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Columna
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Perdonavidas

Ahora cuentan con aliados progres. Vaya chusma. Me refiero a quienes les votan, claro

Fernando Savater

¡Nos han perdonado la vida! ¡Noticia bomba…la bomba ya no será noticia! Pero no conviene hacer hincapié en el pasado, aquellos tiempos en que la vida estaba en el alero porque los demócratas activos y militantes –en Euskadi no había tantos, para que engañarnos- eran imperdonables. Los perdonavidas no quieren que se remueva más el asunto: se acabó y no hay más que hablar, ahora a disfrutar todos –ellos y sus perdonados, qué más querrán todavía- de los beneficios obtenidos con sangre. De la matanza de demócratas todo se aprovecha, como de la del cerdo, con perdón.

Por eso, en el encuentro en Madrid entre víctimas de ETA y del GAL, un expreso de ETA casi arrolla a Odón Elorza, que se atrevió a decir que hay que deslegitimar el terrorismo –todo el terrorismo- y se quejó de los presos de ETA que salen de la cárcel ufanándose de sus fechorías. El expreso expresó que con ese tipo de declaraciones “no se avanza”. ¿Hacia dónde hay que avanzar, callando sobre la perversidad del terrorismo, la peor forma de corrupción que ha conocido la España democrática? Pues a pactos como los que en Navarra, gracias a Podemos, permitirá a Bildu gobernar en Pamplona y en la comunidad.

¿Para qué vamos a insistir en la memoria? De lo que pasó –la corrupción de los crímenes, la extorsión, el exilio forzoso de quienes no aguantaban la coacción, la usurpación de los cargos por los cómplices o los oportunistas- de eso nos acordamos todos. Lo que pasa es que a unos nos parece mal y a otros, los beneficiarios, muy requetebién. Y son éstos quienes deciden hoy quien avanza y quien es inmovilista, como antes. Ahora cuentan con aliados progres. Vaya chusma. Me refiero a quienes les votan, claro.

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