El primer paso para un culto eterno
El Gobierno anuncia que Chávez será embalsamado para quedar expuesto para siempre La gente pide llevarlo al Panteón y la familia, enterrarlo en su pueblo
El cuerpo del presidente Hugo Chávez quedará expuesto al público durante al menos siete días más, según anunció anoche el vicepresidente, Nicolás Maduro, en una comparecencia televisada. Este añadió que, tras los funerales de hoy, se prevé que el cuerpo del comandante sea embalsamado y trasladado al Cuartel de la Montaña, el lugar donde el líder bolivariano encabezó el golpe de Estado contra Carlos Andrés Pérez hace 20 años. El lugar está siendo remodelado para recibir la visita de miles de seguidores del presidente fallecido el martes dos años después de ser diagnosticado con cáncer.
Maduro reveló en su intervención que Chávez tenía la idea de hacer en el sitio de su puesta de largo un museo de la revolución bolivariana y ayer dio el primer paso para honrar ese deseo.
Maduro, presidente encargado, no se refirió a cuál será el sitio de descanso definitivo, aunque sí adelantó que Chávez estará allí de momento en una urna de cristal, como Lenin o Mao, “antes de dar otros pasos que el pueblo ha pedido”.
Esa petición se refiere sin duda a las consignas escuchadas durante la lenta marcha de los restos mortales del comandante presidente hacia la Academia Militar de Venezuela, donde se instaló la capilla ardiente en un primer momento. “Chávez al Panteón al lado de Simón”, gritaban muchos asistentes. Las declaraciones de los fieles entrevistados por la televisión oficial también sugerían que el ahora fallecido y Bolivar, El Libertador, merecían descansar juntos en el altar mayor de la patria, porque cada uno había luchado a su tiempo por la fundación de la República.
Si Bolívar y Chávez son la encarnación del desprendimiento en la cosmovisión chavista, los herederos políticos del comandante se han puesto enseguida manos a la obra para satisfacer ese deseo. La mayoría oficialista ha reconocido que quiere promover en la Asamblea Nacional la enmienda de parte del artículo 187 de la Constitución “para hacer cumplir la voluntad del pueblo”. Lo anunciaron el diputado y el exalcalde de Caracas Freddy Bernal y lo secundó el número dos del régimen, Diosdado Cabello, en sendos mensajes de sus cuentas de Twitter: “Desde la Asamblea Nacional haremos todo porque así sea. La voz del pueblo es la voz de Dios”, escribió Cabello.
Esa insistencia podría chocar con el deseo de la familia del presidente, quien hasta el anuncio de Maduro deseaba darle sepultura en su natal Barinas. Según el vicepresidente, la decisión se había pactado con sus deudos.
El Panteón Nacional es la sede de la vieja iglesia de la Santísima Trinidad, un edificio neobarroco localizado en las faldas del Cerro Ávila, en el centro de Caracas. Simón Bolívar comparte espacio allí con otros 143 personajes que han participado en los sucesivos Gobiernos. Así, el comandante Chávez incorporó los restos simbólicos —puñados de tierra, en realidad— del cacique Guaicaipuro y de la amante del Libertador, Manuela Sáenz, como una forma de reivindicar la herencia indígena y la memoria histórica en la conformación de la venezolanidad. Pero también trajo los restos mortales del presidente Antonio Guzmán Blanco, quien gobernó en tres periodos entre 1870 y 1888, y de Cipriano Castro (1899-1908), a quien Chávez veía como una víctima de una conspiración imperial.
Chávez elevó la liturgia a niveles nunca vistos. Bolivariana es la República desde 1999, bolivarianos son algunos municipios como el del Libertador, en Caracas, o Estados como el de Miranda. En su libro El divino Bolívar, Elías Pino Iturrieta dice en referencia al Libertador que “determinar el carácter excepcional de uno solo de los integrantes de la sociedad y de la época que lo inspiró es un atentado contra la historia entendida como actividad colectiva”.
Lo que está ocurriendo en Venezuela es la continuación de la beatificación que ya había comenzado en vida, apunta Tomás Straka, historiador de la Universidad Católica Andrés Bello en Caracas. “El chavismo necesita revestirse del prestigio del presidente para sobrevivir. Es la primera vez en la historia de Venezuela que hay un culto oficial promovido desde el Estado”, añade.
Algo de eso podía verse la primera noche del velatorio. Sus seguidores parecían en trance al jurarle lealtad en las kilométricas filas que se formaron para ver el cadáver. “Chávez te lo juro, yo voto por Maduro”, coreaba la multitud.
Era una jubilosa espera en la que las canciones que sonaban en los altavoces colocados en el paseo Los Próceres recordaban al chavista de dónde venía, quién era y quiénes eran sus adversarios. La revolución, como el show, debe continuar.
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