Iglesias asume el riesgo de que Podemos sea un partido más y perder atractivo
El líder de la formación: “Puede ser que ganemos en cuatro años o que nos demos una hostia”
Pablo Iglesias reconoció este lunes que, tras el 26-J, Podemos puede perder peso y normalizarse en la oposición parlamentaria. “Puede ser que ganemos las elecciones en cuatro años o que nos demos una hostia de proporciones bíblicas”, resumió el secretario general de la formación. Estas palabras, pronunciadas en un curso de verano de la Universidad Complutense en El Escorial, reflejan el principal dilema que afrontan los dirigentes del partido. Podemos entra en una nueva fase y debate cómo gestionarla. Lo hicieron , además de Iglesias, Íñigo Errejón, Irene Montero, Luis Alegre y Juan Carlos Monedero. La discusión confirmó diferencias sobre la filosofía del proyecto. Todos coincidieron en la necesidad de definir su papel en el Congreso.
Podemos lo fió todo, desde las elecciones europeas de mayo de 2014, al ahora o nunca, a la guerra relámpago para tratar de ganar las elecciones. No lo logró. El 26 de junio su alianza con IU consiguió 71 diputados. Del equilibrio entre su trabajo en el Parlamento y su presencia en la calle depende en buena medida su éxito en el futuro. Iglesias reconoció los riesgos de este nuevo ciclo político. “Entramos en una fase en la que nos tenemos que convertir en un partido normal y eso tiene enormes riesgos”, concedió Iglesias, que mantuvo la necesidad de llegar a acuerdos con el PSOE en las próximas citas electorales.
“El desafío me impresiona, incluso me acojona, porque pasar de ser partisano a ser un ejército regular no va a ser fácil y nadie garantiza que nos vaya a salir bien. Después de cuatro años de oposición parlamentaria, o de tres o de dos, puede pasar que nos consolidemos como alternativa de Gobierno o que Unidos Podemos no funcione como ejército regular”, consideró. Entre las dificultades que afronta el partido se halla la de la institucionalización. “Hemos sobrevivido gracias a que teníamos sex appeal; nuestra capacidad para mantenerlo se ha reducido. El trabajo parlamentario puede ser maravilloso y puede ser el camino al cretinismo político”, opinó Iglesias.
La única forma para evitar ese bache consiste en demostrar la utilidad de Podemos, según Errejón. Y para ello, en su opinión, el partido debe progresar. “No queda ni mucho menos excluida la posibilidad de que Podemos gobierne en España, pero va a ser otro Podemos, otra cosa. Más predecible, menos sexy, y que genere menos miedo, menos incertidumbre”, afirmó. Mientras Irene Montero defendió la necesidad de mantener los vínculos con los movimientos sociales, Errejón insistió en la doble tarea de su formación: “Prometer una refundación nacional al mismo tiempo que garantizamos que somos útiles”
Ambos, en cualquier caso, coincidieron en que la dirección nacional, que el sábado se reúne en el primer consejo ciudadano tras las elecciones, debe fortalecer la estructura organizativa. Si la jefa de gabinete de Iglesias ha reconocido que el partido ha descuidado a los círculos, Errejón ve necesario formar nuevos cuadros. “Fabricar relevo”, lo llamó. Esta semana, en definitiva, Podemos ha aparcado sus aspiraciones de ganar y ha asumido su futuro como fuerza de oposición.
Errejón evita la crítica: “Garzón suma”
El número dos de Podemos, Íñigo Errejón, es crítico con los planteamientos de Alberto Garzón. Pero ayer evitó polemizar con él pese a los dardos que el líder de IU le lanza en el libro Conversación con Alberto Garzón. Boceto de un futuro posible (Editorial Turpial). "Creo que Alberto Garzón sí que suma para Unidos Podemos, y suaviza y hace más fácil la transición en el voto hacia Unidos Podemos", consideró. "Ha sido así y puede seguir siendo", agregó el secretario político de la formación, quien discrepa del proyecto defendido por el coordinador general de la federación de izquierdas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.