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SMS: se acercan los elefantes

La coexistencia de animales, cultivos y seres humanos es clave para la conservación. Pero, a veces, cuesta: en áreas agrícolas del sur de India abundan los ataques de paquidermos. La tecnología móvil ha resuelto el problema

Los elefantes tienen que pasar por el altiplano de Valparai, lleno de plantaciones de té, para ir de un bosque a otro.
Los elefantes tienen que pasar por el altiplano de Valparai, lleno de plantaciones de té, para ir de un bosque a otro.Ganesh Raghunathan (NCF)

Podrían haber muerto en el ataque de una manada de elefantes a su pequeña aldea, Cinchona, en Valparai, en el sur de India, pero un mensaje de texto salvó sus vidas. Una noche una manada de elefantes llegó al asentamiento de unas cuantas casas y empezó a arremeter en contra de las construcciones de ladrillo, rompiendo vidrios y ventanas. Un elefante destrozó con los golpes de su trompa en menos de un minuto una pared de concreto. “Tuvimos suerte porque un mensaje de texto al móvil nos alertó a tiempo de la presencia de los animales. Por eso pudimos subir al tejado de nuestras casas y ponernos a salvo”, explica Geeta, todavía impresionada por el ataque.

El SMS les fue enviado por la ONG Fundación por la Conservación de la Naturaleza, (NCF, por sus siglas en inglés) que ha puesto en marcha una innovadora serie de iniciativas para disminuir los encuentros entre hombres y elefantes, que en algunas ocasiones pueden tener un fatídico desenlace.

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Valparai es un altiplano de 220 kilómetros cuadrados con plantaciones de té y rodeado por bosques. La gran mayoría de los 70.000 de personas que viven aquí trabajan en las plantaciones. Los enormes animales, a los que su hábitat les ha sido fragmentado, necesitan pasar por este altiplano para ir de un bosque a otro. En su camino les es imposible no encontrarse con los asentamientos humanos.

Los elefantes migran para obtener la enorme cantidad de recursos que necesitan para vivir. Cada adulto consume hasta 150 kilos de comida diaria y hasta 200 litros de agua. A su vez, estos animales son esenciales para los bosques porque ayudan a su regeneración: dispersan las semillas de los árboles y plantes por un vasto territorio, fomentando también la diversidad genética.

En su paso, los elefantes tienen que pasar por las plantaciones. Durante los días, cuando los recolectores de té están trabajando y hay mucha actividad humana, los animales normalmente se quedan en los fragmentos de bosques. Pero, cuando cesa la actividad, caminan hacia el siguiente fragmento. Es en esos momentos cuando es probable que se encuentren por sorpresa con una persona y es cuando hay riesgos de ataque. “No son agresivos por naturaleza, sino que embisten porque se sienten amenazados, es un mecanismo de defensa”, explica Ananda Kumar, científico de la ONG y que se ha encargado de estudiar el comportamiento de los elefantes en los últimos 12 años. NCF se dedicó entonces a idear un método de evitar al máximo estos encuentros.

“De las 41 muertes por ataques de elefantes desde 1994, nos dimos cuenta que 36 de las víctimas no sabían que los animales estaban cerca. Esas fatalidades se podrían haber evitado si hubieran estado alerta”, explica Kumar.

La primera iniciativa de la ONG fue poner un aviso en la televisión por cable local que informara cada tarde a los aldeanos dónde estaban los elefantes. Pero luego se dieron cuenta de que esa información llegaba a la gente que ya estaba en su casa, no a los recolectores de té en las plantaciones o a los que estaban en camino a su casa, los más vulnerables a los ataques. Entonces pensaron en los mensajes de texto a móviles. Cada vez hay más cobertura y más personas que los tienen. “Instantáneamente podemos informar a más de 1.500 personas, sobre todo en las plantaciones, que hay un elefante cerca de ellos. Entonces pueden tomar las medidas apropiadas”, explica Ganesh Raghunathan, investigador de NCF. Hay gente dedicada a seguir los movimientos de los elefantes que mantienen informada a la ONG, que en un mapa busca a las personas que se encuentran en un radio de dos kilómetros de los elefantes y les manda una alerta.

Para avisar a las personas que no tienen móvil, se instalaron 24 luces en lugares estratégicos, a nivel alto, en forma de un faro. Así que las personas pueden ver cuando están encendidas y permanecer atentos a la presencia de animales. Esta idea surgió del guardia de una compañía de té, que les dijo que una vez, por medio de una linterna, había indicado a un trabajador que cambiara su camino. Las medidas deben ser simples y adaptadas a la forma de vida de las personas para que sirvan, explican los expertos.

En Valparai hay consenso de que es en gran parte a estas medidas de alerta que las muertes por ataques de elefantes han disminuido desde 2012. Antes de ese año el promedio anual era de tres y ahora es de una. “Ahora me siento más segura trabajando en las plantaciones cerca del bosque, porque estamos al tanto de los movimientos de los elefantes. Yo planeo mis desplazamientos para no entrar en contacto con ellos ”, asegura Mani.

“Reducir los enfrentamientos y por tanto el conflicto entre los animales y las personas es clave para la conservación”, explica Kumar. Valparai forma parte de la zona más grande de Annamalai, que en tamil significa “Colinas de los elefantes” y en donde vive la segunda población de elefantes salvajes de India. “Ni los animales ni las personas puede irse. Lo que tienen que hacer es aprender es a coexistir”, dice el científico.

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