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Kendall apuntala su carrera

La pequeña de las hermanas Kardashian consolida en la Semana de la Moda de Nueva York su imagen de modelo

Silvia Ayuso
Kendall Jenner, en el desfile de Diane Von Furstenberg de la pasada Semana de la Moda de Nueva York.
Kendall Jenner, en el desfile de Diane Von Furstenberg de la pasada Semana de la Moda de Nueva York. John Minchillo (AP)

Lo que hace un nombre. Aunque te lo quites. Recién cumplidos los 18 años, la pequeña de las hermanas Kardashian, Kendall Jenner —parte integral del clan de celebrities mundiales aunque no comparta el famoso apellido— ha entrado por la puerta grande del mundo de la moda ondeando sólo su nombre de pila.

Según ha declarado a varios medios, la decisión de renunciar al apellido que la ha hecho famosa en la pequeña pantalla responde a su decisión de separar su carrera televisiva, donde participa activamente en los programas de telerrealidad de sus también famosísimas hermanas (Kim, Khloe y Kourtney), de la del modelaje, en la que trabaja desde los 14 años pero que se ha visto apuntalada estos últimos días con su participación —sobre la pasarela— en varios desfiles de la Semana de la Moda de Nueva York. “Estoy haciendo esto por mí, por mi cuenta. Amo a mi familia, pero esto es cosa mía, esto es lo que soy”, proclama la joven modelo.

Por el momento su estrategia parece haber tenido éxito: no sólo desfiló con la top entre las tops Naomi Campbell para la colección de primavera de Diane von Furstenberg. Más relevante aún para su futuro profesional es quizás que entre el público estuviera, como siempre en un lugar destacado, Anna Wintour, la reina indiscutida de las tendencias en Estados Unidos y directora de la biblia de la moda, la revista Vogue. Sobre todo teniendo en cuenta lo que le costó a su hermana más famosa, Kim Kardashian, lograr entrar en el selecto círculo de la inspiradora de El diablo viste de Prada y ser portada, el pasado abril, de la revista junto a su entonces novio y ahora ya marido Kanye West. Una decisión polémica con la que se especuló incluso que West había presionado a Wintour para que dejara de ignorar a la estrella de la telerrealidad —unos rumores que la famosa editora negó públicamente—.

Kendall, a secas, parece no tener por ahora los mismos obstáculos. No sólo Vogue ha retuiteado algunas de sus incursiones en la Semana de la Moda neoyorquina, donde también ha modelado entre otros para Tommy Hilfiger. La hermanastra de las Kardashian, hija de la madre de la saga, Kris, con el exatleta olímpico Bruce Jenner, incluso es portada por partida doble este mes en la versión más juvenil de la revista, Teen Vogue, donde dice que el ser famosa no le ha hecho las cosas más fáciles, sino todo lo contrario. “La gente no quería arriesgarse conmigo, creo que porque era conocida”, declara en las páginas de la publicación. “Algunos pueden pensar que lo que he hecho antes me facilitó conseguir trabajos (en la moda), pero en realidad fue una desventaja. He tenido que trabajar incluso más duramente”, asegura.

El último golpe de efecto lo ha dado al posar para el libro de desnudos artísticos Angels (Ángeles) que el prestigioso fotógrafo de moda australiano Russell James publicará el próximo mes. En él comparte espacio con otras maniquíes asentadas como Candice Swanepoel o la alemana Heidi Klum, afirma el portal Eonline. “Personas como Kendall Jenner pueden ser controvertidas, pero cuando la fotografié y la miré, pensé: ‘tiene algo extraordinario”, ha declarado el fotógrafo.

Pese a que Kendall amenaza con eclipsar a sus otras hermanas, la envidia no parece haber hecho mella —por ahora— entre ellas. Bajo el título “Musa del sábado”, su hermanastra y empresaria de la moda Kourtney Kardashian retuiteó el fin de semana pasado el desnudo artístico de la pequeña del clan. Algo que haría cualquier hermana orgullosa, pero que en este caso implica que la imagen fue difundida entre sus más de 12 millones de seguidores.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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