La ministra de Salud de El Salvador: “Beatriz se ha convertido en un símbolo”
Las autoridades inciden en que la intervención era necesaria para salvar a la mujer
El caso de Beatriz, la joven salvadoreña cuya vida peligraba por un embarazo de riesgo, ha puesto sobre su país los ojos de la comunidad internacional. Su situación y la del hijo inviable que esperaba ha desencadenado el debate sobre la interrupción del embarazo en El Salvador, donde está prohibido en cualquier supuesto. “Beatriz se ha convertido en un símbolo en el mundo”, ha remarcado esta noche la ministra de salud de ese país, María Isabel Rodríguez.
Beatriz permanece en cuidados intensivos después de que los médicos, al detectar que presentaba síntomas de iniciar el parto de manera natural, le practicaran una cesárea. El hijo que esperaba ha nacido, tal y como mostraban los exámenes médicos, anencefálico (sin cerebro) y con otras anomalías graves. Solo ha vivido cinco horas. “El análisis del caso es una lección. Los informes médicos y las pruebas ya lo mostraban, se había calculado y se había dicho que la sobrevivencia del hijo era nula”, ha incidido Rodríguez en una entrevista en canal cinco de televisión.
Rodríguez, que ha sido muy criticada por algunas organizaciones antiabortistas por apoyar a Beatriz y por insistir en que los médicos debían darle todos los cuidados necesarios para garantizar su supervivencia –incluido, si hubiese sido el caso, la interrupción del embarazo mediante un parto sobrevenido-, ha insistido en que la intervención que los médicos han practicado hoy era absolutamente necesaria. “Había riesgo de rotura del útero”, ha apuntado. La decisión, ha dicho, ha sido “racional justa y adecuada”.
Morena Herrera, portavoz de la Agrupación para la Despenalización del Aborto, critica la espera a la que ha sido sometida la mujer. “Estamos contentos porque por fin han intervenido a Beatriz, pero estamos tristes porque el proceso fue muy largo y por el sufrimiento que eso le ha causado. Es tremendo que la obligaran a llegar a estas alturas por una criatura inviable. Es una injusticia tremenda someter a la mujer a este nivel de tortura”, ha recalcado. “Estamos esperando a que salga de cuidados intensivos, pero esperamos que cuando se recupere físicamente lo haga también psicológicamente, porque ha sido muy dañada”, incide.
Herrera explica que las presiones sobre Beatriz y sobre los médicos han sido muy fuertes durante todo el procedimiento. A las manifestaciones de las asociaciones antiabortistas se ha sumado también el discurso de la Conferencia Episcopal de El Salvador que ha emitido un comunicado en el que rechazaba cualquier tipo de intervención. “Es muy doloroso que las mujeres tengan que pasar por situaciones como estas”, ha declarado Herrera.
El abogado de Beatriz, Dennis Muñoz, se muestra satisfecho con que los médicos hayan realizado por fin la intervención. “Sea por parto sobrevenido o por cesárea, como ha sido, se ha preservado su derecho a la salud y a una vida digna. Pero se ha tardado demasiado tiempo”, ha apuntado. Para Muñoz, que ha llevado el caso de la joven ante la Sala de lo Constitucional para solicitar un amparo que le autorizase un aborto, con esto se cierra un capítulo importante en la historia de El Salvador. “Un capítulo más sobre la vulneración de los derechos humanos de las mujeres pobres. Porque no olvidemos que son las más perjudicadas. Una mujer con recursos no se ve sometida a estas necesidades, ni hubiera pasado por lo que pasó Beatriz. Hubiera salido del país para interrumpir su embarazo, con toda probabilidad”, ha agregado.
El caso de Beatriz no es único, aseguran en la Agrupación Ciudadana. De hecho, Naciones Unidas ha pedido a El Salvador que revise su veto total al aborto para evitar este tipo de situaciones. La ONU ha instado al Gobierno de Mauricio Funes a abrir un debate nacional para revisar una legislación que en 1998 prohibió la interrupción del embarazo. El Salvador es uno de los cinco países, junto a Nicaragua, Honduras, la República Dominicana y Chile, que prohíben totalmente el aborto.
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