"Yo soy tu padre ('hipster')": Guía para molar y criar a tu hijo

No pasa nada si uno de tus primeros pensamientos cuando te enteras de que vas a ser padre es qué ocurrirá con tu vida de ocio. Es natural y comprensible, para nada egoísta. Pero antes de proceder a responder esta pregunta adelanto una cosa: por mucho que cueste creer, en cuanto recibas esa noticia, en ese mismo instante, tus prioridades cambiarán drásticamente. Sí, evidentemente un bebé te va a desmontar la vida bastante, eso es inevitable. Pero no es tan dramático como lo pintan. De hecho, desde todos los ámbitos de la cultura cada vez se ponen más las pilas para que la experiencia sea lo más placentera posible. Diferente, sí, pero divertida. Hay festivales, conciertos, libros, música, cine, series de televisión, ropa, accesorios y mucho más hecho a la medida de los nuevos padres jóvenes, modernos y con un puntillo friki.

¿Qué hago si estoy harto de los bodies de la cadena de turno?

Aunque en las grandes cadenas hay ropa muy chula, cada vez hay más tiendas pequeñitas con prendas alucinantes. Una de las mejores es Rock 01. Está situada en el barrio de Gràcia de Barcelona y seas padre o tengas que regalar algo a un amigo padre es el sitio al que debes ir. Hay muchísimos bodies de grupos como AC/DC, Ramones, Nirvana o Pink Floyd. De acuerdo, no son bandas muy indies como Sonic Youth o My Bloody Valentine, pero poco a poco. Aunque lo más preciado de ese templo es un body con personajes de La Guerra de las Galaxias con el nombre cambiado a Star Buaaaaaars. Si te coge lejos siempre puedes comprarlo en esta tienda online. En cuanto a marcas conocidas, la mayoría de las que te pones tienen línea infantil y, aunque es carísimo, cuando veas esas pequeñas maravillas vas a soltar los billetes. También existen accesorios esenciales, como los cascos de protección auditiva, disponibles en diversos colores, que como veréis en siguientes puntos son un must de cualquier padre festivalero.

¿Se me acabaron los festivales?

Para nada. Una cosa es que tu hijo nazca en mayo, entonces tienes todos los números de perderte Primavera Sound, Sónar o cualquiera que tenga lugar en verano. Si no es el caso, evidentemente no te podrás pegar un fiestón y cerrar con la sesión de DJ Coco después de tres jornadas maratonianas de 12 horas de música pero sí se puede buscar un punto intermedio (dependiendo, también, de la disponibilidad y paciencia de familiares para hacer de canguros). Si eres de los que no te pierdes ninguno de estos eventos querrás saber que puedes llevarte a tu hijo contigo. Recientemente se aprobó una modificación de ley que permite a los menores entrar en salas de concierto de Madrid, Cataluña y otras grandes comunidades, aunque es un poco loco ir con el carrito (desde Apolo comentan que han llegado a recibir peticiones de padres con bebés muy pequeños y, aunque no pueden prohibirlo, lo desaconsejan y dicen que compres los famosos auriculares en su tienda oficial).

Por lo que se refiere a festivales al aire libre todo es más flexible. Desde hace años la mayoría tiene una zona infantil con actividades muy interesantes, hasta la del Primavera Sound, que está asociada con las gentes de Minimúsica, tiene un servicio de guardería y, aunque os cueste creer, han llegado a tener bebés de meses ahí hasta tarde. Lo ideal es, además de pasarse por estas áreas, pasear por los escenarios de tarde, alejarse del ruido y, obligatorio, llevar esos cascos que comentábamos en el anterior punto. Existe la posibilidad de alquilarlos, pero si eres habitual de este tipo de saraos, mejor tener siempre unos a mano.

Además, Minimúsica prepara para el 10 de abril El Día de la Minimúsica, que eso sí que es el festival ideal para disfrutar padres e hijos.

Hay muy buena comida, talleres y actividades de todo, sonido bajo y excelente selección musical: Los Fresones Rebeldes, Joan Miquel Oliver (ex Antònia Font), Los Tiki Phantoms o Sictor Valdaña & The Check This Outs. Sónar también fue pionero con su SónarKids, que ha mutado a lo largo de los años, siempre muy interesado en el enfoque tecnológico, igual que su hermano mayor. Es gente, además, a la que la da mucha vida que vayan bebés o niños pequeños al festival.

¿A mi hijo de año y medio le va a gustar la última de Wes Anderson?

No, vete mentalizando que vas a tardar unos años en ver algo que no sea Disney, Pixar o animación más ramplona por muy cuqui que te pueda parecer la filmografía de Wes Anderson. Puedes probar con Fantastic Mr. Fox, por ejemplo, o Los Muppets (la reciente serie o los filmes), dependerá del niño, claro, pero los llantos están garantizados más pronto que tarde. Así bien, tocará tirar de Pocoyo, La Casa de Mickey Mouse y demás. En bucle. Muy duro, sí. Hasta que no crezca un poco desearás que duerma para enchufarte el nuevo capítulo de tu serie favorita o ver películas más adultas.

¿Y ahora que viene Sant Jordi o el Día del Padre qué libros quiero que me regalen?

No me quiero poner ñoño, pero siempre recordaré mi primer Día del Padre cuando me regalaron Darth Vader y su Princesita. Sólo por la ilustración de más abajo vale la pena. Forma parte de una colección de divertidos libros de Jeffrey Brown ilustrados a todo color. Hay varios editados al castellano. Siguiendo un poco la premisa orientativa de este artículo recientemente Martín Piñol ha editado el cachondo libro Harry Pater y El Pañal Filosofal, que pretende ser una guía de ese primer año entre que el Predictor da positivo y el bebé cumple tres meses. El autor no es especialista ni nada por el estilo, es otro hombre más que se ha visto con el marrón, de la noche a la mañana, que va a ser padre. Con mucho humor e información, cuenta a partir de la experiencia personal a esos padres primerizos todo lo que les espera, sin dejarse alguna de las realidades más espinosas y con multitud de reflexiones. También lo hace a partir de un enfoque muy pop, tal y como el propio título sugiere. Todos los capítulos son guiños a famosas películas (Mad Maxi-cosi, Alien Versus Predictor, El Retoño del Jedi, La Semilla del Diablo o el temido Los Padres de Ella).

¡Ánimo, que tampoco es para tanto!