Los Coen se pegan un homenaje
Analizamos con lupa ¡Ave, César!, su última película, y encontramos autohomenajes delirantes
Los hermanos Coen han creado su propio universo –como ha hecho Quentin Tarantino– en el que no faltan los personajes peculiares, los giros sorprendentes de la historia, el humor negro y los encuadres de cámara imposibles. En ¡Ave, César! cumplen uno de sus sueños: mostrar cómo que se vivía el día a día en un estudio de Hollywood de los años cincuenta incluyendo cómo se ocultaban ciertos secretillos inconfesables de los actores.
Para acallar rumores, por ejemplo, existía la figura del solucionador de problemas, en este caso Eddie Mannix –interpetado por Josh Brolin– que se pone manos a la obra cuando secuestran a su estrella más popular, Baird Whitlock –encarnada por George Clooney– cuando este encuentra inmerso en el rodaje de una película bíblica. Dos hermanas gemelas –a las que da vida Tilda Swinton– intentarán descubrir la verdad tras la farsa. Pero ese no es su único obstáculo. Mannix tendrá que enfrentarse a un actor-bailarín algo rebelde –al que se interpreta Channing Tatum–, a una seductora especialista en coreografías acuáticas –personaje que le va como anillo al dedo a la sensual Scarlett Johansson– y a una joven promesa del cine western que no sabe actuar –Alden Ehrenreich–; circunstancia que saca de quicio a un refinado director al que representa Ralph Fiennes. El caos da pie a que los Coen exhiban toda su artillería pesada con rocambolescas situaciones en las que no faltan los guiños y los autohomenajes que han contribuido a componer el particular universo de estos dos hermanos. Estas son algunas de sus claves.
Amor por el cine clásico
¡Ave, César!… es el homenaje más directo de los Coen al cine de los años dorados de Hollywood mediante el estudio Capitol Pictures.
- Esto ya lo he visto antes. Capitol Pictures es el estudio que contrata al guionista de Barton Fink. El gran salto es un tributo a las comedias de Frank Cappa. Arizona Baby y Crueldad intolerable, a la screwball comedy: un género centrado en crear situaciones de enredo con toque cómico que evadan al espectador de sus problemas. Fíjate en la ilusión caleidoscópica que se crea con la coreografía de Scarlett Johansson en el agua: es clavada a la escena onírica de la bolera de El gran Lebowski.
Cine dentro del cine
En ¡Ave, César!… entramos en el set de rodaje, en la sala de montaje, en la de visionado, en un estreno… ¡Ave, César!, de hecho, es la película que rueda el personaje de George Clooney.
- Esto ya lo he visto antes. La (falsa) peli porno bastante chusquera que ve el Nota en El gran Lebowski. El culebrón que destapa toda la farsa en Crueldad intolerable. La pelicula de lucha antigua en Barton Fink. En O Brother! hasta los presos tienen derecho a ver una pelicula en blanco y negro en un cine.
Mezcla de géneros
Mientras transcurre la historia de ¡Ave, César!… se ruedan simultáneamente un western, un sofisticado drama, un musical y una coreografía en una piscina.
- Esto ya lo he visto antes. En El hombre que nunca estuvo allí hay marineros bailarines como Channing Tatum en una fiesta con orquesta y Billy Bob Thornton le corta el pelo a un niño disfrazado de vaquero mientras lee un cómic del Oeste. El atraco a un banco en plan cuatreros en Arizona Baby. Durante la memorable paliza final de El gran Lebowski, una valla publicitaria anuncia la lavandería Ben-Hur, con su cuadriga y todo.
La música: un personaje más de sus historias
En ¡Ave, César!… Channing Tatum se marca un número musical, bailando y cantando a lo Gene Kelly en un local que se llama Balsa jovial.
- Esto ya lo he visto antes. George Clooney cantaba en O Brother! con barbas a lo ZZ Top (la BSO de la película se llevó un Grammy) haciéndose llamar Traseros mojados. El blues y el falso grupo musical formado por los ladrones de Ladykillers. La actuación de José Feliciano en Fargo.
Raptar a gente como parte de un plan maestro
El personaje de George Clooney en ¡Ave, César!… es secuestrado por un grupo que se lo lleva en una furgoneta de una empresa de limpieza en seco. Envían al estudio una nota pidiendo 100.000 dólares por su liberación.
- Esto ya lo he visto antes. En Fargo y El gran Lebowski, los secuestros son también por pasta. En Arizona Baby, una pareja que no puede tener hijos, se lleva a un niño. El guiño más evidente es a El hombre que nunca estuvo allí: aparece la misma nota de rescate mecanografiada y, ojo, que Billy Bob Thornton se metía en el embolado del chantaje porque quería invertir ese dinero en una incipiente empresa de limpieza en seco.
Con la iglesia hemos topado
En ¡Ave, César!… sin títulos de crédito la cámara se fija en un Cristo crucificado. El personaje de Josh Brolin, que se confiesa a menudo, consulta a representantes religiosos el tono de la película que mostrará esa misma imagen.
- Esto ya lo he visto antes. El cura con guitarra que casa a Catherine Zeta Jones en Crueldad intolerable. El bautizo en masa o cómo George Clooney se encomienda a Dios en O Brother! La anciana beata de Ladykillers que los hace elegir entre la Iglesia o la cárcel. Frances McDormand yendo a la iglesia para jugar al bingo en El hombre que nunca estuvo allí…
El narrador: un imprescindible en la historia
En ¡Ave, César!… cuando el protagonista es complejo, algo fuera de lo común, una voz en off nos lo describe, ocurre con Eddie Mannix (Josh Brolin). La voz es de Michael Gambon.
- Esto ya lo he visto antes. El Nota de El gran Lebowski no sólo se merecía su voz en off, además, conocía a El Nota y rompía la cuarta pared despidiéndose. También Billy Bob Thornton, que habla de sí mismo como si escribiese una carta en El hombre que nunca estuvo allí.
Los dientes de George Clooney
En ¡Ave, César!… Clooney interpreta al actor más famoso de Hollywood que es algo borrachín y mujeriego. Este arco del personaje forma parte del universo de los Coen una vez más. George Clooney no se quita la falda de romano en toda la peli.
- Esto ya lo he visto antes. Clooney ha aparecido en otras tres películas de los Coen, siempre, limpiándose los dientes. Como abogado en Crueldad intolerable, cuya primera escena es blanqueándoselos; abogado sin licencia en O Brother! (cuando escapa asegura que se hará dentista) y como adicto al sexo en Quemar después de leer. Por cierto, también lleva falda (escocesa) cuando se casa en Crueldad intolerable.
Nunca falta un perro, ni un maletín, ni una piscina, ni un tren
En ¡Ave, César!… están el perrito danzarín en medio del secuestro, el maletín donde lleva el dinero el personaje de Josh Brolin; la piscina donde se zambulle Scarlett Johansson; y se predice la obsolescencia del tren frente al avión.
- Esto ya lo he visto antes. Los perros parece que no pintan nada, pero no te fíes: son un personaje más en las tramas de los Coen. Los maletines o bolsas con dinero, también. En concreto, Josh Brolin se metía en otro lío por un maletín en No es país para viejos. Y las piscinas… no hay personaje con dinero que no presuma de tener una. En cuanto a los trenes, búscalos: en Crueldad intolerable un tipo de ponía cachondo con ellos.
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