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Cristina Reyes, la estilista detrás del ‘efecto Preysler’

Las firmas la buscan para que las famosas luzcan sus prendas

Cristina Reyes, estilista de famosos, posa en la tienda Ekseption de Madrid.
Cristina Reyes, estilista de famosos, posa en la tienda Ekseption de Madrid.Luis Sevillano

En el taller de Alfredo Villalba, una pequeña marca española de semi-costura, ya conocen el efecto Preysler. Desde que vistieron a la irreductible reina de la crónica social española para su primer acto oficial con Mario Vargas Llosa, en la inauguración de Porcelanosa en Nueva York, han visto cómo se multiplicó el interés por su firma. No fue Preysler quien encontró ese traje de pedrería plateada y encaje negro de manga larga sino su estilista de cabecera, Cristina Reyes, que se encarga de la imagen de todo el clan.

Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler, en la fiesta de Porcelanosa.
Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler, en la fiesta de Porcelanosa.Miguel Rajmil (efe)

"Mi vínculo con la familia es de amistad. Soy muy amiga de Enrique [Iglesias] porque vivía en Marbella cuando ellos veraneaban allí. Empecé a vestir a Tamara [Falcó] y a Isabel le gustó mi trabajo", aclara la estilista, que escribe un blog en ¡Hola! Entre sus clientas también están Margarita Vargas, María Colonques, Carmen Jordá o Paloma Cuevas.

A Reyes, que estudió Diseño de moda y estilismo en Los Ángeles (EE UU), no le sorprende que Preysler siga teniendo tanto tirón a sus 64 años. "Cualquiera que la haya visto en persona lo puede entender. Es una mujer fascinante que atrapa a la gente y no me extraña lo más mínimo que tenga esta ascendencia. Que además va in crescendo".

Beneficiarios

Han sido beneficiarios del efecto Preysler tanto firmas internacionales, como Gucci —"le puse una blusa blanca para un posado en ¡Hola! y en la tienda me dijeron que al día siguiente todo el mundo llamaba pidiendo la camisa de la Preysler"— como pequeñas marcas que consiguieron captar su atención. La joyería Coolook le hizo llegar unos pendientes de plata y cuarzo que la viuda de Miguel Boyer se puso en una cena con Vargas Llosa en Lisboa y desde entonces son su mayor éxito.

De momento, sus hijas Tamara y Ana no tienen el mismo poder prescriptor, aunque hace unos días fue muy comentado el vestido de Naeem Khan que lució Ana Boyer en la cena que la embajada estadounidense ofreció a Anna Wintour. "No sé por qué se destacó tanto su precio [más de 5.000 euros], esos vestidos se prestan y luego se devuelven", comenta. Este diseñador es uno de sus preferidos junto a otros libaneses como Reem Acra y Elie Saab, todos caracterizados por los brillos y las lentejuelas. También suele trabajar con Oscar de la Renta y con el español Jorge Vázquez.

A Reyes, que sigue el trabajo de estilistas de Hollywood como Micaela Erlanger —pilotó el ascenso de Lupita Nyong’o—, le gustaría trabajar más con actrices españolas como Blanca Suárez, a la que vistió en una ocasión, pero admite que el mercado está ahora muy segmentado: "Ana Antic viste a las mujeres de los futbolistas, Freddy Alonso [el más solicitado en los Goya] a las actrices y yo a la alta sociedad".

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