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Adele, víctima de un ‘hacker’

Según 'The Sun', un pirata informático logró acceder al correo electrónico de su pareja y sustrajo las fotos de la cantante, entre ellas estaba una ecografía de su hijo

Adele, en la pasada entrega de los premios BRIT.
Adele, en la pasada entrega de los premios BRIT.Mike Marsland

La vida privada de Adele ha quedado al descubierto en Facebook, y eso que es una de las estrellas de la canción más celosas de su intimidad. Imágenes íntimas de la cantante, de 27 años, circularon en un grupo privado de seguidores de la intérprete en la red social de Mark Zuckerberg. Entre las fotografías que fueron robadas de su ordenador, se encontraba incluso una ecografía de su hijo.

Según reveló el tabloide The Sun, fue precisamente un fan indignado quien denunció el hurto y se comunicó con el mánager de Adele. Días después, un miembro del equipo de seguridad de la intérprete lo llamó para inspeccionar las imágenes y comprobar dónde las había visto.

Adele.
Adele.Sascha Steinbach

Entre esas fotografías se encuentran instantáneas de su infancia, otra muestra a su hijo Angelo recién nacido envuelto en mantas y una selfie que Adele se tomó en su cocina cuando estaba embarazada. Según el diario británico, el robo de las imágenes se produjo cuando un hacker logró acceder al correo electrónico de su pareja, Simon Konecki, donde estaban almacenadas las fotografías.

Esta es la segunda vez que la británica sufre una invasión a su privacidad. A principios de año, su exnovio, el fotógrafo Alex Sturrock, publicó otra serie de fotografías íntimas de ella. Sturrock retrató en 2009 a la cantante durante su gira por EE UU, pero lo mantuvo en secreto hasta que finalmente a inicios de 2016 decidió publicar el material en su página web.

Una noticia que se produce pocos días después de que el hacker por excelencia de las famosas fuera detenido y se declarara culpable de haber filtrado en la red imágenes íntimas de decenas de celebrities. El responsable del conocido como celebgate es Ryan Collins, de 36 años y residente en Lancaster (Pensilvania), y se enfrenta a dos cargos, uno por hackeo informático y otro por entrar sin autorización a un ordenador protegido para obtener información personal que podrían costarle hasta cinco años de prisión.

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