_
_
_
_
LA PUNTA DE LA LENGUA
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Verbos calificativos

Una afirmación como “soy licenciado en Derecho” puede reproducirse así: “Fulano se jacta de ser licenciado en Derecho”

Álex Grijelmo

Las opiniones no se expresan sólo con los adjetivos: “bueno”, “feo”, “impresentable”, “hermoso”…, o con los adverbios ( “falsamente”, “acertadamente”…, “mal”, “bien”). También existen los verbos calificativos.

Nos centraremos aquí, por razones de espacio, en los verbos del habla.

Un periodista puede escribir “el presidente de la empresa dijo que los resultados de este año serán mejores que los del anterior”. Y con el verbo “decir” no le cabrá mayor ecuanimidad, lo mismo que con sinónimos como “manifestó”, “expresó”, “enunció”…

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO
Las opiniones no se expresan sólo con los adjetivos o con los adverbios 

No obstante, los redactores suben a veces un escalón al emplear verbos que dan información adicional: "El presidente de la empresa anunció que"... (pues dijo algo nuevo), o “el presidente matizó”, o “corrigió” (antes había expresado algo distinto), o "pronosticó que"... (su afirmación se adelantó a los hechos), o "insistió en que"... (porque repitió sus ideas)…

El siguiente peldaño, el tercero de nuestro relato, supone otro salto cualitativo: ya no se trata sólo de verbos que añaden información sobre lo dicho, sino que describen la manera en que fue expresado. Por ejemplo, aseguró (el hablante dio por cierto algo y lo hizo con convicción), o balbuceó (discurso entrecortado, actitud insegura), o musitó, vociferó…

En un cuarto y último escalón figuran ya los verbos que, con acierto o sin él, no sólo interpretan o describen, sino que se adentran en el espíritu de quien habla. Así ocurriría en casos como “el presidente de la empresa se ufanó de que los resultados de este año serán mejores que los del anterior” (o se jactó, o presumió, aventuró, osó decir, fantaseó…).

Ahí tenemos ya los auténticos verbos calificativos, los que incorporan dos significados: uno objetivo (alguien dijo algo) y otro subjetivo (juzgamos a quien lo dijo). De ese modo, puede ocurrir que una persona exponga en su currículo con toda sencillez “soy licenciado en Derecho” y que luego lo vea reproducido así: “Fulano se jacta de ser licenciado en Derecho”.

En las últimas semanas hemos podido leer o escuchar en prensa y radio frases como éstas: “La ministra Ana Pastor se vanaglorió ayer de que su departamento licitará (…)”. “El Rey conmina a los becados de La Caixa a ayudar al resto de la sociedad”. “Renzi suplicó ayer la convocatoria de un Consejo Europeo extraordinario”.

Y quizás Pastor, el Rey o Renzi no se reconozcan en el verbo que alguien adjudicó a esas maneras de decir algo. Porque suplicar equivale a “pedir con sumisión”, conminar significa “amenazar” o “imponer”, y vanagloriarse implica “alabarse presuntuosamente”.

Vale la pena por ello prevenirse ante los verbos calificativos, que pueden ser tan discutibles, manipuladores o injustos como un adjetivo, sobre todo si se cuelan en un texto de aparente objetividad.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Álex Grijelmo
Doctor en Periodismo, y PADE (dirección de empresas) por el IESE. Estuvo vinculado a los equipos directivos de EL PAÍS y Prisa desde 1983 hasta 2022, excepto cuando presidió Efe (2004-2012), etapa en la que creó la Fundéu. Ha publicado una docena de libros sobre lenguaje y comunicación. En 2019 recibió el premio Castilla y León de Humanidades

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_