La decisión de Angela
La canciller alemana asumirá la responsabilidad ante la historia del futuro de Grecia en la eurozona
Discutimos estos días sobre si Grecia saldrá finalmente del euro o no y, en tal caso, de quién será la responsabilidad. Unos señalan a unos acreedores inmisericordes, incapaces de solidarizarse con un pueblo griego abatido por unos sacrificios descomunales y deseosos de escarmentar en cabeza griega a todo aquel que ose rebelarse contra la receta dominante basada en devaluación salarial, flexibilidad laboral, austeridad fiscal y reformas estructurales. Otros, por el contrario, apuntan al radicalismo del Gobierno griego, al que acusan de ser víctima de ideologías caducas y dogmas hace tiempo superados, huérfano de toda credibilidad a la hora de llevar a cabo las reformas que necesita el país y empeñado en chantajear a sus acreedores con un órdago suicida.
Tampoco sabemos las consecuencias de una eventual salida de Grecia del euro, ni en el plano político ni en el económico. Para unos sería un inmenso fracaso político, principio del fin del proyecto europeo, con peligrosas consecuencias geopolíticas en una esquina muy complicada de un espacio, desde Ucrania hasta Libia, ya suficientemente convulso. Para otros, lo grave vendría en el plano económico, pues dejar caer a Grecia podría desencadenar una versión europea del desastre que sucedió a la caída de Lehman Brothers en 2008. Sin embargo, hay quienes ven en una salida griega una oportunidad de un comienzo, tanto para la eurozona, libre de lastres incómodos, como para los griegos, que podrían cancelar sus deudas, recuperar su soberanía y recuperarse económicamente.
Pero una cosa sí que sabemos: que la decisión final la tomara Angela Merkel. Aunque formalmente las decisiones las tomará el Consejo Europeo una vez escuchado el Eurogrupo, en la práctica sabemos que la última palabra estará en manos de la canciller. En un oído recibe las voces de los que, liderados por su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, le aconsejan dejar caer a Grecia; en otro las de que, con Obama a la cabeza, temen que Europa dinamite la recuperación económica. Sí, se trata de una anomalía de primer orden que prueba las limitaciones del modelo europeo, pero esa es la realidad. Ella tomará la decisión y ella asumirá la responsabilidad, ante su opinión pública, ante sus socios, ante Estados Unidos y ante la historia. ¿Acertará? @jitorreblanca
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