Cuba acogerá los próximos diálogos de paz con el ELN

Después de haber pasado por Venezuela y México, Cuba acogerá los próximos diálogos de paz del Gobierno de Colombia con el ELN, según informó este miércoles la mesa de negociación a través de un comunicado. Las partes no concretaron una fecha, solo dijeron que comenzarán después de una pausa tras las sesiones que se están celebrando estos días en la Ciudad de México y que han producido “avances sustanciales en la agenda de las conversaciones”.

La mesa de diálogo ha querido recordar el papel que ha desempeñado Cuba en las negociaciones de paz. De hecho, allí, en La Habana, se firmó el acuerdo entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC, después de seis años de negociación. “Las delegaciones de paz del Gobierno colombiano y el ELN agradecen profundamente al Gobierno cubano y a su pueblo por la disposición incondicional y el apoyo fundamental que, desde hace más de cuatro décadas, han brindado a los esfuerzos de construcción de paz en Colombia”, se lee en el comunicado.

Precisamente en Cuba se celebraban en 2019 unas conversaciones entre el Gobierno del entonces presidente Iván Duque y esta guerrilla, la última activa en Latinoamérica, cuando un guerrillero estrelló un carro bomba contra una escuela de cadetes en Bogotá. En el atentado murieron 23 personas. El suceso interrumpió de manera abrupta el diálogo. Los dirigentes del ELN se quedaron varados en unas instalaciones a las afueras de La Habana, hasta que Gustavo Petro, el sucesor de Duque, ha decidido entablar de nuevo conversaciones con el grupo armado tres años después.

El próximo viernes la mesa informará de los avances que ha tenido en México. Se esperaba que de este diálogo saliera un alto el fuego que condujera la negociación en medio de una tregua, pero para la guerrilla no resulta nada sencillo concretarla. Además de su enfrentamiento con el Ejército colombiano, se disputa el territorio con otros grupos como el Clan del Golfo o las disidencias de las FARC. En estas últimas militan guerrilleros y mercenarios que no se acogieron o desertaron del proceso de paz de 2015. Según fuentes de la negociación, en México se ha discutido más bien el mecanismo con el que se puede concretar el armisticio.

Petro tiene puestas muchas esperanzas en que este diálogo fructifique en un acuerdo. Otros seis presidentes antes que él lo han intentado sin ningún éxito. Desarmar a la guerrilla supondría poner la primera piedra de la paz total. A la vez que negocia con el ELN, el Gobierno quiere sentarse a hablar con otros grupos con carácter político, como una parte de las FARC, y que la Fiscalía someta a la justicia a narcotraficantes y criminales comunes. Sin embargo, el proyecto parece enredado en discusiones jurídicas, políticas y cierto desorden interno que amenazan con tumbarlo.

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