La escalada de violencia mata a 1.600 civiles afganos en lo que va de año
Un informe de la ONU muestra que es el peor semestre desde que en 2009 empezaron a documentarse los casos
Los datos de víctimas civiles en el conflicto de Afganistán, tanto de muertos como de heridos, revelan que 2016 está siendo el peor año desde que en 2009 empezaron a recolectarse los datos. Al menos 1.601 civiles han muerto y otros 3.565 han resultado heridos en la guerra durante los primeros seis meses de este año, según el informe de la misión de Naciones Unidas Unidas para Afganistán (Unama) hecho público este lunes; son un 4% más que en el mismo periodo que 2015. Además, un tercio de las víctimas mortales son niños: 388, el número más alto que en cualquiera de los semestres desde 2009. Algo “muy preocupante”, alerta la ONU, que incide en que también ha documentado 1.121 menores heridos.
La Unama reconoce que sus cifras de víctimas civiles son “conservadoras, debido a sus sistemas de contabilización, y apunta que la realidad arroja datos aún mayores. Desde que empezó a documentar los casos el 1 de enero de 2009 hasta el 30 de junio de este año, este organismo ha registrado 23.000 muertos y 41.000 heridos civiles. En todo 2015, registró 11.000 víctimas.
El informe no sólo habla de muertos, también documenta otros abusos y violaciones graves de los derechos humanos de la población civil, incluidos ataques deliberados contra mujeres en la esfera pública, el uso de niños soldados, casos de violencia sexual contra menores, ataques a instituciones escolares o sanitarias, secuestros y ejecuciones sumarias. La Unama apunta, alerta, además de que los defensores de derechos humanos, periodistas, abogados y jueces se han convertido en “objetivos militares” de los talibanes.
Estos datos se hacen públicos apenas un par de días después del atentado que el sábado provocó 80 muertos y 231 heridos, la mayoría de la minoría hazara chií, en Kabul, la capital. Un acto terrorista que después se atribuyó el autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). De hecho, el análisis de la misión de la ONU subraya la preocupación por el creciente número de víctimas civiles por parte del ISIS: 122 en el primer semestre de este año, frente a 13 registradas en el mismo periodo de 2015.
La situación de seguridad en Afganistán se ha degradado paulatinamente desde que la mayoría de las tropas de la coalición occidental dejaron el país a finales de 2014; aunque todavía quedan en el país cerca de 12.000 militares —entre ellos 9.800 estadounidenses—, que continúan dando apoyo a las fuerzas afganas.
El organismo de la ONU acusa a las fuerzas insurgentes, principalmente a los talibanes y al autodenominado Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés), de ser los responsables de la gran mayoría de las víctimas —al menos el 60%—, pero también incide en que las víctimas mortales provocadas por las fuerza gubernamentales son este año un 23% y que han aumentado un 47% dese el año anterior.
“Los ciudadanos son asesinados mientras rezan, trabajan estudian, van a buscar agua, salen del hospital: cualquier víctima civil supone un fracaso y debe hacer que las partes en el conflicto reaccionen”, ha declarado el responsable de la Unama, Tadamichi Yamamoto.
Entre los niños, describe el documento, los explosivos abandonados, minas y otros “objetos explosivos improvisados” son los responsables del 85% de los muertos y heridos.
La misión de la ONU subraya además el incremento del 110 % de víctimas en operaciones aéreas, con 57 fallecidos y 104 heridos. El Ejército del país asiático está aumentado progresivamente la capacidad de su aviación y por primera vez desde 2009, cuando se comenzaron a recopilar estos datos, las víctimas por operaciones de fuerzas aéreas afganas (111) son mayores que las causadas por las foráneas (50). Los ataques aéreos de las fuerzas afganas dejaron 19 muertos y 92 heridos, por 38 y 12, respectivamente, de las internacionales.
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