Los antojitos de Albert Adrià

Quién le iba a decir a Albert Adrià, una de las mentes creativas de elBulli, que con el tiempo acabaría abandonando los fogones para convertirse en gestor e ideólogo de distintos restaurantes temáticos. Con la reciente inauguración de Niño Viejo son ya cinco los locales que el menor de los Adrià, en alianza con los hermanos Iglesias (Rías de Galicia, Espai Kru) y la figura de Ferran en la sombra, dirige en el entorno del Paralelo en Barcelona. Tras el éxito de Tickets, 41º, Bodega 1900 y Pakta, llega ahora esta taquería mexicana, soporte económico del restaurante contiguo —Hoja Santa—, recién abierto, que ofrecerá cocina mexicana de más altura.

Una cantina que regenta el mexicano Paco Méndez y cuyo interiorismo obedece a una rusticidad estudiada. Manteles de hule, servilletas de papel, colores chirriantes y azulejos rotos en las paredes arropan un lugar de ambiente bullicioso. En la carta, sabores básicos de la cocina popular mexicana, antojitos, ensaladas, ceviches, tacos y guisos tradicionales. No faltan salsas con grados de picante escalonados (chile serrano, de árbol y habanero) ni cócteles con tequilas o mezcales, además de cervezas y “aguas” mexicanas (apio, piña y manzana; jamaica con remolacha). Es decir, lo típico y lo tópico, en este caso a precios que pretenden ser moderados.

Salsa de jalapeños

Refresca el mango para chupar y no desentonan los antojitos que siguen. Agradable, aunque necesitada de más chispa, la ensalada pico de gallo con chicharrones; correcto, pero falto de matices, el guacamole; sabrosas las palomitas de pollo con salsa de jalapeños, y convincente la crema de queso a la salsa verde con tortillas de trigo. Algunos platillos reivindican el papel de los ingredientes marinos. Si el ceviche de corvina con recado rojo marca las abismales diferencias entre la interpretación mexicana y peruana de esta receta, el pulpo en salsa verde y la denominada receta Vuelve a la vida, con gambas y pulpo, descubren armonías interesantes.

Los tacos cumplen a secas. De momento, las tortillas se elaboran con harina sin nixtamalizar y se nota. Sabrosa la quesadilla de huitlacoche con epazote, intenso el taco de carnitas y convencional el taco de pastor.Entre los guisos tradicionales figuran unas costillas de cerdo que son lo mejor de la carta.

Tampoco los postres se apartan de lo popular. Merece la pena probar los higos con miel de agave, resulta curioso el flan de elote (maíz blanco) y pasan sin pena ni gloria los buñuelos de cajeta (dulce de leche) y los cornetes de maíz con helado de chocolate.

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