Hollande y Valls se plantean obligar a los huelguistas a trabajar por decreto

La amenaza de forzar la vuelta al trabajo de huelguistas se produce cuando los ferrocarriles franceses llevan ya diez días en huelga y los pilotos de Air France inician el sábado otra de cuatro días. En ambos casos, los paros pueden dificultar el traslado de aficionados a los 51 partidos del torneo en la decena de ciudades sedes del campeonato. El desencadenante de esa posibilidad ha sido la amenaza sindical de paralizar dos líneas ferroviarias de cercanías –la B y la D- que llegan a las inmediaciones del Estadio de Francia en el barrio parisino de Saint-Denis, donde este viernes se inaugura el torneo con el partido entre las selecciones de Francia y Rumanía. “Estaré muy atento y vigilante durante la jornada y, si hay que tomar decisiones, se adoptarán”, había advertido la noche anterior el presidente François Hollande. La huelga ferroviaria comenzó el pasado día 30.

“Los servicios públicos estarán asegurados y el Estado asumirá todas sus responsabilidades”, advirtió a los huelguistas el jefe del Estado. “Tomará todas las medidas necesarias para acoger, trasladar, transportar” a los aficionados. “No excluyo ninguna hipótesis”, ha añadido el primer ministro, Manuel Valls. Este viernes, ha sido el secretario de Estado de Transportes, Alain Vidalies, quien ha justificado la medida en defensa de los intereses del país.

Según la legislación francesa, es el prefecto –figura similar a la de gobernador civil- el que puede emitir decretos o edictos de requerimientos para obligar a los huelguistas. Los afectados reciben las órdenes correspondientes en sus domicilios. La medida debe ser “proporcionada y razonada”, precisa la ley. La última vez que se utilizó en Francia fue en 2011, bajo el mandato de Nicolas Sarkozy, por una huelga de empleados de seguridad de aeropuertos. Algunos huelguistas fueron obligados a trabajar y otros fueron sustituidos por policías y gendarmes.

El ayuntamiento de París contrata 80 camiones más para paliar la huelga en la recogida de basuras

Ahora, ha sido el partido de Sarkozy, Los Republicanos, el que ha insistido desde hace dos semanas en que debía utilizarse el método del requerimiento. Para el partido conservador, “Francia está en estado de urgencia” y “hay que restaurar la autoridad para poner fin a los bloqueos y violencias”. “Ya basta”, ha señalado este viernes.

Mientras, el Ayuntamiento de París ha puesto también en marcha medidas de excepción para paliar los estragos sobre la imagen de la ciudad, candidata a organizar los Juegos Olímpicos en 2024. Papeleras y contenedores de basura desbordados se exhiben por céntricas calles a raíz de la huelga del sector iniciada hace una semana, que incluye a recogedores o plantas de tratamiento.

La alcaldesa, Anne Hidalgo, asume que la situación es “preocupante”. Al bloqueo de plantas como la de Ivry, la principal de la capital, se une también el de garajes donde se guardan los 468 camiones gestionados por el ayuntamiento que a diario recogen parte de las 3.300 toneladas de desechos que produce la capital.

La función la realizan servicios municipales y empresas privadas. Debido a la huelga, el ayuntamiento y numerosos municipios próximos a París están ampliando desde hace días los servicios encargados a empresas privadas. Este viernes, el ayuntamiento ha reforzado el servicio con 80 camiones más.

Lo mismo está ocurriendo en otras regiones de Francia. Una de las más afectadas es la ciudad de Marsella. El sindicato CGT, el primero de Francia, ha informado de que al menos seis centros de tratamiento de basura de diferentes regiones están en huelga total hasta el martes próximo, día en el que está convocada una gran manifestación en París.

La mayoría de las huelgas hoy activas –hay que sumar las de refinerías, puertos o centros logísticos- están convocadas al menos hasta ese día de la manifestación, el 14, considerada la fecha clave de la oleada de protestas contra la reforma laboral que arrancó en marzo. La CGT, principal sindicato del país, ha anunciado que se sumarán a la marcha delegaciones de los sindicatos españoles UGT y CCOO.

El Gobierno confía en que la protesta descienda de nivel a partir de esa jornada. La CGT ya ha dicho que no pretende bloquear la Eurocopa porque, además, asume que perjudicaría a su imagen. El 17, la ministra de Trabajo, Myriam el Khomri, tiene previsto un encuentro con el líder de la CGT, Philippe Martinez, aunque ella ha dicho estar dispuesta a adelantar la entrevista. Será la ocasión para que la ministra escuche de primera mano "la cólera y la exasperación de millones de asalariados", ha señalado la CGT en un comunicado.

Pero el daño ya está hecho, una vez que el Gobierno ha fracasado en su intento de desactivar a toda costa las protestas antes de que se iniciara la Eurocopa. La fiesta ya está “un poco arruinada”, ha asumido en declaraciones a France Intern el presidente del Comité Organizador del torneo, Jacques Lambert.