El director de 'La La Land' que arrasó en los Globos de Oro detestaba los musicales

Damien Chazelle llegó a Los Ángeles con un gran sueño: ser director de cine. Una fantasía recurrente en esa ciudad de los sueños (bastante rotos). Y mientras soñaba tan grande, soñó que, para lograrlo, quizá podía hacer un musical. Uno de aquellos que se hacían en el viejo Hollywood, en el viejo cine en los que las fantasías y los sueños estaban permitidos para hablar de realidades, porque no quedaba espacio para el cinismo.

"Recuerdo que yo era igual de escéptico con los musicales hasta que llegué a la universidad. Una noche vi Los paraguas de Cherburgo y pasé de 'no, Dios, que no se pasen cantando todo el rato' a sentir que era la película que más me había afectado en mi vida", explica Chazelle, que a sus 31 años, tras Whiplash, ha podido rodar la historia que siempre quiso hacer, La ciudad de las estrellas. La la land, un musical con dos protagonistas soñadores.

"Empecé a escribir el guion en 2010. Yo escribía y mi amigo Justin (Hurwitz) iba componiendo a la vez la música", continúa esta joven promesa que tiene muy cerca el Oscar —dicen—. "Cuando lo escribí llevaba tres años en Los Ángeles, sin ningún éxito, y para mí La la land era una historia muy personal sobre buscar tus sueños". Hasta que los consigues. ¿Y entonces? Entonces se trata de volver a equilibrar tu presente, pensando en el futuro, mientras aún vives un poco en el pasado, como hacen sus protagonistas, Mia (Emma Stone) y Sebastian (Ryan Gosling). Por eso, Chazelle ha elegido un género que parecía caduco, y maquillado un Los Ángeles actual con una pátina añeja. Se agarra a la nostalgia sin ahogarla.

"Para mí es una historia sobre cómo encontrar el equilibrio entre vida y arte —sus protagonistas son una actriz y un músico—, entre realidad y sueños, entre tu arte y tus relaciones personales", cuenta Chazelle, cuya Whiplash ya se apoyaba en la música, con esa historia de un aspirante a batería de jazz y su sádico profesor. Un dilema que ha vivido y, si lo creía solucionado, ahora que le ha llegado el éxito (como a sus personajes), tiene que volver a enfrentar. Y, probablemente lo hará de nuevo con música. "Es el mejor vehículo emocional entre realidad y sueños".

Los musicales de Chazelle

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Siempre hace buen tiempo

"Mi película favorita de Gene Kelly", confiesa. "Me encanta su melancolía". La misma que guardan los protagonistas de La la land, nostálgicos de un sueño que no logran y melancólicos de un tiempo en el que aún soñaban.

Los paraguas de Cherburgo

"Jacques Demy es probablemente mi mayor influencia, no solo en esta película, sino en todo lo que he hecho". Chazelle quiere hacer ahora como el director de la Nueva Ola, que revolucionó el musical con este y otros títulos como Las señoritas de Rochefort.

Nino Rota

Chazelle no solo cita películas a la hora de hablar de sus influencias para La la land. La creación de la música fue en paralelo con el guión y hasta por delante. Y el italiano fue una gran inspiración. "Queríamos que la propia música nos trasladara a los años 50", explica el director.