Las “robamaridos” que costaron un programa a la televisión pública italiana

Las redes sociales estallaron y, después de las críticas al programa Parliamone Sabato, incluido dentro de La Vita in Diretta, el director general de la RAI, Antonio Campo Dall’Orto, ha anunciado su clausura y han retirado el vídeo, que podía verse a través de la página web de la RAI. “Los errores se cometen, y el perdón es obligado, pero no suficiente”, dijo a través de un comunicado. “Es preciso actuar y evolucionar, la decisión de cerrar Parliamone Sabato no es solo la reacción sencilla y necesaria a los contenidos emitidos el sábado pasado, contenidos que contradicen de modo indiscutible tanto la misión de servicio público como la línea editorial que hemos perseguido desde el inicio del mandato. Es también una decisión que acelera la revisión de la parrilla de RAI 1, en la cual ya estábamos trabajando desde hace tiempo. Todo ello, con el fin de hacer los contenidos de la RAI más consistentes con los valores que inspiran su función”, afirmó Dall’Orto.

Los responsables de la supervisión de la televisión pública ya habían llamado la atención sobre el escándalo justo después de la emisión, que incluía entrevistas y varios reportajes. En uno de ellos pedían opiniones a mujeres italianas sobre lo que continuamente denominaban “una amenaza” y se preguntaban si es posible que nazca el amor en estos casos. En ninguno de los testimonios hubo una palabra positiva alguna hacia las parejas interculturales sino, de nuevo, una retahíla de prejuicios. “El problema es la mentalidad de estas mujeres del Este”, dijo una mujer italiana. “Capturan a nuestros hombres”, afirmó otra señora, a la que siguió el gesto de una tercera mujer que apuntó que el único motivo está en el interés por el dinero de los italianos.

El presidente de la Comisión de Vigilancia de la RAI, Roberto Fico, explicó que las disculpas no eran suficientes y pidió a través de su perfil de Facebook tomar “medidas serias”, para lo que mandó crear una investigación sobre la transmisión, repleta de contenidos machistas y racistas.

El vicepresidente de esta misma Comisión, Francesco Verducci, pidió la dimisión de los responsables de lo que denominó una “destrucción” de la cultura y la convivencia y llamó a profundizar en los cambios que requiere la televisión pública italiana. “La RAI tiene el deber de promover la democracia y los derechos, y lo ocurrido el sábado es mucho más que un simple accidente. Gran parte de la programación de entretenimiento, especialmente la de la mañana y la del mediodía, necesita un replanteamiento”, afirmó Verducci.