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El arte está en el bolso

La diseñadora Inés Figaredo se consolida en el mercado internacional y llega hasta el MET

Aurora Intxausti
La diseñadora de bolsos Inés Figaredo.
La diseñadora de bolsos Inés Figaredo.santi burgos

No hay arañas como las de Louise Bourgeois pero sí ojos, mariposas, calaveras y pies en las obras que desde hace cinco años comenzó a crear Inés Figaredo (Madrid, 1976), una artista que ha trasladado su creatividad a bolsos que se exhiben en las calles de Nueva Yok, París, Dubái o Madrid. Su nueva colección se presentará en las Semanas de la Moda de Nueva York y París. Detrás de cada ojo que coloca en alguna de sus piezas hay personas y “una manera de escapar de la soledad”. Está mujer, especializada en Derecho Marítimo, cambió su vida tras sufrir un coma. Su vuelta a la realidad la trasladó a un universo creativo que se inició con La muñeca, una obra que es una metáfora de su transformación interior y exterior.

Bolso creado por Inés Figaredo.
Bolso creado por Inés Figaredo.

Su imaginación se materializa en bolsos. “Yo observo el continente como una necesidad de contar lo que siento y adornarlo, tal vez en exceso”. Los que salen a la venta no pasan desapercibidos, cuando ves el primero llegas a identificar sin dificultad el resto de su trabajo, “en evolución permanente”. Hay cierta magia y misterio en sus piezas, elaboradas todas en Ubrique (Cádiz). “Cuando mandamos los bocetos a fábrica a veces piensan que son obras de arquitectura por los diferentes materiales que pedimos”, comenta.

El bolso calavera, una de las craciones de Inés Figaredo.
El bolso calavera, una de las craciones de Inés Figaredo.

Entre quienes han exhibido alguno de sus bolsos se encuentran Rihanna, Lady Gaga o la reina Letizia —llevó su clutch de piel de cocodrilo y una pluma bañada en oro valorado en 4.200 euros—. “Eso no significa que sean exclusivos, somos una pequeña empresa que lucha por hacerse un hueco y creo que vamos por el buen camino. Ahora si alguien quiere, como me ha ocurrido, que una pieza en concreto se haga en oro macizo y con braques de brillantes, se hace”, afirma sonriendo.

Los diseños surgen en su cabeza, que a las cinco de la mañana ya está en plena ebullición, de ahí al papel, al prototipo y, después de cuatro muestras más, empieza el proceso de fabricación. Cada mes salen a la venta 15.000 bolsos firmados por Inés Figaredo. “Mi deseo era poder expresarme y lo hice a través de un bolso, podía haber utilizado otra forma pero encontré la que era más acorde a mis necesidades. La profesionalidad es una pura necesidad de expresión”.

La reina Letizia, con un bolso de Inés Figaredo, y don Felipe, en un acto el pasado mes de noviembre.
La reina Letizia, con un bolso de Inés Figaredo, y don Felipe, en un acto el pasado mes de noviembre.Getty Images

Ahora, después de cinco años y de haber pasado un periodo de experimentación, tiene más confianza y puede transitar más serena, con el trabajo más depurado, “no ser tan brusca como al principio”. Está radiante y convencida de que ha encontrado el canal con el que poder expresarse. “Uno tiene que ser cuidadoso para no caer en la caricatura, pero terminas siendo lo que ha pasado por tu vida”. Entre sus proyectos está crear una fundación dedicada a los niños, realizar una película y la exposición de sus creaciones en la famosa gala del Metropolitan de Nueva York.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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