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Gwyneth Paltrow, ¿culpable o inocente?

La actriz niega las infidelidades que la prensa ofrece como motivo de su ruptura con Chris Martin Se la relaciona con el marido de Elle McPherson, con un famoso abogado y con un exnovio

Chris Martin y Gwyneth Paltrow, en una imagen de archivo.
Chris Martin y Gwyneth Paltrow, en una imagen de archivo.CORDON PRESS

Tras el anuncio de la ruptura matrimonial entre Gwyneth PaltrowChris Martin viene la búsqueda de culpables. Y en el océano de informaciones agitado por esta separación, todas las corrientes apuntan a la actriz como la supuesta esposa infiel y al abogado Kevin Yorn o al millonario Jeffrey Soffer como los posibles amantes en el centro de la ruptura. Rumores, por supuesto, que han sido vehementemente negados por la musa de la pantalla, además de gurú de la vida moderna como fundadora de la página de Internet Goop.

“Esta historia cien por cien falsa”, subrayó a la prensa el portavoz de la intérprete ganadora de un Oscar por Shakespeare enamorado. “Claramente ha sido fabricada no tiene ninguna credibilidad”, añadió. Sin embargo, las informaciones que apuntan a las infidelidades de la actriz tan solo han ido en aumento después de que Paltrow, de 41 años, y el cantante de Coldplay, de 37, confirmaran su separación tras más de una década de matrimonio. “Con nuestros corazones llenos de tristeza hemos decidido separarnos”, indicaron en un comunicado conjunto difundido desde Goop y en un alarde de originalidad titulado “consciente desparejamiento”, un nuevo término para describir un divorcio.

La aplicación Whisper, dedicada a compartir secretos, fue una de las primeras en publicar las infidelidades, que, según sus datos, vienen de antes. “Gwyneth Paltrow le pone los cuernos a Chris Martin con el abogado especializado en espectáculos Kevin Yorn”, proclamó el programa informático hace ya un mes, refiriéndose al representante legal de mujeres de Hollywood como Scarlett Johansson, Ellen DeGeneres o Zoe Saldana y que se cuenta entre los más poderosos de la industria.

Pero además está ese reportaje que preparaba la revista Vanity Fair el pasado octubre sobre la vida sentimental de la actriz y que ligaba a la que fue novia de Brad Pitt y Ben Affleck, entre otros, con el millonario y actual marido de Elle Macpherson, Jeffrey Soffer. Graydon Carter, al frente de la revista, acabó publicando un artículo titulado El affaire Paltrow, en el que no daba nombres pero mencionaba las “acusaciones de infidelidades continuas” y la presencia de “un hombre” cuya esposa pertenecía al círculo social de la actriz en Londres. Para ese entonces, Paltrow había solicitado a todos sus amigos y conocidos que suspendieran sus conversaciones con la publicación, intentado controlar así un reportaje tan desagradable para ella.

La talaverana de corazón –fue en esa ciudad donde Paltrow aprendió español y ha sabido mantener sus lazos a lo largo de los años- también fue sorprendida en una fotografía besando a Donovan Leitch, un exnovio con el que asistió el pasado año a un partido de los Dodgers en Los Ángeles. Una vez más, la foto vino seguida de una negativa donde su publicista aclaraba que Leitch y Paltrow no eran más que amigos.

Según el anuncio de su separación, la pareja llevaba más de un año “trabajando duro” para evitar la ruptura. Pero a pesar de ello concluyeron que continuarían separados a pesar de su cariño mutuo, como añadía la misma nota. Con dos hijos en común, Apple, de nueve años, y Moses, de siete, ambos también dejaron claro su deseo de seguir siendo una familia. “De algún modo, mucho más unida de lo que nunca hemos estado. Antes que nada somos padres de dos niños increíbles y pedimos que nuestro espacio y nuestra intimidad sea respetado en estos momentos difíciles”, añadieron la estadounidense y el británico.

Pero pese a esta deseada amistad, donde hay una supuesta culpable existe una posible víctima, y para la prensa del corazón esta recae en la figura de Martin. De hecho, sus seguidores han querido ver muestras de este matrimonio en crisis en la letra de su última canción, Magic. El tema, que salió a la venta hace dos semanas, es interpretado como una última carta de amor a su adorada Paltrow, a quien conoció entre bambalinas al acabar uno de sus conciertos hace ya más de 11 años. Una canción con letras que hablan de alguien “roto en dos pedazos” y que no quiere a nadie “que no seas tú”.

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