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Tentaciones
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Soluciones modernas para el estreñimiento vacacional

Los angloparlantes, que todo lo hacen acrónimo para que suene 'cool', lo han llamado CPABH: can’t poop anywhere but home. Pero por muchas siglas que le pongamos, no mola nada. Aquí varias herramientas para evitarlo

Una se hace mayor, empieza a tener resacas de cuarenta y ocho horas, y empieza a plantearse que quizá el mejor día de cualquier festival es el último, cuando duermes en tu cama, te duchas a una temperatura civilizada y tienes todo tu baño para ti. Aseos públicos malolientes y/o sin papel higiénico, extrañas compañías (¿en qué momento del viaje la encantadora pareja nueva de tu amiga empezó a resultarte insoportable o pensaste que era una buena idea viajar junto a todos tus primos?), el cambio de dieta (todo el mundo sabe que en verano no se bebe agua, sino cerveza), los distintos ritmos... En vacaciones, parece que los astros se alinean con precisión con tal de impedirte evacuar. Tres meses de operación bikini (quienes tienen disciplina) para luego acabar con la tripa de una embarazada al término del segundo trimestre que suena como si tuviera algo que aportar a la competición por la canción del verano. ¿Tiene arreglo?

Pequeños gestos, grandes desahogos

1. No vamos a engañarnos; no vamos a comer bien en estas semanas. Así que vamos a por los pequeños detalles: cambia las patatas por cacahuetes y las cañas por tintos de verano, toma las tostadas del desayuno en pan integral, bebe zumos en vez de refrescos… todo suma.

2. El "bloqueo" que genera el hecho de evacuar en espacio ajeno es un problema tan extendido que ya se han creado varias apps para facilitarnos el proceso. Air Pnp es precisamente lo que todos estamos pensando: una herramienta para que personas de todo el mundo alquilen sus cuartos de baño, llenos de bondades y ventajas; de duchas de hidromasaje a inodoros deluxe. Flush está especialmente indicada para exploradores urbanos: localiza aseos públicos en las ciudades más visitadas.

3. ¿Sabías que la mejor postura para vaciar el intestino es en cuclillas? El wáter es un gran hallazgo de la civilización, pero si subes los pies es más probable que consigas tu objetivo.

4. Si tu problema es que te avergüenza dejar olor, prueba a encender una cerilla después. El fuego consume los gases asociados, y aunque obviamente el olor del fósforo tampoco es discreto, es más neutral (y sale mucho más barato que uno de esos ambientadores que te prometen sumergirte en un invernadero tropical y que suelen ser ineficaces). Si es el ruido, deja caer una bola de papel higiénico al agua antes de empezar para que amortigüe el sonido. Ojo, también funciona bastante bien dejar de avergonzarse por algo que hace todo el mundo, pero eso quizá te lleve algo más de tiempo.

5. No lo pienses. Como cualquier función corporal, tiende a funcionar mejor cuanto menos pensamos en ella. Una conocida marca de yogures con fibra ha lanzado incluso un app de juegos casuales pensados especialmente para ir al baño. No será por falta de opciones que sustituyan a la tan tradicional lectura en el “trono”.

La evacuación libre, ¿cuestión de género?

Lo primero que llamó mi atención al empezar a trabajar en una oficina fue precisamente eso: la tranquilidad con la que mis compañeros volvían de desayunar, cogían su periódico, y se iban al WC. Compañeros masculinos, claro, porque mis compañeras iban y venían a toda velocidad. Que nadie piense que yo menstruo, y mucho menos que defeco, por diosa. Antes estallo por dentro.

Quizá por eso en los anuncios ellas son las chicas malhumoradas que no toman suficiente fibra, las turistas ajetreadas que no encuentran tiempo para ir al baño hasta que usan un enema, las que tienen por fin "su momento" cuando el resto de la familia desaparece para ir a trabajar o estudiar y pueden sentarse en la taza sin limitaciones de tiempo o sonoras. Así somos las mujeres, biológicas sólo a escondidas, cuando sangramos, lactamos o excretamos. Mientras, ellos son protagonistas de campañas contra la diarrea inoportuna que les impide ligar en discotecas.

Si la copa menstrual está ayudándonos a reconciliarnos con nuestro ciclo , quizá sea hora de mirar también con mayor atención a nuestras heces, reconocerlas como parte de nosotras y prestar más atención a lo que tienen que decir sobre nuestra salud (al fin y al cabo el cáncer de colon y recto es el segundo más frecuente en mujeres tras el de mama, y con mucho peor pronóstico que este) que sobre nuestra inalcanzable feminidad.

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