“En Colombia podemos hacer software de primera línea”
David Luna, Ministro de Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones, lidera una delegación de su país durante el Congreso Mundial de Móviles
David Luna Sánchez (Bogotá, 1975) es, desde mayo de 2015, Ministro de Tecnologías de la Información y las Telecomunicaciones de Colombia. Su país en los últimos años, no solo ha avanzado en alfabetización digital, sino que su gestión del espectro y la inversión para que se adopte el smartphone, así como el desarrollo del cable y la conexión celular, lo han convertido en el banco de pruebas para empresas extranjeras. Uber lo usa como mercado experimental. Netflix apostó por ellos como primer país de habla hispana para conocer mejor a la audiencia. Los inversores de capital riesgo comienzan a poner su mirada en las startups locales. La meta de Luna es que su país se sume a la nueva industria de servicios digitales y sirva como motor de progreso. Durante el Congreso Mundial de Móviles, Colombia ha sido la delegación más destacada de América Latina.
Pregunta: ¿Qué avances está haciendo Colombia en el mundo tecnológico?
Respuesta: El más importante es de base, Colombia en tecnología tiene una política de Estado, no una política de Gobierno. Se construye sobre lo construido, independientemente de los partidos políticos.
P. ¿Cómo se materializa este plan?
R. Hemos llevado la banda ancha a 1.200 capitalidades. Y ahora queremos hacer lo mismo con tecnología 4G. En 2010 teníamos 2 millones de conexiones. Ahora entre prepago y postpago estamos bordeando 25 millones de conexiones. En 2010 el 10% de los hogares tenían un equipo para conectarse. Ahora estamos al 70%. Hemos puesto beneficios tributarios para su adopción. La última medida es la exoneración del pago de IVA de los teléfonos inteligentes de menos de 300 dólares.
P. ¿Y cómo hacen que lo adopten los ciudadanos?
R. Haciendo ver que los ciudadanos entiendan su utilidad. Primero, en el colegio. Tenemos claro que las tabletas no van a suplantar al profesor, pero sí son un apoyo. En 2010, teníamos un promedio de 26 niños por equipo. Hoy tenemos un promedio de cinco y antes de que termine el periodo del presidente Santos vamos a llegar a dos. No es cuestión de entregar terminales, sino de entrega contenido. Para los adultos tenemos casi 8.000 centros comunitarios con un facilitador y tecnología avanzada que enseña a manejar sus equipos y herramientas. Para la población más vulnerable, en situación de discapacidad, tanto auditiva, cognitiva o visual.
P. En Colombia comienza a ver muchas zonas wifi promovidas por el Estado, ¿cómo funcionan?
Colombia es un país que tiene un alto número de hurto de celulares
R. Vamos a llegar a 2.000 antes de que termine el Gobierno de Santos. A finales de marzo tendremos 1.000 sin cobrar un solo peso.
P. ¿Por qué han venido al Mobile World Congress?
R. Para promover la economía digital. Yo no estoy de acuerdo con el Foro Mundial, que habla de una Cuarta Revolución Industrial. Yo creo que estamos viviendo una evolución del Internet que nació hace 25 años. Lo que vivimos es una aceleración de las economías. Estamos viviendo procesos de translación de lo físico a lo digital, y en algunos casos al contrario. Se trata de borrar la línea imaginaria entre ambos. Amazon y Walmart son antagonistas. Nosotros lo queremos hacer. Queremos fomentar las tecnologías de la información. Lo primero es creernos el cuento, pensar que podemos hacer software de primera línea. Es una industria que ya compite universalmente. Hemos venido 32 personas, con emprendedores, organismos y técnicos.
P. Comienzan a sonar algunas startups de Colombia...
R. Tenemos lo que llamamos nuestro ‘team startup’, con emprendedores que generan disrupciones. Tienen todo el apoyo del Estado. Tenemos un problema con el talento. Cada vez tenemos menos ingenieros de computación, sistemas y tecnologías duras. Para que esto siga adelante tenemos que motivar que vuelvan a estudiar estas materias.
P. ¿Qué falta para que de verdad Colombia rompa en digital?
R. Más inversión. Nos falta hacer que los inversores apuesten por startups. Por eso el Estado se mete la mano al bolsillo, aunque nos critiquen duramente por usar recursos públicos en emprendimientos privados, pensamos que debemos hacerlo.
P. ¿Cómo se asume la gestión del fracaso en startups?
R. El mundo cambió y hay que cambiar la mentalidad. Los que están generando la mayor riqueza en el mundo son los que fracasaron al hacer su empresa anterior. Hay dificultades pero ya vamos demostrando que el Estado debe invertir recursos en el proceso y entender que la propiedad intelectual de esos recursos son del emprendedor.
P. En ocasiones es complicado conectarse en Colombia. Como visitante no es fácil tener una tarjeta SIM...
R. Colombia es un país que tiene un alto número de hurto de celulares. Tenemos una estrategia para combatirlo. Tenemos unas normas que pueden generar molestia, pero que son efectivas. Solo el año pasado bloqueamos cinco millones de celulares que no habían sido oportunamente registrados. Y nadie levantó la mano. Si nadie lo hizo, debía ser que alguno de esos teléfonos tenía un pasado oscuro. Durante un tiempo particular prohibimos las exportaciones de celulares. Nos dimos cuenta de que se hurtaba para ser exportado a países hermanos. Muy pocos fabricantes se quejaron por unos terminales varados.
P. ¿Cómo han hecho para promover el 4G?
R. Hicimos una limpieza de espectro. La banda más codiciada, la de 700 Mhz, por la que iba la televisión análoga la bloqueamos para el móvil y pasamos a televisión digital. Esto es una demostración de que es política de Estado, no de un partido. Es pensar en infraestructura de futuro. La tecnología tiene que evitar la politización.
P. ¿Cuáles serían las startups más deslumbrantes de Colombia?
R. Hay tres que deslumbran especialmente. En Colombia a los más grandes, a los más templados, a los más berracos, los llamamos los titanes. Son Platzi, Rappi y 1Doc3. Las dos primeras han pasado por Y Combinator, la incubadora más deseada, y a estos últimos, que ofrecen consulta médica anónima por parte de profesionales, los ha destacado Facebook. En Colombia solo tenemos tres aceleradoras privadas, lamentablemente, y una que promovemos desde el Gobierno, Apps. Es un programa de tres etapas. El primero, de ocho semanas, gratis, es para descubrir ideas y hacer mentoría. La segunda es la consolidación del negocio, durante 12 semanas. Y la tercera sería nacionalización e internacionalización del negocio. Ya tenemos 17 startups funcionando, pero queremos muchas más.
P. ¿Vale cualquier idea?
R. Estamos abierto a todo, pero queremos resolver problemas. Hacemos convocatorias con temas que tienen interés público o que consideramos que son un negocio a promover. Pensamos en salud, sector minero, transporte…
Nos falta hacer que los inversores apuesten por startups.
P. En Colombia se suele acusar a Bogotá de ser demasiado centralista, ¿qué opina?
R. Cada día menos, cada día menos… Nos desplazamos a las regiones. Queremos descentralizar el talento porque las oportunidades las merecen todos.
P. En México, Guadalajara concentra la tecnología, ¿cuál sería el Silicon Valley de Colombia?
R. No nos hemos cerrado a un solo espacio. Estamos terminando de tomar decisiones estratégicas.
P. ¿Con qué meta se sentiría satisfecho?
R. Ahora mismo aportamos al PIB entre el 1,4% y el 1,8%. Ya superamos el aporte que hace el carbón. Pese a producir el mejor café del mundo, la economía creativa ya está casi superándolo. Me gustaría llegar por encima del 4%. Ya vendemos videojuegos a Disney. Dibujos animados a Fox o Nickelodeon. Creemos que es posible.
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