Los sindicatos exigen al Gobierno que rectifique para evitar una huelga general
La Cumbre Social acusa al Gobierno de adoptar una “deriva autoritaria” Los sindicatos piden en la calle un referéndum sobre los recortes Miles de personas se manifiestan en toda España contra las políticas del Ejecutivo
Ya caben pocas dudas. Habrá huelga general en otoño de no mediar una rectificación profunda del Gobierno en su política económica. La Cumbre Social —un foro en el que se integran los sindicatos mayoritarios, UGT y CC, centrales minoritarias como USO y sectoriales como CSI-F o la plataforma Intersindical, y casi 150 organizaciones más— ha medido sus fuerzas para esa cita. Miles de personas salieron este domingo a las calles de 57 ciudades españolas contra los recortes y la política del Gobierno frente a la crisis por ser “antieconómica y antisocial”.
Fue la segunda protesta convocada por la Cumbre Social, tras la del pasado 15 de septiembre. Como entonces, que reclamaba un referéndum que sancione o rechace las medidas del Gobierno, medidas que el PP nunca dijo que tomaría. “No hay duda de que estamos ante un fraude electoral”, atacó el manifiesto, leído por la actriz Nuria Pérez, al final de la manifestación en Madrid. Y por eso, en su opinión, es necesaria la consulta. Pero si no la hay —y parece imposible que el Gobierno se pliegue a esta demanda— el camino ya está trazado. “Si hay huelga general será responsabilidad del Gobierno. Si aceptan convocar el referéndum se abrirá un escenario totalmente distinto. Si no, seguiremos avanzando hacia la huelga general”, declaró el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo.
Pero no confían en que Mariano Rajoy escuche esta demanda y la Cumbre Social y los sindicatos, y andan preparando el siguiente movimiento. “En este país puede haber una huelga general si el Gobierno no cambia significativamente de políticas y de actitud”, exigen los convocantes de la marcha, en el día en que se celebraba la Jornada Mundial por el Trabajo Digno.
¿Cuándo se convocaría ese paro? El 14 de noviembre es el día que tiene más posibilidades. UGT y CC OO quieren que la próxima huelga general coincida con la que hay convocada en Portugal. “Aspiramos a coordinarla con otros países de la UE”, anunciaba ayer el manifiesto. Sin embargo, ha aparecido un obstáculo serio en este calendario: las elecciones catalanas que se celebran el 25 de noviembre. Si el paro tuviera lugar el mismo día que en Portugal, sería la primera vez que los sindicatos españoles convocan una huelga general durante una campaña electoral. Por eso, tampoco es descartable un retraso.
El ensayo de ayer, que coincidía con la Jornada Mundial por el Trabajo Digno, no logró el impacto de septiembre. En la capital se congregaron varios miles de personas, encabezados por una pancarta que rezaba: Más paro, más recortes, menos protección. ¡Quieren arruinar el país! ¡Hay que impedirlo! Detrás de ese lema también había políticos. Por IU estaba Gaspar Llamazares; por el PSOE, Valeriano Gómez, Óscar López, Sergio Gutiérrez y Concha Gutiérrez.
Ni Gobierno ni Policía dieron cifras oficiales de asistencia. Los organizadores calcularon 72.000 personas en Madrid (hace un mes no quisieron dar cifras, aunque fuentes sindicales hablaron de medio millón). No obstante, hay que tener en cuenta que entonces la convocatoria se centró en Madrid, mientras que ayer hubo 57 manifestaciones en toda España. Además, en el caso de la capital, el recorrido habitual cambió por la coincidencia de la protesta con una marcha antiabortista entre la Plaza de Cibeles y la Puerta de Alcalá y una carrera ciclista que circulaba ayer por el centro de la ciudad.
Antes de la manifestación, los líderes de UGT, Cándido Méndez, y CC OO, Fernández Toxo, aprovecharon el momento para cargar contra los Presupuestos de este año. “Están al servicio directo de los acreedores de la banca y de la propia banca”, dijo Méndez, que aventuró por dónde cree que irá uno de los próximos recortes del Ejecutivo: “Aunque el Gobierno no lo diga, todo el mundo sabe que las pensiones se van a tocar”.
Por su parte, la Cumbre Social aprovechó la jornada para denunciar que el Ejecutivo intenta convertir las protestas “en un problema de orden público” y para criticarlo por “las formas autoritarias y antidemocráticas que está empleando”.
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