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Tentaciones

World Pride 2017: ¿la gran oportunidad de Madrid tras el fracaso olímpico?

El Orgullo Gay de 2017 podría suponer para Madrid una oportunidad de oro a nivel mundial: más de 200 millones de ingresos y dos millones de participantes. ¿Cómo se está organizando? ¿Aguantará Madrid tal evento? Hablamos con sus organizadores

Aunque este año el Orgullo Gay de Madrid parezca marcado por la polémica por la ausencia de pregón, por la apertura de escenarios en la Puerta del Sol y Alcalá o por la carrera (de tacones en este caso) entre las administraciones por ver quién es la más gay friendly, su organización tiene puesta la mirada desde hoy mismo en otra fecha: el 2017. Porque del 23 de junio al 2 de julio de ese año la ciudad acogerá el World Pride 2017 o, lo que es lo mismo, el Orgullo Gay a nivel mundial. Un evento que se perfila como una oportunidad para Madrid de ingresar 200 millones de euros y de posicionarse en el plano internacional como un destino LGTB de referencia y, quizás, desbancar a Barcelona.

Aunque las cifras bailan según las fuentes y, tal y como nos explica Miguel Sanz, Director General de Turismo del Ayuntamiento de Madrid, es difícil hacer elucubraciones sobre el número de visitantes, es casi seguro que Madrid superará el año que viene los dos millones de personas durante el Orgullo y que la ocupación hotelera, que este año está en un 80%, llegue al 100%. “El World Pride es muy importante porque es conocido en países anglosajones, sobre todo en EE UU y en Canadá de donde ahora vienen menos turistas”, resalta.

El Ayuntamiento no descarta el 'product placement' de la ciudad de Madrid en programas de televisión o series americanas

El Ayuntamiento prevé gastar una cifra cercana a los 1,2 millones de euros para promocionar el World Pride, más del doble de lo que gasta este año, unos 500.000 euros. Lo harán con eventos en Nueva York y otras ciudades, con acciones con influencers o con difusión en la prensa extranjera. De hecho, durante estos días en Madrid se encuentra un nutrido grupo de periodistas LGTB de Los Ángeles, Nueva York y Londres visitando el Orgullo (y, según nos consta, conociendo cada rincón de Chueca) con un propósito: promocionar el del año que viene. Desde la Dirección de Turismo del ayuntamiento, no descartan tampoco el product placement de la ciudad de Madrid en programas de televisión o series americanas. Así que estad atentos a vuestras pantallas.

La razón de la inversión parece lógica: es toda una oportunidad para enriquecer las arcas de la endeudada Madrid. Mientras un orgullo ‘normal’ deja unos 120 millones de euros, el World Pride dejará casi seguro más de 200 millones. “Y eso que esos datos son en base a unos parámetros que no miden todo el impacto”, señala Juan Carlos Alonso, coordinador general de Madrid Orgullo y del World Pride.

Para poder hacer una previsión fiable de lo que pasará el año que viene, el Ayuntamiento llevará a cabo durante estos días estudios casi de ciencia ficción gracias al big data. Con Movistar estudiarán cuáles son los movimientos de los visitantes que pasen por la manifestación del Orgullo y, con BBVA, analizarán sus hábitos de compra según procedencia. Todo para sacar provecho el año que viene lo máximo posible.

El Orgullo, la JMJ y las Olimpiadas

Lo único comparable al World Pride 2017 fue la Jornada Mundial de la Juventud, celebrada en 2011, en la que participaron un millón de jóvenes católicos.

A falta de unas Olimpiadas que nunca llegaron, Madrid ha tenido escasas experiencias que le hayan ayudado a demostrar a nivel internacional la capacidad de celebrar un gran evento en los últimos años. Lo único comparable al World Pride 2017 fue la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en 2011 en la que participaron un millón de jóvenes católicos. “Salvando las distancias, claro”, matiza el director general de turismo del Ayuntamiento. Mientras que en la JMJ la mayoría de los asistentes no requerían de la hostelería madrileña (hasta contaban con privilegios en medios de transporte), en el Orgullo todo corre a cargo del bolsillo del visitante. “Pero después del World Pride seguirá habiendo Orgullo y seguirá estando a la altura de la Semana Santa, las Fallas o San Fermín”, nos dice Sanz.

Según cuenta Juan Carlos Alonso, además la capacidad que tiene el orgullo de crecer “es inmensa porque el 80% de los extranjeros que vienen ahora son de Europa pero en EE UU el World Pride es muy conocido”. Alonso cita como ejemplo el Europride de Madrid de 2007, con el que consiguieron visitantes que luego siguieron viniendo. Además, el plan es que no salga del todo de Chueca, aunque contará con los mismos escenarios de este año y uno más en Madrid Río, para que los visitantes puedan identificar Madrid como un destino LGTB los 365 días del año. “Si lo haces en un descampado, no van a pensar en venir un fin de semana o en fin de año”, señala Alonso.

La programación... ¿Con una estrella internacional?

Al igual que ciudades como San Francisco o Nueva York, la programación del orgullo madrileño seguirá estando al margen del Ayuntamiento y de ella se encargarán la FELGTB, COGAM y AEGAL (Asociación de Empresas y Profesionales para Gays y Lesbianas de Madrid). Desde el Ayuntamiento resaltan que es lo ideal para que “esté en manos de la sociedad civil”, pero lo cierto es que sus decisiones también han provocado episodios cuestionables, como el ocurrido este año al elegir al jurado de Masterchef para dar el pregón. “Hemos tenido un gran problema de comunicación”, nos aclara Alonso sobre la polémica. “Queríamos que fuera la guinda festiva después de hacer un homenaje a las víctimas de Orlando, pero no lo supimos transmitir”.

Se baraja la presencia de artistas internacionales de primer nivel. “Seguramente alguna vinculada de cierto modo al mundo latino”

¿Pero pueden permitirse errores así el año que viene? “No, de hecho ya estamos barajando nombres de españoles vinculados o a la defensa de los derechos y la diversidad que además tengan repercusión internacional”, adelanta el coordinador del Orgullo. Además, también se baraja la presencia de artistas internacionales de primer nivel y de más calado que Leticia Sabater, por comentar algunas de las presentes este año. “Seguramente alguna vinculada de cierto modo al mundo latino”, explica Alonso.

En todo caso, aunque el World Pride contará con una ceremonia de inauguración al margen del pregón, Ayuntamiento y organizaciones dejan claro que será el orgullo de siempre, 100% madrileño, solo que con la oportunidad de mostrarse al mundo. “Seguirá siendo un orgullo de Madrid -cuenta Miguel Sanz-, en el que habrá familias, jóvenes y todo tipo de gente… Seguirá siendo lo que es: una forma de dar visibilidad al colectivo y de normalizarlo. Y gracias al que muchos chicos y chicas de Madrid saldrán del armario diciéndole a sus padres sencillamente: ‘Papá, me voy al Orgullo’”.

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