¿Por qué Spice Girls y Backstreet Boys son ahora grupos de culto?
Artistas y marcas de moda reivindican el legado de los dos grupos que marcaron la adolescencia en los noventa
Ocurría en Nueva York, durante la presentación al mundo de la colaboración que el diseñador Olivier Rousteing –director creativo de Balmain- ha creado para H&M. Tras el desfile, los Backstreet Boys reaparecieron sobre el escenario para interpretar el mítico y coreografiado tema de 1997, Everybody. Rousting, un joven mestizo, nacido en Francia y cercano a la treintena, era el responsable de la reaparición de la banda, que causó furor y lágrimas entre millones de adolescentes allá por el año 96 –aclaración para fans: vale, los chicos del callejón de atrás han seguido sacando discos pero no han repetido el éxito de aquellos años.
Lo cierto es que, en estos tiempos de remix, a todo producto le llega su hora. Y parece que la hora de las bandas más míticas de finales de los noventa, los Backstreet Boys y las Spices Girls, ha llegado, pese a lo poco memorable –para algunos- de sus respectivas propuestas musicales. El giro parece lógico teniendo en cuenta el carácter nostálgico de la sociedad en la que vivimos, enganchada a su propio pasado. Según el catedrático de Comunicación Audiovisual de la Universidad Rey Juan Carlos, José María Álvarez, “ante la falta de novedades y rupturas de los últimos años, los referentes tienden a buscarse en épocas anteriores". Pasa, sobre todo, en el mundo de la moda. El mejor ejemplo de ello es el resurgir de Gucci, estética nerd, setentera y empolvada, mediante.
Sin embargo, existen otros factores que hacen que haya llegado el momento de reivindicar y convertir en objeto de culto a estos dos iconos de la Generación Z. Aquellos adolescentes que crecieron imitando los gestos de Victoria, la Spice pija reconvertida en diseñadora de referencia, o suspirando por los ojos claros y el pelo oscuro de Kevin, el de los Backstreet Boys, empiezan, ahora, a ocupar puestos de relevancia en la sociedad y, con ello, enarbolan los modelos con los que crecieron.
“Representaban, de forma capitalista y aparentemente superficial, la amistad entre mujeres, la empatía y el empoderamiento femenino, de una forma lúdica y juguetona"
En 2016 se cumplen 20 años -¿ya?- desde que las chicas picantes lanzaran su primer disco, Wannabe, y lo petaran en medio mundo. WANNABE es, precisamente, el nombre que le han puesto a su colección de homenaje a las Spice Girls los diseñadores de la firma Hosoi, una firma unisex española fundada hace un año por Israel Cascón y Andrés Sierra cuando, según ellos mismos “decidimos dejar de perder tiempo buscando ropa que nos gustara y empezamos a diseñarla”. La colección, disponible a través de su página web, está compuesta por un conjunto de prendas con reminiscencias picantes y con las caras de las integrantes estampadas en mallas y crop tops. “WANNABE es meter a las Spice Girls y a las bandas del Harlem en una batidora muy grande y convertirlo en una colección. Es una mezcla de las 5 componentes. Todas las prendas son un poco baby, bastante scary, siempre ginger, muy sporty y demasiado posh”, enumeran.
En 2010 se intentó poner en valor el fenómeno de las Spice Girls con un musical, Viva Forever!, dedicado a ellas pero no protagonizado por ellas, que no podemos calificar de éxito. Eran un fenómeno demasiado reciente para un come back. Sin embargo, los adolescentes y preadolescentes que crecieron con ellas son ahora adultos ansiosos por producir y consumir -¿te suena lo de prosumidor?-. “Las Spice Girls influyeron estéticamente en toda nuestra generación. Nos ayudaron a buscar nuestra propia identidad y a aprender a organizar una coreografía en el patio del colegio”, rememoran los diseñadores de Hosoi. La potencia creadora ha sido lo que ha llevado a Raisa Maudit a desarrollar su proyecto Space Nihilista. Esta artista visual canaria, interesada en los tabúes de lo políticamente correcto, las reflexiones políticas, y lo que es sistémico y lo anti sistémico, prepara una exposición en la que se plantea reconstruir su biografía y su intimidad, generando una serie de materiales –vídeos, canciones, imágenes, etc- en torno a las Space Girls, “una girlband ficticia de cinco chicas de fama mundial. De este modo, elaboraremos un relato en formato expositivo en el que se reflexiona sobre los contextos políticos, el girl power, la intimidad, la cultura popular, los sueños de infancia, la relación entre mujeres, el fracaso, la amistad y la ruptura”, describe Raisa encaramada sobre unas plataformas muy rollo Geri Halliwell. La exposición puede seguirse online y se podrá ver, a partir del 15 de enero, en el espacio Swinton and Grant de Madrid.
Para Maudit, que se acerca al fenómeno desde la reflexión crítica, “con las Spice se extendieron conceptos y posturas que se llevaban trabajando desde la contracultura y los feminismos desde hacía décadas, convirtiendo el “Girl Power” de las Riot Girrrls o la visibilización de los deseos femeninos en un producto de masas vendible, inofensivo y exitoso para un target de público muy joven”, principalmente femenino.
“Representaban, de forma capitalista y aparentemente superficial, la amistad entre mujeres, la empatía y el empoderamiento femenino, de una forma lúdica y juguetona”, zanja. Para la canaria, una de las dos mitades del espacio/colectivo madrileño Storm and Drunk, lo reivindicable de las Spice es que “fueron un agente de empoderamiento femenino, ‘feminista’. Hasta entonces, en el contexto inglés, las teorías feministas estaban ligadas a perfiles de mujeres blancas de alto nivel cultural. De repente, cinco chicas sin esa formación académica y siendo un producto pop capitalista consiguen atraer la atención de una generación entera haciéndoles reflexionar sobre su autoestima y su lugar en un mundo dominado por ‘los chicos’. En ese sentido fueron claves dentro de la perversa maquinaria capitalista de apropiación de la contracultura y, a la vez, también desde un punto de vista revolucionario como consecuencia de esa propia maquinaria”.
Con las razones sobre la mesa y como los productos de culto que son –o que quizá siempre fueron-, ¿por qué no reunirse y dar forma a un producto premium? La bombilla se encendió tras un tweet de Nick Carter, el rubio aniñado de la boy band, dirigido a Mel B, la negra alocada del quinteto británico, en el que le sugería la posibilidad de hacer un tour conjunto bajo el hashtag #backstreetboysspicegirlstour. La idea no sería tan descabellada ahora que ambos empiezan a cotizar al alza. Muchos menos a tenor de las últimas declaraciones del eterno chico con el corte de pelo a cazo, que acudió al programa de Ellen DeGeneres para promocionar su participación en Dancing With the Stars –aquí Mira quién baila-, que aseguró: “Es algo que hemos estado pensando desde hace tiempo y sería genial”, comentaba medio en serio, medio en broma.
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