Rajoy incluye a los independentistas catalanes en su ronda de consultas
El PP ralentiza los contactos con otros dirigentes para que PSOE y Ciudadanos reposen el resultado del 26-J
"La intención es hablar con todos los grupos políticos". Esa fue la declaración más clara y con mayor información que aportó este viernes la vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, sobre el criterio de Mariano Rajoy para entablar ahora una ronda de conversaciones con todos los partidos para formar un Gobierno en España. Santamaría tan solo añadió que Rajoy quiere llevar este proceso "de su mano" con "discreción, seriedad y rigor" y evitando la exposición pública que se ha vivido durante los seis meses transcurridos desde las anteriores elecciones. Y precisó que aunque la gran prioridad para lograr ese Gobierno estable es el PSOE, en esta ocasión incluirá en sus charlas a los partidos nacionalistas catalanes que tendrán grupo propio en el nuevo Congreso.
Cuando se le preguntó directamente a la vicepresidenta si al aludir a que Rajoy se quiere reunir ahora con todos los partidos estaba incluyendo en esa batería de contactos a Esquerra Republicana de Catalunya y a Convergència Democràtica, Santamaría asintió y dijo: "Con todos los grupos políticos". Más tarde, ya sin micrófonos, apostilló que la idea es concertar encuentros con todos los partidos que tienen tras el 26-J grupo parlamentario propio menos Bildu, que ahora tiene solo dos escaños. Tras las elecciones del 20-D, sin embargo, Rajoy evitó verse con ERC y CDC pero en el Gobierno entienden que el escenario ha cambiado algo con esas dos formaciones separatistas y se puso el ejemplo de la reanudación de los contactos con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
Ya en charla informal, la vicepresidenta recomendó tranquilidad a los periodistas durante el fin de semana y que no esperen improvisadas reuniones o llamadas intempestivas. El consejo de Santamaría remite a que Rajoy retomará ya la actividad pública con más llamadas de teléfono y posibles reuniones a partir del próximo lunes. Fuentes del Gobierno señalaron que este periodo de calma servirá también para que todos los partidos, y especialmente el PSOE y Ciudadanos, "reposen" y digieran un poco los resultados electorales y mediten algo más sus declaraciones públicas y los vetos que continúan imponiendo sobre el PP y su candidato.
La número dos del Ejecutivo apenas se saltó el guion acordado con Rajoy en su comparecencia tras el Consejo de Ministros: "El presidente del Gobierno tiene la intención de hablar con todos los grupos políticos en este proceso". Fue su primera respuesta a las preguntas que se agolparon sobre cuándo y cómo tiene pensado Rajoy abordar esta negociación. Luego apenas añadió sobre la posible metodología que la intención de Rajoy "es llevar esta cuestión muy de su mano, con rigor, seriedad y discreción".
La vicepresidenta aceptó que hay prisa y urgencia por formar "un Gobierno estable" para poder encarar, por ejemplo, los compromisos económicos europeos y las transposiciones comunitarias que requieren rango de ley, pero luego recomendó calma para evitar los procedimientos y las escenas vistas públicamente durante los últimos meses.
Santamaría rechazó así la idea lanzada desde algunos sectores de Ciudadanos de llegar a un acuerdo con el PP para que gobierne España, pero a cambio de que se someta ese presidente a una moción de confianza a mitad de mandato, es decir, a los dos años. La vicepresidenta cree que lo que los españoles han reclamado en las urnas refleja un mensaje claro de un Gobierno estable del PP y presidido por Rajoy. Luego, sobre una pregunta de Podemos y su encuesta interna para valorar su resultado, Santamaría consideró adecuado que todos los partidos se tomen ahora un tiempo para reflexionar y valorar el cumplimiento de sus objetivos.
Todas esas frases contenidas y comedidas conducen a dos escenarios. El asunto de las negociaciones lo lleva directamente Rajoy con muy poca participación e información de calidad entre sus colaboradores y, además, lo quiere gestionar a su manera, es decir, con contactos, llamadas y hasta encuentros que no tienen que trascender a la opinión pública y los medios de comunicación. Ese es el plan y cómo lo pretende ejecutar. La vicepresidenta no negó que haya podido producirse ya algún tipo de "tantetos", tomas de contacto o sondeos.
La única llamada pública y conocida hasta ahora se produjo el jueves con el presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, con el que cerró una cita en La Moncloa el próximo martes, a la que acudirá acompañado del secretario general de esa formación, José Miguel Barragán.
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