“Aunque recuperamos la confianza de los votantes queda mucho por hacer”

El PSOE no participará en gobiernos que no presida, ni ofrecerá a otros partidos que se incorporen a gabinetes encabezados por un socialista. Esta es la pretensión extendida entre los candidatos autonómicos y los aspirantes a alcaldes, aunque podrá haber excepciones. Los trazos del mapa de alianzas con Podemos se diseñarán hoy en el Comité Federal del PSOE en el que el secretario general, Pedro Sánchez, defenderá gobiernos que ofrezcan estabilidad y confianza.  

Una semana después de la celebración de las elecciones municipales y autonómicas, con ausencias de mayorías absolutas, y la necesidad imperiosa de pactos para formar gobiernos locales y regionales, los partidos políticos mantienen sus estrategias de tanteo y de cierto tacticismo. El PSOE se ve en la necesidad de mover ficha por cuanto que aspira a regir importantes comunidades autónomas y ayuntamientos en los que está en situación preponderante, como primera o segunda fuerza. En la mayoría de los sitios requiere el apoyo de Podemos. La reunión del comité federal de hoy servirá para poner en común los pros y los contras de pedir el apoyo al partido de Pablo Iglesias y también las condiciones para ayudarles donde ellos lo necesiten, como es el caso del Ayuntamiento de Madrid.

Todos los candidatos consultados reconocen que el PSOE tiene que salvaguardar su condición de “partido de Gobierno y de mayorías”, que ofrece “seguridad, confianza y estabilidad”. Estas características son compartidas por el secretario general, Pedro Sánchez, y por los secretarios generales con los que se ha reunido bilateralmente. Una cena, celebrada anoche en la sede del PSOE de Madrid, de Sánchez con todos los secretarios generales tuvo como objeto una puesta en común de preocupaciones y puntos de vista. En nombre del PSOE andaluz estuvo el portavoz parlamentario, Mario Jiménez, al estar la presidenta, Susana Díaz en una recepción con el Sevilla, ganador de la Europa League. El día anterior Díaz estuvo reunida en Madrid con Sánchez y expresó sus posiciones y sus temores.

En el entorno de Sánchez se asegura que hubo sintonía y criterios compartidos. “Cohesión, coherencia y gobiernos que den confianza”, fue la receta de Díaz. La presidenta andaluza no alberga el menor recelo respecto a que Emiliano García-Page tiene que completar su mayoría con Podemos para gobernar en Castilla-La Mancha. Tampoco duda de que el ganador de las elecciones en Extremadura, Guillermo Fernández Vara, debe hacer lo mismo en su región y por descontado el presidente socialista asturiano, Javier Fernández, también ganador, debe tratar de encontrar apoyos en su región, aunque él en segunda vuelta saldrá elegido solo con sus votos.

¿Y en Valencia? La imagen de confusión por la suma de fuerzas diversas y dispersas podría cuadrar en la Comunidad Valenciana. Pero tanto Susana Díaz como el resto de los barones considera inaplazable la formación de una mayoría alternativa al PP por “higiene democrática”.

Los socialistas son conscientes de la ofensiva del PP en su denuncia de que se unen con unos radicales para desbancarlos. Una declaración de Patxi López, secretario de Acción Política, en RNE, creó cierto revuelo. A la pregunta de si el PSOE pactaría con Podemos en unas elecciones generales para que no gobernara el PP, respondió con “las matemáticas” de quienes se pueden poner de acuerdo aunque otros hayan ganado las elecciones; es decir, democracia parlamentaria. Este dirigente aseguró a EL PAÍS que no se refería a próximas elecciones legislativas, sino que realizó “una reflexión general” que él mismo vivió al ser presidente del Gobierno vasco con el apoyo del PP, cuando eran segunda y tercera fuerza política. Se unieron frente al PNV, que ganó las elecciones.