¿Podemos o ‘Pablemos’?
Si hay un punto que en un principio diferenciaba a Podemos del resto de partidos políticos, era el proceso participativo. Este se postulaba como la nueva alternativa política que facilitaría a los ciudadanos poder al fin exponer directamente sus propuestas en las instituciones utilizando las nuevas tecnologías como herramienta. Sin embargo, la sensación actual es de pérdida de rumbo. Los círculos parecen haber pasado definitivamente a un segundo plano, por lo menos en boca de sus líderes. La sobreexposición mediática de sus dirigentes les ha llevado a cometer el error de entrar de lleno en el juego político convencional, donde predominan tanto los ataques como los discursos repetidos como mantras.
Iglesias debería gastar menos tiempo televisivo autoproclamándose líder de la oposición, y utilizarlo más en dar voz a la gente que realmente presenta propuestas. En definitiva, un modelo más Podemos y menos Pablemos.— Pablo Barbado.