El desastroso debut televisivo del nadador Ryan Lochte

Las mentiras del nadador Ryan Lochte le han costado mucho más que la suspensión que ha recibido por el incidente que protagonizó durante los Juegos de Río de Janeiro. También ha oscurecido su debut en la televisión. El olímpico encontró un hueco en el mundo del espectáculo y decidió participar en el popular programa Dancing with the Stars. Sin embargo, no todo resultó como esperaba. Pues cuando se disponía a escuchar el veredicto de los jueces dos hombres llegaron hasta el escenario e irrumpieron la transmisión.

El nadador había bailado un foxtrot con la bailarina profesional Cheryl Burke, al ritmo de Call Me Irresponsible de Frank Sinatra. Lochte, de 32 años, esperaba a que la coreógrafa Carrie Ann Inaba, que es una de las componentes del jurado, evaluara su desempeño en el baile cuando ocurrió el altercado. "¡Hey, retrocedan!", ordenó Inaba mientras ocurría la confrontación fuera de cuadro. Mientras que el conductor del programa, Tom Bergeron, que anunció que se interrumpiría la emisión para ir a publicidad, ofreció una explicación vaga cuando se retomó el directo, sin aclarar qué había sucedido.

Bergeron explicó que el programa se había interrumpido por "un pequeño incidente" y agradeció al personal de seguridad de la cadena ABC "por mantenerse en forma".

El portavoz de la policía de Los Ángeles, Mike López, informó de que los dos individuos fueron detenidos por personal de seguridad presentes en el estudio, que les retuvieron hasta que llegaron los agentes del orden que les arrestaron.

López no dio más detalles sobre el incidente, aunque confirmó que nadie resultó dañado. Los dos hombres, de acuerdo a la fuente policial, portaban camisetas con el apellido Lochte tachado. Se desconoce, también, si hubo contacto físico entre los críticos de Lochte y el medallista olímpico.

Lochte no se imaginaba hace unas semanas el amargo sabor que le dejaría su primera aparición en el show. "Estoy ilusionado con mis nuevos proyectos y eso es lo que me tiene ocupado", destacó hace algunas semanas el nadador, que tiene establecidos en Brasil cargos legales en su contra, pero que dijo que trabajaban en "cerrar" el capítulo de los Juegos Olímpicos, donde llegó borracho a una gasolinera, destrozó objetos del establecimiento y luego dijo que le habían asaltado con una pistola en la cabeza.

El Comité Olímpico de Estados Unidos sancionó - con 10 meses sin competir- al nadador por mentir sobre un incidente que protagonizó en una gasolinera de Río, cuando ya había concluido su partición con el equipo de Estados Unidos. Lochte y otros integrantes del equipo olímpico causaron destrozos en la gasolinera, a la que llegaron borrachos después de haber estado en una fiesta privada. No querían pagar los daños pero el personal de seguridad armado del establecimiento les obligó a hacerlo.

Más tarde, Lochte se inventó la versión falsa de que habían sido víctimas de un asalto y robo a mano armada, e incluso el medallista olímpico dijo que alguien le había puesto una pistola en la cabeza. Antes del incidente ocurrido en el plató de televisión, Lochte se había mostrado molesto con los periodistas por considerar que estaban "alargando demasiado" la historia de Brasil de manera innecesaria, dado que ya había quedado aclarado todo y ya había recibido el "castigo" por los "errores" que cometió.

Durante la breve entrevista que Bergeron le hizo en el transcurso del programa, Lochte dijo que por su cabeza pasaban muchas cosas y que se sentía herido en su interior.