Un pacto por la educación
La educación en España está en barbecho desde hace tiempo como consecuencia de su politización. En los últimos 45 años se han elaborado siete leyes: un vaivén nada beneficioso. ¿Para cuándo un pacto de Estado por la educación que reduzca al mínimo las diferencias curriculares entre las comunidades autónomas, mejore las competencias profesionales y reduzca el fracaso escolar? Sería también imprescindible aprovechar la experiencia del profesorado en el diseño de los nuevos currículos de formación profesional y ajustar, a su vez, la oferta formativa a los nuevos perfiles profesionales que necesitan las empresas. Se ha estado en ocasiones cerca de lograrlo, ¿es tan difícil ponerse de acuerdo? Quizás alguien generoso y con atribuciones lo medite. Ojalá. Profesores y alumnos se lo agradeceríamos; aumentaría su empleabilidad y la competitividad de nuestra economía, reduciendo las elevadas tasas de desempleo. ¿Y no es precisamente eso lo que buscamos todos desde hace años?— Marta Oliván Bascones.