Concha Velasco: “Estoy convencida de que me voy a curar”
La actriz de 74 años ha anunciado que tiene un cáncer. Será operada la semana próxima y a continuación se someterá a sesiones de quimioterapia
Concha Velasco, de 74 años, se enfrenta a otro revés en su vida. Esta vez es la salud el enemigo a batir. Pero quien un día fue “una muchachita de Valladolid” dice estar curtida en mil batallas y asegura rotunda: “Me voy a curar”. Lo cuenta a través de su representante, Antonio Rubial. La artista, una de las mejores del panorama teatral y cinematográfico español, y uno de los personajes más queridos y populares, anunció el miércoles a la revista ¡Hola! en una entrevista exclusiva y, por tanto, remunerada, que tiene un linfoma. “Voy a plantarle cara a la enfermedad con todas mis fuerzas”, proclama.
Desde el pasado mes de diciembre, Concha Velasco no se encuentra bien, pero hasta primeros de abril no fue al médico, lo hizo obligada por sus hijos. La semana pasada le confirmaron que padece un cáncer. Hasta llegar al diagnóstico definitivo ha pasado dos veces por el quirófano. Una para ser operada de una peritonitis y otra por una complicación que pensaron podría estar relacionada con un problema de vesícula. Los médicos ya sospecharon en esta segunda intervención que algo no iba bien. Analizaron unos ganglios y allí descubrieron el mal. Concha Velasco no quiere dar más detalles sobre el tipo de cáncer que sufre. Eso pertenece a su intimidad.
Ella, que ha sido tan sincera al hablar de otros momentos difíciles de su vida, como cuando se separó de Paco Marsó o cuando por sus problemas económicos tuvo que vender su casa de toda la vida, ha querido serlo también en esta ocasión. “No pretendo ser un ejemplo de nada”, afirma. “Lo que intento es lanzar un mensaje en positivo. Los médicos me han dicho que me lo han pillado muy muy al principio del proceso y que hay un alto porcentaje de curación”.
El estado de ánimo de la artista ha mejorado al hacerse pública su enfermedad. En las últimas horas no paran de llegarle mensajes de apoyo. “Son tantos que no quiero destacar ninguno. Estoy abrumada por tantas llamadas e impresionada por el cariño de la gente”.
Pero cuando la semana pasada supo que tenía cáncer, su reacción fue bien distinta. Lo afrontó sola, ya que pensó que iba a la clínica simplemente a solventar un papeleo para una tercera operación. “Empecé a llorar y tuve un ataque de pánico”, recuerda. Luego llegó el momento de contárselo a sus hijos, Manuel y Paco, que desde ese momento no se separan de ella.
Ahora ha decidido mirar al futuro con toda la energía que puede reunir. “Después de la quimio, me pondré un pañuelito en la cabeza y saldré, pero que me dejen también llorar un poquito”, advierte. Incluso se siente un poco culpable de su inicial actitud. “Casi no me perdono el haber reaccionado como reaccioné, viniéndome abajo. No me esperaba eso de mí. Pero ya he adoptado una actitud positiva”.
Concha Velasco tiene fama entre sus amigos y compañeros de ser una inmejorable aliada en los momentos complicados. Pero no sabía cómo iba a actuar cuando le tocara a ella ser la protagonista. “Ahora creo que lo voy a hacer bien”.
Todos estos baches en su salud han obligado a Concha Velasco a dejar de lado su trabajo. Primero canceló la gira teatral que estaba realizando con éxito como protagonista de la obra Hécuba en el Teatro Español de Madrid, y más tarde dejó su participación en el programa Vive cantando, que emite Antena 3. También ha aparcado sus tareas de presentadora en Cine de Barrio de Televisión Española.
Su hijo mayor, Manuel, declaró hace solo unos días que su madre estaría lista para regresar al escenario en septiembre, y parece que no ha cambiado de planes pese a las últimas noticias. Tras la operación, programada para “los próximos días”, Velasco se someterá a quimioterapia. “Ella se ha puesto esa meta: volver a trabajar en otoño, pero veremos cómo va todo”, explica Antonio Rubial, su representante.
Y es que Concha Velasco, que lleva 52 años trabajando, no concibe la vida lejos de los escenarios, pero por si tuviera alguna duda, la necesidad también la obliga. “De mi generación y de todas las de nuestro cine soy la que más ha trabajado. Tengo más de cien películas de protagonista”, recuerda orgullosa. Pero a su amor por su profesión se unieron sus problemas económicos debidos a una mala gestión de su patrimonio por parte de sus administradores, entre ellos, quien fue su marido, el fallecido Paco Marsó. Ella misma ha reconocido esta situación en varias entrevistas. “Todavía no me puedo jubilar”, aseguró.
En los últimos años Velasco ha sido protagonista de muchos reconocimientos. En enero de 2013 confesaba sus nervios al recibir el Goya de honor de la27ª edición de los premios de la Academia de Cine. “Los nervios son necesarios. No se fíen de esa gente que dice siempre estar tranquila”, aseguraba la actriz, que fue acogida con una gran ovación y todo el público puesto en pie. “No hay nada que me guste más que estar en un escenario y con un Goya. Era el premio que me faltaba”, dijo emocionada a la vez que se calificó a sí misma como una “humilde cómica”.
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