La OMS admite que aumentan las evidencias que vinculan el zika y la microcefalia
La organización confirma que aumentan las evidencias de la asociación entre el virus y la microcefalia
El Comité de Emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido este martes mantener la alerta global por el zika y reconoció que cada vez hay más evidencias de la asociación entre el virus y patologías neurológicas graves, como la microcefalia. Así, el Comité de Emergencia de la OMS, que declaró la alerta el pasado febrero tras la detección en Brasil de un aumento importante de casos de microcefalia en bebés nacidos de madres infectadas, ha aconsejado a las embarazadas evitar los lugares afectados por el zika. Un virus del que se han registrado casos autóctonos en 31 países de América y para el que todavía no hay vacuna ni tratamiento.
La OMS ha incidido, no obstante, en que todavía no se ha probado definitivamente la relación causal entre el zika y la microcefalia y otros problemas neurológicos graves, como el síndrome de Guillain-Barré, del que también se ha detectado un aumento de casos. Para ello, pidió la directora de la organización, Margaret Chan, deben hacerse más estudios.
Las autoridades sanitarias “deben estar preparadas para un potencial aumento de malformaciones congénitas y síndromes neurológicos”, apuntó David Heymann, presidente del Comité de Expertos de la OMS, en una rueda de prensa en Ginebra, retransmitida por teleconferencia. “Lo que vemos en Brasil [con el aumento de casos de microcefalia] podría verse también en Colombia y otros países. Y esto es muy alarmante”, dijo Heymann,
“Es evidente que una infección de zika durante el embarazo puede tener consecuencias graves", dijo Chan. De hecho, los aún pocos estudios —y con muestras pequeñas— han detectado no sólo microcefalia, también abortos involuntarios y otros daños en la corteza cerebral fetal. Ante estos problemas, la directora de la OMS reclamó a los países que no esperen a la confirmación definitiva de que hay una relación causal entre zika y microcefalia y que fortalezcan ya sus políticas de salud pública destinadas a frenar el contagio, como la erradicación del mosquito transmisor —mayoritariamente el Aedes aegypti—, y a evitar la transmisión de la enfermedad por vía sexual.
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