_
_
_
_

El peluquero británico que desafió al todopoderoso líder norcoreano

La embajada en Londres interviene para que un barbero retire un cartel de su escaparate En él se ve a Kim Jong-un como rostro de un reclamo publicitario para promocionar una oferta

Karim Nabbach, el peluquero que usó la imagen del líder norcoreano.
Karim Nabbach, el peluquero que usó la imagen del líder norcoreano.

Cuando Mo Nabbach colgó un póster casero en el escaparate de su peluquería y lo último que se imaginaba es que acabaría en la lista negra de Corea del Norte. Este barbero del barrio londinense de Ealing quiso promocionar el 15% de descuento que aplica a los cortes masculinos durante el mes de abril. Su hijo Karim diseñó el reclamo emparejando una fotografía de Kim Jong-un con la frase: “¿Te has levantado con el pelo hecho un desastre?” e imprimió un póster gigantesco con la imagen publicitaria.

La campaña casera cumplió con su objetivo de llamar la atención, aunque no de la forma que ellos buscaban. Justo el día después de que colgaron el gran cartel, padre e hijo recibieron la visita de dos empleados de la embajada norcoreana, domiciliada, aunque ellos no lo sabían, en un modesto adosado a diez minutos del negocio de los Nabbach. Los oficiales trajeados con el semblante muy serio tomaron notas, sacaron fotografías y pidieron al dueño del establecimiento que retirara el anuncio, ya que faltaba el respeto “al líder de una nación”. En ese momento empezó un tira y afloja entre el barbero y los emisarios de la embajada. El primero quiso aplicar la racionalidad explicando que suele utilizar imágenes de gente famosa para dar publicidad a sus promociones. “Hemos tenido fotos colgadas de Lady Di, Victoria Beckham y todo tipo de celebridades”, argumentó. Y concluyó: “Esto no es Corea del Norte, es Inglaterra”. Tras ello, los hombres le pidieron que se identificara y el peluquero se negó. Zanjó el episodio pidiéndoles que abandonaran su negocio. Acto seguido, el dueño de la peluquería denunció el incidente en la comisaría local.

Las maneras amenazantes de los oficiales surtieron efecto y, durante un tiempo, los Nabbach quitaron el cartel del escaparate. Sin embargo, sus clientes habituales les animaron a que desafiara a los inquisidores y, finalmente, lo volvieran a sacar. “Aquí tenemos una democracia,” ha declarado el peluquero a los medios británicos. La policía ha confirmado que están en contacto con la embajada norcoreana y que ha tomado declaración a ambas partes. A pesar de ello, Scotland Yard ha decidido no tomar cartas en el asunto. La embajada norcoreana, en tanto, ha preferido no hacer comentarios con respecto al incidente.

Por ahora, ningún cliente ha pedido imitar el rebuscado afeitado lateral y el flequillo con raya al medio de Kim Jong-un, aunque no es raro ver un corte de pelo parecido entre modernos y estrellas de reality de la capital británica. “Lo que queríamos era atraer a los clientes. [El de Kim Jong-un] es un peinado muy popular, pero no he visto a nadie demasiado conocido llevarlo”, ha contado Karim Nabbach a la prensa británica. “Quizás, si David Beckham lo luciera, podría haber utilizado su imagen, pero la verdad es que no lo veo muy por la labor”.

Nabbach hijo, de 26 años, tuvo la idea de usar la imagen del líder norcoreano después de leer en Internet que a los universitarios de ese país se les obliga a llevar el mismo corte que su líder. Esas informaciones, que surgieron de la agencia de noticias Free Radio Asia, no han sido confirmadas y Associated Press duda de su veracidad. Sin embargo, lo que sí es cierto es que el régimen norcoreano tiene una larga fijación con el estilismo en el pelo de sus ciudadanos. Hace unos años trascendió que el gobierno del país ofrece una lista de cortes capilares entre los que los ciudadanos pueden elegir, pero no tienen derecho a usar ninguno que no aparezca entre ellos. Las mujeres cuentan con 18 opciones, mientras que los hombres solo pueden escoger ente 10. Hace algunos años, un programa televisivo emitió una serie de programas en los que animaba a la población masculina a llevar el pelo corto conforme al “estilo de vida socialista”, con la excepción de los hombres mayores, a quienes se les permite dejárselo largo para tener la posibilidad de peinárselo sobre la calva, a la manera conocida como peinado de código de barras.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_