“La sostenibilidad a largo plazo es demasiado estática y se ha usado mal”
Stefan Schurig, director de Clima, Energía y Ciudades del World Future Council alude a la capacidad de recuperación del metabolismo urbano como clave del desarrollo
Estudió Arquitectura, pero ha dedicado la mayor parte de su carrera profesional al cambio climático y los temas de energía. Para Stefan Schurig, el desarrollo futuro de las ciudades es "un tema fascinante": es director de Clima, Energía y Ciudades del World Future Council. Antes, dirigió el departamento de Clima y Energía de Greenpeace en Alemania durante nueve años, cofundó el segundo mayor proveedor de electricidad verde de Alemania y fue elegido como miembro del Foro REALISE, una plataforma internacional sobre políticas de energía renovable liderada por la Comisión Europea.
Ahora, desde el WFC, y desde el grupo internacional de expertos que preside, el Future of Cities Forum, propone una mirada más cercana a la dinámica de la ciudad, el funcionamiento de su infraestructura y, sobre todo, la forma en la que convive la sociedad en las ciudades. La huella ecológica de las metrópolis no es un tema baladí; cree que uno de los principales desafíos es detenerla.
- P. ¿Con qué necesidades urbanas deben cumplir las ciudades del futuro?
Por decirlo de una forma muy simple: el nuevo modelo de ciudad debe ser regenerativa. Un lugar que sea capaz de regenerar tantos recursos como absorbe. Las ciudades ocupan el 4% de la superficie terrestre del mundo, y sin embargo, tienen casi monopolio del uso de combustibles fósiles, metales y hormigón, responsables del mayor consumo de recursos energéticos en todo el mundo (entre el 60 y el 80%), y del 70% de las emisiones mundiales de gases invernadero.
Las ciudades se han embarcado en un método de poco interés para los ecosistemas y paisajes, tienden a recurrir a la generosidad de la naturaleza de todo el mundo en lugar de su propia zona de influencia local. Sin embargo, nuestro planeta no puede hacer frente a la creciente acumulación y degradación de los recursos naturales en nuestras ciudades sin que se tomen las medidas adecuadas para reponer la biosfera global y para reducir nuestro impacto sobre el ambiente. Los recursos se han transformado en los residuos (plástico en los océanos, CO2 en la atmósfera, aguas residuales, etc.), esto representa un metabolismo lineal insostenible que necesita ser transformado en un metabolismo circular donde la energía provenga de fuentes renovables y los residuos sean casi cero.
El término de ciudad regenerativa, acuñado por la comisión de ciudades del WFC, describe un proceso continuo en lugar de un estado estático. Una ciudad regenerativa beneficia al medio ambiente y a los ecosistemas naturales, impulsa la economía local, mejora la cohesión y la salud del barrio y aumenta su propia capacidad de recuperación. UN Habitat, de la ONU, ya ha aceptado oficialmente el término ciudad regenerativa.
- P. ¿Hay algo específico e ineludible en esa urbe de 2050?
- R. Con nuestro grupo de expertos internacionales hemos identificado seis áreas clave: energía, agua, agricultura, transporte y movilidad, los residuos y las estrategias de Basura Cero, y alimentación. Además se identificaron los campos de cinco acciones intersectoriales: la ordenación del territorio, la inclusión social, la economía urbana y el empleo, la comunicación y la gobernanza.
Las ciudades hoy están llamadas a jugar un papel clave en la reducción de las emisiones y en la mejora de la producción de energía y el modelo de consumo. Esto es aún más importante si tenemos en cuenta que las ciudades generan el 80% del PIB mundial. Tener objetivos ambiciosos para las ciudades es muy importante. La emergencia de conseguir el 100% de energía renovable cada vez en más ciudades de todo el mundo es muy alentadora.
- P. Se estima que en 2050 el mundo tendrá alrededor de 9.000 millones de personas, ¿cuándo debe empezar la transformación?
Hemos identificado seis áreas clave sobre las que trabajar: energía, agua, agricultura, transporte y movilidad, residuos y estrategias de Basura Cero, y alimentación
- R. Los patrones de urbanización y consumo de energía requieren estrategias, marcos y planificación a largo plazo para adaptarse. A diferencia de los compromisos a corto plazo y las soluciones con parches que caracterizan a la mayoría de nuestros sistemas de toma de decisiones políticas en todas las esferas del gobierno. Esta planificación debe comenzar hoy, antes de que se pierda la oportunidad. Es importante tener en cuenta que la mayor parte de la infraestructura necesaria para el año 2050 —cuando el mundo podría llegar a tener 9.000 millones de habitantes, de los cuales el 66% se prevé que sea población urbana— no está en su lugar en la actualidad. La presión que supone el crecimiento de la población y los presupuestos ajustados a menudo se traducen en infraestructuras construidas rápidamente y no de una manera energéticamente eficiente.
- P. ¿Debería haber también un cambio en el diseño de los edificios?
- R. El diseño tiene un gran impacto en los patrones de consumo de energía. En las zonas urbanas representa más de un tercio del consumo total de energía final y la mitad del consumo mundial de electricidad. No es sorprendente que se centre mucha atención en la adaptación de edificios existentes y en implantar la eficiencia energética en los edificios nuevos. El mensaje es claro: invertir en edificios energéticamente eficientes, reducir la dependencia de combustibles fósiles, y pagar mucho menos mañana.
Se deben tomar las medidas políticas apropiadas con el fin de tener éxito en los resultados. En particular, es necesario que existan fuertes incentivos para que quien se ocupa de desarrollar la propiedad, en particular los de inmuebles en alquiler, adopten las mejores prácticas. Ellos tienen que ser alentados a ayudar a sus inquilinos a ahorrar en las facturas, a la vez que se reduce la contaminación del aire y las emisiones de CO2 locales. La buena noticia es que en años recientes se ha avanzado rápido con el desarrollo y la utilización de tecnologías de energías renovables, especialmente con la eólica y la solar.
- P. ¿Hay una ciudad perfecta para Stefan Schurig?
- R. Las ciudades pueden ser un lugar maravilloso. Guían la innovación, la cohesión social, el pensamiento creativo y la vida cultural. La planificación de nuevas ciudades, así como la adaptación de las existentes tiene que someterse a un profundo cambio de paradigma. El metabolismo urbano debe transformarse desde su funcionamiento actual, un sistema de entrada-salida lineal ineficiente y derrochador, en un sistema circular y regenerativo que utilice eficazmente los recursos.
Todos tenemos que darnos cuenta de que los límites urbanos en un mundo en proceso de urbanización se han convertido efectivamente en los límites del planeta, y que cada ciudad necesita preservar y ayudar a regenerar su base de recursos naturales. Por ello, el WFC aboga por una ciudad que se pueda recuperar como modelo a seguir.
Las nuevas ciudades deben ser lugares capaces de regenerar tantos recursos como absorban
La famosa pensadora urbana Jane Jacobs dijo una vez: "Las ciudades inertes y sin filo, es cierto, contienen las semillas de su propia destrucción y poco más. Pero las animadas, diversas, e intensas ciudades contienen las semillas de su propia regeneración, con la energía suficiente para llevar los problemas y necesidades fuera de sí mismas".
- P. ¿Qué elementos tendría esa ciudad?
- R. Para que una ciudad regenerativa se convierta en una realidad debe haber un enfoque y un entendimiento sobre el metabolismo urbano, así como sobre la forma y el uso de la tierra. La ciudad regenerativa tiene como objetivo la viabilidad a largo plazo, un abordaje sistemático de las externalidades ambientales asociadas al uso de recursos urbanos. Lo hace mediante la imitación de los sistemas metabólicos circulares que se encuentran en la naturaleza, donde todos los residuos se convierten en nutrientes orgánicos para un nuevo crecimiento. Del mismo modo, los residuos urbanos pueden convertirse en valiosos insumos en los sistemas de producción locales y regionales. En los últimos años, el reciclaje de papel, metales, plástico y vidrio ha hecho progresos sustanciales en muchas ciudades, pero aún queda mucho por hacer. Un aspecto clave es el rediseño de los propios productos para garantizar que terminarán siendo nutrientes útiles a nivel técnico y biológico. También es particularmente importante convertir las grandes cantidades de residuos orgánicos urbanos en compost, y devolver los nutrientes y el carbón que contienen a las tierras que alimentan nuestras ciudades.
Hay múltiples ventajas asociadas al desarrollo urbano regenerativa, incluyendo:
• Un aumento de la auto-subsistencia y la capacidad de recuperación, apoyándose en los recursos y activos locales.
• La riqueza circula dentro de la economía local, en beneficio de los habitantes locales.
• Desarrollo de la zona de influencia alrededor de la zona urbana.
• La construcción de la capacidad productiva de la región local.
• Reducción del tiempo de transporte y coste.
- P. En este sentido, ¿es el "desarrollo urbano sostenible" el mejor concepto guía para construir las ciudades del futuro?
- R. No, no lo es, me temo. Si pensamos en los impactos que ya ha tenido el cambio climático, el uso del suelo o el agotamiento de los recursos, tenemos que reconocer que había mucho más que sostener hace 10 o 15 años que hoy. Por lo tanto, creo que la sostenibilidad a largo plazo es demasiado estática y se ha utilizado, y mal, por gobiernos, instituciones y empresas por igual.
De la palabra sostenibilidad se han apropiado grupos de interés como un cliché positivo. Sin embargo, el significado exacto es a menudo confuso, y ya no es suficiente para mirar el desarrollo sostenible, ya que la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades ya está comprometida. Personalmente, creo que el término "regenerar" encaja mejor en el contexto de las ciudades.
- P. ¿Es necesaria una nueva agenda urbana?
- R. Dos décadas han pasado desde Hábitat II (la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos). Hoy, los desafíos de la urbanización, agravados por el cambio climático y la globalización, exigen participación a todos los interesados en un diálogo para dirigir la conciencia sobre la importancia de los retos, las responsabilidades y los obstáculos a los que se enfrentan las ciudades, así como las estrategias que hay que tomar en consecuencia.
La planificación del desarrollo futuro debe comenzar hoy, antes de que se pierda la oportunidad
Las herramientas que proporcione la nueva agenda urbana darán forma a la transformación de las urbes en las próximas décadas y determinarán si la ciudad regenerativa puede convertirse en una realidad generalizada. Sabemos que una ciudad planificada y bien administrada no llega espontáneamente. Por el contrario, hemos sido testigos de cómo el crecimiento incontrolado y descoordinado ha dado lugar a la expansión urbana, al rápido crecimiento de los barrios marginales (hoy, en ciudades como Mumbai o Nairobi, más del 50% de la población vive en barrios marginales), contribuyendo a la degradación de las condiciones de vida, los patrones de consumo de recursos no sostenibles, los atascos, la contaminación del agua, la degradación de la calidad del aire, la protección inadecuada contra riesgos, etc.
Por eso necesitamos que las políticas evolucionen para anticipar, acoger y responder a los retos urbanos de hoy en día de una manera que mejore la capacidad de recuperación socio-económica y ambiental de la ciudad, y que fomente los intereses colectivos.
Veo cinco retos clave para el desarrollo sostenible en las ciudades:
• Fortalecimiento del mandato político de la ciudad.
• Superar el pensamiento a corto plazo.
• Superar las contradicciones de los mandatos entre las oficinas, los departamentos y entre los gobiernos nacionales y locales.
• Generar un sentido público de la propiedad de la ciudad.
• Superar las estructuras informales y generar confianza.
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