“Latinoamérica ya tiene su propio capital, necesita mano de obra cualificada”
El secretario general iberoamericano destaca que la cumbre de Cádiz tiene que servir para llegar a acuerdos concretos que permitan a España y Portugal salir de la crisis
Las Cumbres Iberoamericanas tienen nombres y apellidos: Enrique V. Iglesias. Como responsable de la Secretaría General Iberoamericana, con sede en Madrid, es el cargo que representa en el día a día, entre foto y foto, a la comunidad de 22 países que se reúne cada año. La Cumbre de Cádiz que comienza este jueves es en principio la última para Iglesias, uruguayo de origen asturiano de 81 años. La crisis económica que ahoga a España y Portugal y amenaza con extenderse a Latinoamércia es el principal asunto de la cumbre, asegura. Obliga, más que nunca, a aprovechar el encuentro para ir mucho más allá de la foto.
Pregunta. ¿Qué hace a esta cumbre especialmente importante respecto a las anteriores?
Respuesta. En cierta manera tiene rasgos especiales. Llega en un momento de problemas importantes en dos países significativos, como España y Portugal. Pero la coyuntura internacional se está proyectando al resto de los países y plantea también incógnitas en América Latina sobre el futuro. La actual coyuntura mundial es una preocupación principal.
P. ¿De qué manera lo es para los países latinoamericanos?
R. Porque estamos sintiendo los impactos de la crisis mundial en la reducción de las exportaciones a Europa o indirectamente en la reducción del PIB chino, que tendrá implicaciones en las exportaciones de América Latina en China. La coyuntura está aun abierta a todas las posibilidades, incluyendo una recesión mayor. Tiene que preocuparnos a todos.
P. ¿Como ven la crisis europea países latinoamericanos con enormes necesidades sociales?
R. En general ha sorprendido, no porque sea la primera crisis, que es algo que está en el ADN del capitalismo, pero sorprende por la demora en tomar decisiones y la complejidad en la toma de decisiones en la UE. Generalmente, nosotros aprendimos que la demora en tomar decisiones siempre agrava el costo de las crisis. Y esa es la impresión que hay en América Latina, se está demorando demasiado tomar decisiones para acelerar la salida y eso es muy costoso socialmente.
P. ¿Hay lecciones que se puedan sacar de las crisis latinoamericanas?
R. Entre 1982 con México y 2001 con Argentina, tuvimos todo tipo de crisis. Pero cada país es una realidad y no se pueden reproducir las experiencias. Nosotros teníamos capacidad de devaluar, que Europa no tiene. Es una gran diferencia. En todos los procesos de ajuste hubo una preocupación por administrar el endeudamiento, muchas veces con originalidad. Siempre en amistad con el mercado. Pero el otro tema que echamos en falta en una comparación, es que en los casos latinoamericanos siempre hubo paquetes importantes de estímulos al crecimiento, apoyo con recursos externos a las inversiones y al crédito, que es lo que más se resiente. El crédito a las empresas que pueden exportar, que es la vía por la que se sale de la crisis. Reconozco que hay diferencias muy grandes entre las coyunturas, pero esas son las comparaciones que se me ocurren.
P. ¿Espera que se hable de esto en Cádiz?
R. El debate en Cádiz es muy importante a nivel de jefes de Estado, cuando se reúnen entre ellos. El día 17, al terminar el plenario, almuerzan juntos e intercambian opiniones varias horas. Y ahí ciertamente estos temas van a estar presentes.
P. Y a esta coyuntura de crisis, ¿qué debe aportar la Cumbre de Cádiz?
R. Yo lo que voy a plantear es que debe responderse al llamado muy importante que ha hecho el Gobierno español. España ha hecho bien en poner de manifiesto qué se puede hacer en las cumbres para resolver estos problemas. El tema central es, por ejemplo, qué pueden esperar España y Portugal de una relación renovada. Estos países tienen un enorme activo que es la relación con Latinoamérica en los últimos 20 años. Esa presencia privilegiada, instalada, es un activo para España. Pero hay un campo enorme para abrir. El mercado Latinoamericano está estimado en 5 billones de euros, se puede exportar e invertir mucho más que ahora. Necesita inversiones grandes en infraestructura, en energía, energías verdes, comunicaciones. Es un campo muy fértil para la empresa española.
P. ¿Esta es la primera vez que España acude a una cumbre como la parte que tiene demandas más urgentes?
R. Es la parte que puede aspirar a transformar la relación para potenciar a partir de lo que se ha hecho y entrar en nuevas fronteras que son buenas para el momento que viven España y Portugal. También América Latina tiene que descubrir intereses en esta cumbre. Creo que lo está haciendo, porque se da cuenta que no puede basar su modelo de desarrollo en la exportación de materias primas. Necesita industria y servicios de calidad que permitan elevar el nivel de los salarios. En ese sentido, además de EE UU, los mercados europeos son especialmente importantes para esta expansión exportadora que hoy estamos viendo principalmente hacia Asia. Tienen que modernizar su modelo, tratando de introducir más tecnología e innovación y aprovechando el mercado regional. Hay una relación que los países latinoamericanos tienen que mirar como útil. Quizá el hecho más inmediato que se ve en ese sentido, es que hoy hay una emigración a América Latina de recursos humanos cualificados. Eso es bueno.
P. ¿Se puede complementar la mano de obra cualificada europea con el crecimiento en América Latina?
R. Exactamente. Precisamos mano de obra cualificada, en un momento en que no tenemos preparados nuestros recursos humanos en cantidad suficiente. Y en segundo lugar, el mercado latinoamericano ya es un mercado doméstico de capitales que nos permite privilegiar en la relación con España y Portugal. Ahora ya hay capital en la propia América Latina que se puede movilizar.
P. Concretamente, ¿qué sería un éxito de la Cumbre?
R. Creo que van a salir cosas concretas. Una de las áreas privilegiadas en la cumbre es el tema de las pymes. No han entrado del todo en la cooperación Latinoamérica. Son el 95% de las empresas de ambos lados, que dan empleo al 60% de los trabajadores. Hay que abrir contactos entre las pymes de ambos lados, movilizar Gobiernos, cámaras de comercio, organismos internacionales. El tema abre una puerta importante.
P. ¿Qué más hace falta para que de verdad haya un trasvase de recursos entre los dos lados?
R. Una de las cosas que estamos procurando es hacer una reunión de alto nivel muy pronto para discutir como podemos facilitar este movimiento de personal calificado abriendo las puertas a la emigración pero también asegurando algún tipo de beneficio que lleven esas personas a América. Es un capítulo importante que hay que aceitar.
P. ¿Espera seguir como secretario general?
R. Mi contrato llega hasta el mes de octubre de 2013.
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