Un cuento de Navidad
En un pueblo de Huesca en 2011, la Asociación de Amas de Casa vendió puerta por puerta los boletos de cinco euros de la Lotería de Navidad comprados en Grañén. Les tocó el Gordo más gordo de la historia. Lo festejaron a lo grande
Sodeto es un pueblecito de Huesca. Allí, en 2011, la Asociación de Amas de Casa vendió puerta por puerta los boletos de cinco euros de la Lotería de Navidad comprados en Grañén. Les tocó el Gordo más gordo de la historia. Lo festejaron a lo grande. Las mujeres acudieron en tromba a la peluquería, pero la peluquera se negó a abrirla ese día.
Sólo un vecino se quedó sin lotería. Era Costis Mitsotakis, un cineasta griego. Vivía solo, en las afueras, en un antiguo granero que él mismo había restaurado. A ese lugar no llegaron las amas de casa. Pero, al enterarse de la noticia, Costis cogió su cámara y comenzó a retratar aquel estallido de alegría en Sodeto, el pueblo de la abuela de su exnovia. Apenas se dieron caprichos. La mayoría empleó el dinero en aliviar deudas, renovar su maquinaria agrícola, cambiar el sofá o rehabilitar las casas. Ahora, Costis está a punto de concluir Cuando tocó, su documental alrededor de las pequeñas historias escondidas dentro del Gordo.
Mitsotakisha seguido sin adquirir ninguno de los boletos que las amas de casa compran en Grañén. Le fascina, aunque no la comprende, la obsesión española por la lotería. Pero él es un tipo con suerte. La lotería le acaba de regalar un bonito epílogo para su película. En Grañén, 1.600 habitantes, ha vuelto a tocar: 22,5 millones de euros del tercer premio, un número elegido por un lotero llamado Fortunato. Dicen que Aragón es el Ohio español, el sitio que mejor representa la media del país. Pero Mitsotakis puede confirmar que en Aragón se viven cuentos de Navidad que no es fácil que sucedan en otra parte.
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