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Blogs / Cultura
Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa
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Cambiar “sufrir” la arquitectura por “disfrutar” la arquitectura

Cada vez son más los arquitectos y pedagogos que enfatizan la educación arquitectónica como ambiental para informar y responsabilizar a los niños

Anatxu Zabalbeascoa
Maushaus

Desde que en 2001 la Asociación de Arquitectos de Finlandia (SAFA) publicara el informe Descubriendo la arquitectura, el ministerio de educación finlandés ha defendido el derecho ciudadano a entender también el medio ambiente construido. La educación arquitectónica es educación ambiental. Numerosos arquitectos y pedagogos defienden que este conocimiento que responsabiliza al niño al tiempo que le proporciona conciencia y disfrute. El libro del laboratorio de ideas donostiarra Maushaus La arquitectura a través del juego (Catarata-Fundación Arquia) informa y propone caminos y juegos para concienciar aprendiendo.

Los colectivos reunidos en el encuentro internacional “La ciudad no se vende, se vive”, celebrado en el Reina Sofía de Madrid en 2016, elaboraron un pre-manifiesto sobre la educación arquitectónica necesaria para poder evaluar, en realidad, la calidad de la propia vida. Estas fueron sus conclusiones fundamentales:

1-Respetar el tiempo, el espacio y el ritmo de los niños. Respetar la cultura de la infancia es, en realidad, permitir la pérdida de tiempo. “Vosotros tenéis relojes, nosotros tenemos tiempo” Moussa Ag Assarid.

2-Desmontar certezas estimula el ingenio. Formar en la observación es formar de forma crítica. “Enseña también a dudar de lo que enseñas” José Ortega y Gasset.

3-Formar en los principios de la construcción arquitectónica no para formar arquitectos sino para obtener usuarios formados. “La clave de la educación no es enseñar, es despertar” Ernest Renan

4-Jugar, participar, no encerrarse en un único conocimiento para conocer la arquitectura y la ciudad. “Explícame y olvidaré. Enséñame y quizás recordaré. Implícame y entenderé”. Confucio

5-Educar es dar ejemplo.

6-Tratar a los niños como ciudadanos. Fomentar su autonomía dentro de la ciudad. Considerar sus opiniones y necesidades. “¿Qué es un adulto? Un niño inflado por la edad”. Simone de Beauvoir.

 Carlos Arruti y Anabel Varona defienden que un niño informado, despierto y consciente está a un paso de convertirse en un ciudadano responsable comprometido con su ciudad.

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