Ohrid SOS
¿Cuánto dinero vale un enclave geográfico con millones de años de antigüedad? ¿Quién ha otorgado a los políticos el derecho a decidir sobre el futuro de tan preciado lago?
El lago de Ohrid, situado en el suroeste de los Balcanes, en la frontera entre Macedonia y Albania con una superficie de 383 kilómetros cuadrados y una profundidad máxima de 288 metros, cuya antigüedad se estima en al menos tres millones de años, es uno de los lagos más antiguos del mundo y, sin duda, el más antiguo de Europa. Se trata de unos de los ecosistemas acuáticos de mayor biodiversidad de la Tierra con más de 200 especies endémicas anidando y viviendo en sus cristalinas aguas. Es más, por unidad de superficie, Ohrid es el lago de mayor diversidad de especies del mundo. Junto con el lago de Prespa y la montaña Galicica, situada entre los dos lagos, forma un conjunto de un inmenso valor natural y paisajístico, constituyendo el principal atractivo turístico de la República de Macedonia.
La montaña Galicica en sí misma se constituye como Parque Nacional protegido desde el año 1958 de una extraordinaria riqueza biológica —por ejemplo, se han descrito hasta la fecha 1.644 especies de mariposas— estando toda la región del lago de Ohrid incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1980. Para que se entienda la importancia de este lugar, hay que resaltar un hecho fundamental; de los 1.031 lugares protegidos por la UNESCO en nuestro planeta, solo 32 incluyen una protección mixta por su alto valor histórico-cultural y natural, siendo Ohrid uno de ellos. No hace falta ser un experto limnólogo para apreciar la enorme riqueza acuática de este lugar y son incontables los casos de visitantes que, literalmente tras el primer contacto con el lago, quedan enamorados de su fascinante belleza para toda la vida.
En contra del sentido común y haciendo caso omiso a muchas voces expertas y no expertas, incluidas varias ONGs y grupos de ciudadanos, el Gobierno macedonio está promoviendo un plan estratégico de urbanización de Ohrid previsto para el periodo 2014-2024. La implantación de este plan tendrá un impacto devastador sobre su ecosistema y destruirá, sin ningún género de dudas, la esencia de un enclave de enorme valor natural. Las propuestas (varias ya han sido aprobadas) incluyen la urbanización de la costa con la construcción masiva de complejos turísticos (hoteles y apartamentos); uno de las cuales se ha planificado justo encima de Studenchishte, el último de los humedales de Ohrid, que no solo es el hábitat de muchas especies sino que además funciona como el filtro natural del agua de Ohrid. Esta zona va a ser drenada y reemplazada por hormigón.
La lista de los horrores es extensa e incluye también la construcción de una autopista, financiada por el EBRD (Banco Europeo para la Reconstrucción y Desarrollo) para lo que se eliminarán más de 70 hectáreas de suelo de un incalculable valor ecológico. Esta autopista pasará por medio de la montaña Galicica impidiendo el paso migratorio vertical de muchas especies por no hablar del impacto visual sobre el paisaje. También está prevista la construcción de un centro de esquí en la propia Galicica para lo cual se venderá suelo propiedad del pueblo macedonio dentro del parque nacional. Uno no tiene que pensar mucho para darse cuenta lo que hay en juego aquí, como en todas partes, oscuros intereses económicos por encima de los intereses nacionales. Mientras escribo esto, las playas naturales de Ohrid se están reemplazando por playas artificiales implantando además especies de plantas no autóctonas (por ejemplo, palmeras). Sorprendentemente, existen políticos macedonios que creen que el valor turístico de Ohrid aumentará si se parece más al Mediterráneo.
Con este panorama, y a raíz de las últimas propuestas del Gobierno Macedonio este último año, nace la plataforma de ciudadanos OHRID SOS, en la que trabajamos 40 activistas y varios miles de seguidores. Nuestro único objetivo es frenar este brutal e interesado ataque sobre un ecosistema único en el mundo. Estamos aquí para extender y hacer oír la voz de muchos expertos en limnología, ecología y medio ambiente. Y también gente no tan experta, pero con un mínimo de sentido común y deseo de preservar para las futuras generaciones lo que gratis se nos ha concedido. Nuestra misión además es concienciar sobre la gravedad de este problema porque es obvio que, tanto la importancia de la región, como el peligro en el que se encuentra la misma son en gran medida desconocidos fuera de las fronteras de Macedonia. Queremos que la gente conozca Ohrid porque " solo se quiere lo que se conoce y solo se protege lo que se quiere".
En OHRID SOS queremos a Ohrid y luchamos por su preservación por encima de cualquier interés político o económico. Esta región, una obra maestra geológica y natural, ha perdurado durante miles de años y ha sobrevivido a varios imperios. Pero parece que ahora, en pleno siglo XXI, es cuando se encuentra en su mayor peligro. No podemos permitir que unos pocos, con dudosos intereses, destruyan el legado que nos pertenece a todos y a los que están por venir.
Estamos presionando al Gobierno y otras entidades de Macedonia a repensar y reevaluar el plan de urbanización, instándoles a que centren sus esfuerzos no en la destrucción sino en la protección del lago. Para ello, hemos establecido contactos con expertos mundiales en materia medioambiental además de varias ONGs y organizaciones de activistas para aprender de los ejemplos en otros países, tanto los buenos como los malos. Por no ir muy lejos, miremos la costa del mediterráneo en España. ¿Qué se obtuvo con la edificación masiva en las últimas décadas? ¿Qué valor tiene una playa llena de hormigón y una costa llena de edificios de muchas plantas? ¿En qué estado se encuentran los mares que las bañan?
Estamos horrorizados al ver la manipulación evidente y cómo se intenta convencer a la gente de que estos proyectos son “de desarrollo”. Y que estas "nuevas y modernas infraestructuras" van a mejorar el potencial turístico de la región. Los visitantes extranjeros viajan a Ohrid para conocer un lugar de una belleza natural extraordinaria —está en auge, además, el turismo activo de espeleología, senderismo, deportes acuáticos, buceo...— y no necesitan, ni mucho menos demandan, una carretera de 14 metros de ancho, ni hoteles de cinco estrellas en la orilla del lago.
Por todo lo anterior, una de las acciones que hemos tomado es elaborar una petición bajo el lema Protejamos Ohrid, el lago más antiguo de Europa, dirigida a los altos cargos nacionales y locales que ya ha recogido más de 11.000 firmas.
El principal mensaje que queremos trasmitir es la importancia de detener, entre todos (aún estamos a tiempo), este ecocidio. Ohrid es una rara joya natural a nivel mundial y no podemos permitir que lo traten como un pantano. La construcción y urbanización prevista no solo está en desacuerdo con la legislación nacional para áreas protegidas, sino también contradice leyes internacionales como la Convención Internacional de Diversidad Biológica.
No deja de sorprendernos la miope política de los gobernantes macedonios. Solo hay que documentarse de casos parecidos en el pasado reciente para ver lo que está pasando y adivinar el futuro. Actualmente, en muchos países en desarrollo se están llevando proyectos similares al de Ohrid con consecuencias nefastas irreversibles. Pongamos el ejemplo de Kazajstán. Haciendo caso omiso a las protestas y una petición de 10.000 firmas, el Parque Nacional Ile-Alatau fue recalificado para la construcción de pistas de esquí para luego ganar el Rusty Nail —una antipremio para el peor ejemplo de turismo no sostenible que le fue otorgado en la Feria Internacional de Turismo de Berlin en 2014. Es alarmante, por no decir un insulto a la inteligencia, que la misma empresa que elaboró el plan de construcción en Kazajstán, Еcosign Mountain Resort Planners Ltd. at Whistler, Canada, es la que lo ha hecho para el parque nacional de Galicica, en Macedonia.
¿Cuánto dinero vale un enclave geográfico producto de millones de años de antigüedad?, ¿Quién ha otorgado a los políticos el derecho a decidir sobre el futuro del lago?, ¿Quién se enriquece realmente con el supuesto desarrollo?, ¿Cómo el teórico Estudio de Impacto Ambiental cumple con los exigentes estándares impuestos por el EBRD para financiar gran parte del Proyecto?
Muchas preguntas de fácil respuesta.
La autora es la doctora Nadezda Apostolova, activista del colectivo OHRID SOS, y profesora de medicina en la Universidad de Valencia.
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