El suegro de Gordon Ramsay admite que ‘hackeó’ al famoso chef

La pesadilla del chef Gordon Ramsay se cocinaba en su casa. Era el año 2010, y el cocinero y estrella de la televisión hacía pública su enemistad con su suegro, Chris Hutcheson. Supuestamente, Hutcheson había sido despedido de Gordon Ramsay Group, imperio del que llegó a ser presidente, por haber robado más de dos millones de euros. Cinco años después, el mediático cocinero británico acusaba a su suegro de haber falsificado su firma y haberla usado para que él figurara como garante personal del alquiler de un local por unos 800.000 euros anuales durante 25 años. Y los disgustos entre estos dos no cesan. Ahora Hutcheson y dos de sus hijos han admitido ante un juez que hackearon el ordenador del famoso chef.

Este martes Chris Hutcheson y sus hijos Adam y Chris Jr. admitieron su culpabilidad ante los cargos de conspiración y de acceder sin autorización a información así como al ordenador de Ramsay. En un primer momento, su hija Orlanda también estaba imputada, aunque finalmente a ella se le han retirado los cargos. El juez Gerald Gordon dictaminará su sentencia el próximo 2 de junio, y se enfrentan a una pena máxima de dos años de prisión.

Según se ha visto en el juicio, Hutcheson, de 68 años y padre de Tana —la esposa del cocinero, que siempre se ha posicionado a su favor—, hackeó el sistema de Gordon Ramsay Holdings desde el 23 de octubre de 2010 hasta el 31 de marzo de 2011. Pero según ha hecho público la corte de Old Bailey, la intercepción ilegal también incluye llamadas telefónicas. La disputa comenzó cuando se descubrió que había estado robando al imperio del chef. Entonces el suegro y yerno tuvo entradas y salidas en los tribunales acusándose de todo, entre esas incriminaciones estaba la de “irrupción forzada” al sistema de Gordon Ramsay Group por parte del chef y la demanda por despido improcedente por parte de Hutcheson.

Gordon Ramsay dio sus primeros pasos mediáticos en 1998 tras abrir su primer restaurante, el Gordon Ramsay, protagonizando la serie documental Boiling Point, en la que se describía su lucha por conseguir su primera estrella Michelin. De allí vino el filón televisivo con su programa Pesadilla en la cocina. Su vocabulario soez y haber sido uno de los cocineros pioneros en ponerse ante las cámaras lo ha convertido en uno de los rostros más influyentes según Forbes.