La exitosa familia Smith

Society Management, la agencia de modelos de Nueva York que trabaja con Kendall Jenner o Adriana Lima, anunció esta semana un nuevo fichaje: Willow Smith. A sus 14 años, la hija de Will Smith y Jada Pinkett añade un nuevo camino a su ya diversa carrera. Entre la prensa especializada, nadie se sorprendió con el anuncio puesto que la benjamina de los Smith ha dado sobradas muestras de estilo personal desde pequeña y este mismo año Marc Jacobs la escogió como una de las protagonistas de su campaña de otoño.

La moda para Willow Smith y para su hermano mayor, Jaden, de 16 años, ha sido parte de su forma de expresarse y exponerse a un mundo que les juzga y observa a través del éxito de sus padres. Por eso, ella decidió raparse la cabeza con 11 años y Jaden se vistió de Batman para acudir a la boda de Kanye West y Kim Kardashian. "Willow lo dice en la letra de una canción (Cares): 'No me importa lo que la gente dice'. No nos importa de verdad", decía Jaden el año pasado, cuando ambos presentaban sendos discos nuevos. "A mí me gusta ponerme prendas que hago", decía el joven actor, músico y diseñador de una línea de ropa para la marca MSFTS. "Me gusta llevar alta moda cuando hay cámaras. Pero en mi vida normal uso ropa con la que pueda trepar árboles", decía Willow en la misma entrevista del New York Times en la que ambos hermanos daban rienda suelta a su precoz filosofía de vida por la que son criticados a la vez que admirados entre la prensa americana.

Los dos nombran siempre a sus padres como sus principales referentes, quienes les han inculcado su pasión por el arte en todos su campos. "La única razón por la que me creo mi propio camino es por la forma que nos han educado. Mis padres siempre decían: 'Si tú no te haces tu propio camino, alguien lo hará por ti'. Y eso no es divertido", contaba Willow Smith en su primera portada en la revista i-d.

Escolarizados en casa, en una mansión que la familia tiene en las colinas fuera del bullicio de Los Ángeles, "llena de cuadernos, pinturas, libros por todas partes, micrófonos, un estudio de grabación", los Smith les han dado siempre libertad absoluta. "Tus hijos no hacen lo que les dices, hacen lo que tú haces", decía Jada Pinkett recientemente. Y así ha sido. Willow sigue los pasos de su madre. La cita como primera referencia musical, a pesar de que el estilo de su primer gran éxito —que tuvo con sólo 10 años y le produjo Jay-Z, Whip My Hair—, y sus discos posteriores poco se parezcan a la banda heavy metal de su madre, Wicked Wisdom. Además, está muy involucrada con ella en la lucha contra la esclavitud sexual.

Jaden, en cambio, responde que quiere ser como su padre si le preguntan por el futuro. "Él me motiva a seguir adelante, y quiero hacer cosas buenas por el mundo como él. No estaría aquí si no fuera por todo lo que me ha enseñado", decía en la presentación de After Earth (2013), la segunda película que coprotagonizó con su padre, después de entrar de su mano al cine en En busca de la felicidad (2006). Como el ex Príncipe de Bel Air, Jaden está desarrollando en paralelo una carrera como actor y como rapero.

Casados desde 1997, Will Smith y Jada Pinkett son una de las parejas más sólidas de Hollywood. Él es la superestrella mundial que tras el traspiés de After Earth se tomó un descanso para reenfocar su carrera y tiene media docena de grandes proyectos acumulados (Suicide Squad, Concussion…). Y el viernes, tras 10 años alejado de la música, lanzaba junto a Bomba Estéreo un remix de su canción Fiesta. Mientras que ella ha diversificado más su carrera porque nunca quiso ser "una superestrella", decía este año tras el estreno de Magic Mike XXL. El éxito sonríe a todo el clan, juntos y por separado, cada uno creando su propio camino.