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KiandaHub: El espacio que Luanda necesitaba

Los impulsores de este 'tech-hub' han abierto un camino en Angola y han construido en tiempo récord una comunidad de emprendedores digitales potente

Celebración del SeedStars World en Kianda Hub.
Celebración del SeedStars World en Kianda Hub.Cortesía de Kianda Hub
Carlos Bajo Erro
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Dice una leyenda que Kianda es la madre de todas las sirenas, que vivía en la Praia do Bispo, en Luanda, la capital de Angola. Kianda, que es también el nombre con el que se conoce en quimbundo a todas las sirenas, entregó un tesoro a un hombre pobre y, cuando éste empezó a despilfarrarlo, decepcionada, volvió a sumirle en la miseria. En realidad, es la versión angoleña de Mami Wata, una representación del espíritu del agua que se repite con muchas similitudes en comunidades de todo el continente africano y que supone un fenómeno fascinante. Tras esta historia aparece uno de los símbolos más poderosos de la capital angoleña y por eso un grupo de tecnólogos decidió ponerle su nombre al primer tech hub (centro de innovación tecnológica) constituido en la ciudad y en el país.

Las altas cifras de PIB de Angola, contrastan con su posición en el Índice de Desarrollo Humano que coloca al país en el grupo de los que tienen “bajo desarrollo humano”. Este es el resultado de una economía basada en la explotación del petróleo, actualmente en horas bajas, y controlada por pequeños grupos próximos al poder. Una receta habitual es que la apertura de nuevos sectores y la diversificación de la economía económicos llevan a un crecimiento más estable y distribuido. En esas están algunos emprendedores angoleños y ese es el contexto que explica el nacimiento de KiandaHub. Joel Epalanga, cofundador del espacio y actual director general, explica que los trabajos comenzaron en 2013 con un grupo de apasionados por las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que se empeñaron en crear las condiciones para su desarrollo en Angola. Primero crearon una asociación, pero las actividades no terminaban de arrancar. “Nos reuníamos en bares y restaurantes y siempre teníamos que depender de otros para cada cosa que organizábamos”, cuenta Epalanga. Así que para romper esta dependencia que les atenazaba decidieron “crear un espacio en el que nosotros mismos, la comunidad y todos los demás miembros del ecosistema digital pudiesen compartir ideas y proyectos, donde se les ofreciesen servicios en buenas condiciones, que permitiesen dar un empujón a ese ecosistema digital.

Un modesto espacio de 30 metros cuadrados ocupa este tech hub, pero sus impulsores tienen el orgullo de haber abierto un camino en Angola, un país llamado a ocupar un lugar destacado entre las economías más potentes del continente (si consigue romper la dependencia petrolífera). No sólo se trata de una cuestión simbólica, sino que han construido, en un tiempo récord, una comunidad de emprendedores digitales potente y han atraído, por ejemplo, hasta Angola el interés de SeedStars World una competición que identifica por todo el mundo las start-up más atractivas para los inversores. La rápida explosión demuestra que había una especie de energía contenida en Luanda, esperando a contar con el espacio y las condiciones adecuadas para desarrollar ideas e inquietudes.

Una reunión en Kianda Hub.
Una reunión en Kianda Hub.Cortesía de KH

Joel Epalanga comenta que la sociedad de la información “ha cambiado radicalmente la forma de comunicarse de los ciudadanos, de aprender y de enseñar, de moverse”. Esa no es ninguna constatación excepcional, pero Epalanga la hace para lanzar la segunda parte del argumento: “El fomento del uso de las TIC es un reto importante para cualquier nación de este mundo globalizado. Y Angola no es una excepción”. El impulsor de KiandaHub apela a los 14 millones de móviles que hay en el país y a los previsibles cinco millones de usuarios que habrá en 2017 como el contexto tecnológico en el que se desarrolla su actividad. De la misma manera, reconoce que el ecosistema digital angoleño es todavía inmaduro pero que cada vez más se está animando la formación de empresas basadas en el sector tecnológico. Unos programas de fomento que se unen a la mejora de las condiciones tecnológicas, con las conexiones a los famosos cables submarinos e, incluso, la adquisición de un satélite angoleño. “Se ha plantado la semilla y ahora tenemos que seguir soñando, creer y lograr”, afirma Epalanga esperanzado.

El espacio de innovación ha centrado su actividad en el desarrollo económico y, por ello sus puntos de interés más importantes son la dimensión comercial y el negocio ligado a las TIC. A pesar de eso, Epalanga no es ajeno a una realidad social: “La adopción de plataformas sociales como Facebook, WhatsApp, Snapchat o Instagram sirve para fortalecer la participación social de los ciudadanos, ya que despierta en ellos nuevas oportunidades de interacción social para diversos fines. Muchas personas en Angola, utilizan estas plataformas para promover sus negocios, talentos y opiniones”. Sin embargo, el responsable del tech hub angoleño no baja la guardia: “La moneda siempre tiene dos caras, de la misma manera que estas plataformas tienen beneficios, también pueden ser una nueva herramienta para los delincuentes. Por eso debemos estar atentos”.

En todo caso, el mensaje que lanza Epalanga recuerda, en cierta medida, a la recompensa ofrecida por Kianda en la leyenda, aunque con la moraleja incorporada. “La vida de un emprendedor está hecha de sueños”, concluye el joven angoleño, “pero hay que trabajar duro. No hay éxito sin sacrificio. Aprendí que no hay límites para lograr lo que soñamos y renunciar no debe ser una opción. Hay que hacer las cosas en el momento adecuado, pero en este mundo, el momento adecuado simplemente no existe, así que lo tiene que generar el emprendedor,”.

Ficha técnica

País: Angola.

Número de miembros: Más de 300 usuarios. 30 start-up registradas.

Año de creación: 2015.

Objetivo: Fomentar el espíritu empresarial tecnológico en Angola.

Logros: Haber organizado el primer concurso internacional de startups en Angola y haber puesto a Angola en el mapa de los tech hub africanos con el primer espacio de innovación tecnológica.

Sobre la firma

Carlos Bajo Erro
Licenciado en Periodismo (UN), máster en Culturas y Desarrollo en África (URV) y realizando un doctorando en Comunicación y Relaciones Internacionales (URLl). Se dedica al periodismo, a la investigación social, a la docencia y a la consultoría en comunicación para organizaciones sociales.

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