Las botas XXL de Balenciaga, el último objeto de deseo

Cuando el 9 de octubre de 2015 se hizo público la llegada de Demna Gvasalia como nuevo director creativo de Balenciaga, hubo algo seguro: los diseños y propuestas del diseñador iban a generar críticas y aplausos a partes iguales. Parte del éxito de su trabajo es su capacidad para reinventar y convertir elementos comunes en verdaderos objetos de deseo. Su último gran acierto, las botas XXL de spandex.

Las presentó en la pasada Semana de la Moda de París. Extra largas, de punta triangular, tacón de infarto y en varios colores y tonos que van desde los pasteles hasta los más chillones, sin olvidar las botas estampadas con flores. Todas pensadas para dar vida a los atuendos en la primavera.

Las botas se han apoderado de Instagram, eso sí, de la mano de las influencers y estrellas más famosas. Algunas las describen como “unas botas calcetín” por su textura y por su altura —cubren prácticamente toda la pierna—. El calzado, un tanto futurista, recuerda al que Rihanna presentó junto a Manolo Blahnik en noviembre pasado, pero aún más arriesgado pues el diseño del de las botas de Balenciaga permiten que se pueden usar también como pantalón.

Durante la Semana de la Moda parisina, el diseñador hizo desfilar a sus modelos con las botas XXL al más puro estilo ochentero. A conjunto con blusas floreadas, chaquetas impermeables, chalecos oversize o vestidos de gasa.

Las denominadas botas leggings (dependiendo de su altura pueden llegar a costar 2.035 dólares) recuerdan a los mosqueteros en su versión más moderna y se han proclamado como objeto de deseo del street style no solo porque las influencers las lleven. Se sabe que algo ha llegado para convertirse en tendencia cuando celebridades como Kim Kardashian no pueden dejar de lucirlas y cuando firmas de moda low cost empiezan a reproducirlas a precios más accesibles.