición corporal y emocional que implica pasar de ser niña a convertirse en mujer adulta. Debe su título a un animal de compañía que regalaron en la infancia a la directora y que la acompañó hasta hace poco, como queda plasmado en su obra, que fue dibujada a mano de principio a fin en técnica de tinta y acuarela.

Melo Gampert ha enfatizado la importancia de que se le haga eco al trabajo de mujeres cineastas en espacios tan prestigiosos: “Es un logro especial para la animación latinoamericana porque se le abre un espacio a esta forma de hacer cine. Y al ser festivales tan famosos se visibiliza el cine hecho por mujeres y en este caso desde Colombia. Estoy muy feliz”. La realizadora ya ha dirigido los cortometrajes: Por ahora un cuento (2018) y RUIDO (2019).

Frente a ediciones pasadas del Festival, este año se presentó una mejora significativa en la presencia de directoras. Solo en la selección oficial, la sección más visible y en la que se compite por la aclamada Palma de Oro, 6 de las 19 cintas fueron encabezadas por mujeres, un 31%, que es la mayor proporción en la historia del evento que nació en 1946.

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