Europa del Este se rearma frente a la amenaza rusa
La crisis en Ucrania dispara el gasto militar en Polonia y en los países Bálticos
Los ecos de la Guerra Fría reverberan en el este de Europa. La crisis ucrania y las tensiones con Rusia, apenas rebajadas por el frágil equilibrio alcanzado en febrero con el acuerdo de Minsk, disparan la preocupación de los países del área que viven con temor las maniobras de Moscú para ampliar su esfera de influencia. Su directa consecuencia es el aumento de sus presupuestos de defensa. Polonia aumentó su gasto militar en un 13% en 2014 y para este año se prevé un nuevo incremento del 20%. Los países bálticos, que aprobaron importantes recortes durante la crisis económica, han invertido la tendencia en los últimos tres años.
Lituania es el caso más extremo: tras una subida del 6% el año pasado, planea para 2015 un aumento del 50%, según los datos publicados este lunes por el Instituto de Investigación sobre la Paz de Estocolmo (SIPRI, en sus siglas en inglés).
El contundente aumento de la inversión en defensa de los países de Europa del Este —un 8,4% más en 2014 con respecto al año anterior— es lo que hace que el balance para el conjunto del continente se mantenga en positivo, con un aumento global del 0,6%, pese a los progresivos recortes realizados por los Estados de Europa Central y Occidental (un -1,9% en 2014 y -8,3% acumulado desde 2005, frente a un aumento del 98% en los vecinos del Este en la última década).
Moscú incrementó el año pasado su gasto militar en un 8,1% y sus partidas destinadas a defensa para este año han aumentado un 15%, aunque la mayoría de las subidas habían sido decididas antes del conflicto en Ucrania. La crisis económica, causada por la caída del precio del petróleo y también por las sanciones occidentales, puede imponer no obstante la necesidad de un tijeretazo.
El balance global
Una ligera caída. El gasto militar en el mundo se redujo ligeramente en 2014 hasta los 1,7 billones de euros, 0,4% menos que en 2013.
Recortes en EE UU. Estados Unidos, el primer país por gasto militar, recortó un 6,5% sus partidas de defensa en el último año, con una reducción acumulada desde 2010 de un 20%.
Otras potencias. China, Rusia y Arabia Saudí, que siguen a EE UU en el ranking de gasto, aumentaron su presupuesto en un 9,7, 8,1 y 17% respectivamente.
Tendencia global. Los presupuestos de defensa disminuyen en América del Norte, en Europa Central y Occidental y en América Latina y Caribe, y aumentan en Asia, Oriente Próximo, Europa del Este y África.
“Polonia había planificado ya modernizar sus equipamientos militares pero la crisis en Ucrania ha hecho que aceleraran algunos programas de modernización, por ejemplo en el caso de los helicópteros de combate o de los misiles de largo alcance”, comenta en conversación telefónica Sam Perlo-Freeman, director del programa sobre gasto militar del SIPRI. Según las previsiones del instituto, el gasto militar de Varsovia —que ha esquivado los efectos de la crisis económica que ha embestido el continente desde 2008— superará el 2% del PIB, el objetivo acordado por la OTAN hace siete meses en la cumbre de Gales. Una meta que está lejos de cumplirse por parte del resto de los países europeos miembros de la Alianza, empezando por Francia e Italia que planean para este año recortes, respectivamente, del 3,4% y 4,9%. “Hasta ahora los países de Europa occidental no han hecho cambios en sus previsiones de gasto ni hay señales de que los vayan a hacer, a pesar del compromiso del 2%”, subraya el analista.
Las tensiones de los últimos años en el tablero geopolítico oriental también han desatado las alarmas en los países nórdicos. Tras las recientes incursiones de aviones rusos en el espacio aéreo de la zona —el episodio más grave fue el pasado diciembre, cuando un avión de la aerolínea SAS que volaba de Copenhague a Poznan (Polonia) tuvo que cambiar su ruta para evitar un choque con un aparato ruso—, los ministros de Defensa de Noruega, Dinamarca, Finlandia y Suecia y el titular de Exteriores de Finlandia publicaron el pasado viernes una declaración conjunta en el diario noruego Aftenposten en la que defienden la necesidad de una más estrecha cooperación militar frente al desafío de Rusia, que consideran, por su “agresión” a Ucrania, “el mayor reto” para la seguridad europea.
En este marco, el informe del instituto de investigación destaca el cambio que se está registrando especialmente en la política de defensa de Suecia (que, al igual que Finlandia, no forma parte de la OTAN). Estocolmo anunció hace un mes un importante aumento de su gasto militar —más de 6.700 millones de euros para los próximos cinco años— y el despliegue, tras más de una década de ausencia, de 150 soldados a la estratégica isla de Gotland, a medio camino entre la parte continental del país y Letonia.
En 2014, el gasto militar sueco fue un 5,9% mayor que el del año anterior. Se prevé un incremento del 5,3% para este año. Aun así, para Perlo-Freeman es improbable que se produzca una entrada de Suecia en la OTAN. “La mayoría de la población está en contra, a pesar de que los sondeos registran un apoyo creciente. Pero sí está aumentando la cooperación militar con la organización”, explica el experto.
Que la tendencia registrada en los últimos años se mantenga o no —tanto en los aumentos registrados en estos países, como en los recortes practicados por los Estados de Europa occidental— dependerá en gran parte de cómo evolucione la crisis ucrania. Si vuelve a haber una escalada en los combates y las tensiones con Rusia aumentan significativamente, entonces es posible, según el director del proyecto sobre gasto militar del SIPRI, que estos países reconsideren sus presupuestos.
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